Un buen ejemplo de lo que vimos en las dos últimas publicaciones aquí, el bioarte y su estética, lo tenemos en las obras realizadas en las llamadas placas de Petri. La placa de Petri es un recipiente redondo de cristal con una tapa de la misma forma, para que se pueda colocar encima y cerrar el recipiente, aunque no de forma hermética y es usado para pruebas químicas y de laboratorio. Sobre estos contenedores se logran representaciones visuales muy interesantes, con una técnica llamada Agar Art (El agar es una sustancia con carbono y glucosa, un polisacárido sin ramificaciones obtenido de la pared celular de varias especies de algas), que se ha hecho ya reconocida desde hace unos diez años.
Ese Agar Art entonces es el arte creado a partir del cultivo de microorganismos en placas de Petri que son utilizadas como lienzos. Imágenes efímeras, formadas por bacterias intervenidas biotecnológicamente con modificaciones genéticas, que develan paletas de colores imposibles en lienzos ínfimos. La American Society for Microbiology realiza un concurso internacional anual, desde el año 2015, para fomentar y difundir esta especialidad del bioarte.
Así el Agar Art se presenta como una disciplina atractiva para acercar al público al arte y a la ciencia simultáneamente. La idea de pintar con microbios es muy llamativa principalmente por la sencillez del método y debido a los resultados visuales que pueden derivarse de esta técnica multidisciplinaria, donde tanto científicos como artistas han colaborado en numerosas ocasiones, para llevar el arte y la ciencia a la sociedad de una manera atractiva.
Pongo aquí apenas algunas imágenes de estas creaciones y un video en inglés con subtítulos en español en el que se explica el proceso y se muestran los resultados de esta curiosa forma artística contemporánea.
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