jueves, 14 de enero de 2021

Lo grotesco (y 3)

La idea de lo grotesco está ligada a las concepciones estéticas y culturales cuyo origen está en la Europa del siglo XV en adelante. En las dos publicaciones anteriores comenté sobre la etimología y surgimiento del término, y sobre las implicaciones que tiene en la interpretación de las manifestaciones artísticas. Hoy en día se sigue usando, se sigue entendido como una manifestación estética y crítica, y es de uso común. Pero también es importante hacer notar que sigue viniendo de una tradición europea, que termina aplicando valores y patrones occidentales a toda representación cultural universal. Lo que debería quedar claro es que lo que puede se grotesco para un grupo, puede no serlo para otros.  

Un recorrido por las culturas de otros continentes y otras épocas, nos muestra que esa idea de lo grotesco no es considerada ni como valor (o anti valor) ni como hecho discutible. Una revisión amplia deja la impresión de que "lo grotesco", tal como lo concebimos, es una categoría que no ayuda a entender la producción simbólica de los pueblos, porque esta se apega a criterios muy diversos y alejados de los de la Europa de los últimos cinco siglos. Definimos como grotesco aquello que produce risa o burla por buscar lo ridículo, extravagante, feo o absurdo y también, aplicado a una obra o género literario, que se caracteriza por la presencia de elementos extravagantes, bufonescos y caricaturescos. ¿Es aplicable esto al arte, a las expresiones culturales del África, de la América originaria, del Asia tradicional? No pareciera.

En muchos casos los significados complejos para estas culturas se logran integrando múltiples imágenes o elementos en uno solo, lo cual, para la tradición europea puede ser, justamente, grotesco. Los seres mitológicos y legendarios de todo el mundo podrían entrar en esa categorización, pero sin duda para cada pueblo su valor simbólico dista de ser caricaturesco, burdo, vulgar o feo. 

Ahora bien, las nuevas formas del arte contemporáneo, incluyendo el moderno, el posmoderno y el digital, asumen representaciones que bajo el concepto clásico son también grotescas, pero seguramente con una intención simbólica y comunicacional diferente. Esto hace que los valores con los que analizamos el arte actual deban ser vistos bajo una óptica diferente, que incluya una crítica distinta y una valoración múltiple.


¿Es grotesca esta imagen de la diosa hindú Mahavidya Chinnamasta?

miércoles, 13 de enero de 2021

Lo grotesco (2)

Hemos definido como grotesco todo aquello que se nos presenta de forma vulgar, ridícula o extravagante, de mal gusto o groseramente. Pareciera que es un término claro, de uso común y fácil de aplicar. Lo curioso es que es una palabra cargada de significados subjetivos, parciales, porque como todo aquello relacionado con la sensorialidad, los patrones son siempre borrosos. Lo grotesco suele estar ligado a lo feo, pero ya hemos visto que lo que es feo para alguien puede ser bello para otro. En nuestra cultura occidental contemporánea parece que todos sabemos cuándo algo es grotesco, pero no está tan claro lo que eso, que es "grotesco", nos quiere transmitir. Particularmente en el caso de las artes. 

Ahora bien, esta idea de lo grotesco no es clásica ni universal. Es un concepto surgido en el Renacimiento europeo tardío, y en su momento tampoco fue absolutamente cuestionado. Solo cuando ciertos patrones estéticos se fueron consolidando, tras el Barroco, es que se hizo patente lo que se consideraba grotesco. Se patentizó en la pintura, en la escultura e incluso en el teatro. Durante el Romanticismo se produjo un fenómeno de contraposición, y se crearon obras que combinaban "lo bello" con "lo feo". En ciertas obras de teatro se dio una combinación que mezclaba lo sublime con lo ridículo, lo deforme con lo hermoso. Esto viene del concepto cultural de que el ser humano, para vivir en sociedad, se cubre de una máscara tras la cual oculta su verdadera naturaleza, pero que al final aflora con dramatismo. En el teatro, lo grotesco está dado por la presencia simultánea de lo cómico y lo trágico, que hace que el espectador se sienta afectado y reconozca ese fenómeno de verdad oculta y descubierta. Algunas óperas musicales del siglo XVIII y del XIX son particularmente notables en este sentido (se puede destacar, por ejemplo, la ópera Pagliacci, "Payasos", con música y libreto en italiano del compositor Ruggero Leoncavallo, estrenada en 1892). Es decir, lo grotesco también puede ser considerado una forma importante de expresión artística.

Lo que encontramos entonces es la presencia de algo fantástico, dramático, extraño, irreal, e incluso paródico. En ciertas imágenes vemos un efecto monstruoso producido por aquello que nos es antinatural. Los ambientes pueden ligarse al horror, a la tragedia y a la fantasía, sin perder de vista que suele haber un componente satírico asociado a la crítica o al contraste. Y este es un valor importante de aquello grotesco intencional. El lado siniestro, híbrido y horrendo, cómico y trágico a la vez, se muestra como una verdad con se estética propia, a pesar del rechazo que pueda producir. Sin embargo, es interesante comprobar que el concepto de "lo grotesco" es casi exclusivamente occidental y relativo, y que en la mayoría de las culturas tradicionales del globo, no había existido, como veremos en la siguiente publicación.   


Hieronymus Bosch: Tríptico de El Jardín de las Delicias. Detalle: El Infierno

martes, 12 de enero de 2021

Lo grotesco (1)

En el entendido de que la estética puede abarcar tanto elementos considerados como "bellos" y "feos", según diferentes cánones, y que hay variados estándares para identificar estilos, modelos o tendencias, y que la estética no puede desligarse de la sensibilidad y la sensorialidad, se puede analizar, bajo la óptica esteticista, cualquier expresión que sea considerada cultural o artística, según parámetros diferentes. Una de esas expresiones es lo grotesco. 

En el Diccionario de la Lengua Española, se define como grotesco a lo que produce risa o burla por buscar lo ridículo, extravagante o absurdo y también, aplicado a una obra o género literario, que se caracteriza por la presencia de elementos extravagantes, bufonescos y caricaturescos. Esa idea se puede aplicar a todas las artes en general y sigue siendo válida, aún en el ciberespacio contemporáneo. Por eso vale la pena analizarla.

En interesante conocer su origen etimológico. La palabra grotesco deriva del italiano grottesco, que puede traducirse como “relativo o perteneciente a una gruta”. Y es que ese vocablo, a su vez, viene del latín crupta o crypta, que es sinónimo de “gruta” o “galería subterránea”. Se llamó grottesco por primera vez a los adornos caprichosos que imitaban a los de los Baños de la Gruta de Tito, en Roma, hallados a finales del siglo XV, los cuales combinaban, de un modo insólito y fantástico, formas vegetales, animales y humanas. En ese momento quedó signado el sentido de lo grotesco, que surge de esa mezcla barroca de elementos, en la que es casi imposible establecer los límites entre un orden y otro: lo vegetal y lo animal, lo animal y lo humano, lo humano y lo fantástico. 

Curiosamente, en esa misma época (entre el Renacimiento y el Barroco italiano), esta tendencia fue criticada y condenada por una parte de la intelectualidad y el mundo artístico, por considerarla ridícula y de mal gusto. Giorgio Vasari (1511-1574), por ejemplo, arquitecto, pintor y escritor italiano, fue de los primeros en cuestionar el valor estético de lo grotesco, señalando su condición de monstruoso y disparatado. No obstante, pintores de la talla de Rafael o El Bosco incorporaron elementos grotescos en sus pinturas. 

Lo grotesco se ha mantenido presente en el arte y la literatura desde entonces, muchas veces ligado a la crítica, a la sátira o al humor. Se asocia también a la parodia, aunque en otros casos sea usado intencionalmente como manifestación artística. El Kitsch y el Camp son buenos ejemplos. En la siguiente publicación veremos cómo lo grotesco puede ser visto desde otra óptica y en el campo de la estética digital. 

Baños de la Gruta de Tito, en Roma, en un grabado de 1775

lunes, 11 de enero de 2021

Otra viñeta humorística... sobre la cultura

Aquí pongo una imagen de contenido gracioso, hallada en la Web, que no obstante su ironía, refleja cierta verdad. ¿Qué es la cultura? ¿Cómo la vemos?

domingo, 10 de enero de 2021

Tantra y estética

Tanto en el hinduismo como en el budismo, el concepto de Tantra tiene un lugar especial, porque es parte de una doctrina que impulsa la búsqueda del sí mismo, a través de la verdad. De hecho el Tantra (que significa "trama"), es en definitiva una filosofía que busca la forma de llegar a la verdad, más que descubrir la verdad misma. La idea central es la bondad humana, siendo que el cuerpo del hombre no es una prisión para el alma sino un potenciador del espíritu. Por esto, esta modalidad de pensamiento está ligada al conocimiento del cuerpo, para impulsar la bondad. Esto está ligado a formas de cuidado, placer y vitalidad. Por este motivo, todo lo que tiene relación con el cuerpo debe ser estudiado, como la energía sexual. Claro, hoy en día se ha tergiversado un poco esta concepción, lo que se conoce como "sexo tántrico", ha sido explotado indiscriminadamente, banalizando y trivializando un sentido que originalmente está más bien visto como trascendente y espiritual. 

Son muchos los aspectos que, a partir del Tantra, han sido desarrollados: el yoga, el sistema de chakras, los mithuna eróticos o los mantras. En la India, se interesan especialmente en la sensibilidad, y utilizan el arte para cultivarla. Se reconoce que la emoción y las sensaciones son las fuerzas que más motivan al ser humano, y que, debidamente encauzadas, pueden generar una energía que contribuye a alcanzar estadios superiores de conciencia y alma. Este nivel extático es tanto sensual como místico, y se enlaza con lo estético. 

En ese sentido, una clara relación con el Tantra tienen los mandalas, dibujos geométricos en los que la mezcla de formas y colores representando a la deidad y el cosmos son empleados como herramientas para la meditación, gracias a que se les asigna un poder trascendental. Hay ciertas diferencias entre la aproximación budista y la hinduista, pero en ambos casos está presente un fuerte significado simbólico de los actos y las cosas, y tiene una fuerte construcción semántica sensorial, con fuentes de energía masculina y femenina cargadas de significación trascendental. Lo importante es ver estas ideas desde la óptica propia de su milenaria tradición y no desde la visión posmoderna y hedonista que desvaloriza el verdadero sentido del Tantra.

sábado, 9 de enero de 2021

Fantasías con hitos y cielo

Aquí pongo algunas ilustraciones digitales realizadas por el artista brasileño, Samuel De Sagas, que actualmente reside en Alemania, y cuyas experiencias abarcan en campo de performance, las ilustraciones, y la pintura convencional, mural y digital. Vemos aquí imágenes de fantasía, realizadas vía computador, con hitos verticales como tema, y aves y cielos como fondo. Su sitio Web: www.samueldesagas.com.




viernes, 8 de enero de 2021

El objetivismo de Ayn Rand

En la publicación de ayer cité a la filósofa y escritora estadounidense de origen ruso, Ayn Rand (1905-1982), quien es reconocida por sus libros, entre ellos las novelas El manantial (1943) y La rebelión de Atlas (1957), y por ser impulsora un sistema filosófico conocido como "objetivismo". Este objetivismo es interesante porque presenta originales propuestas en metafísica, epistemología, ética, política y estética. Sin embargo, nunca tuvo mucha repercusión y muchos filósofos le restan valor conceptual. Justo por eso, Rand cuestionó a muchos de sus críticos, quienes calificaron al objetivismo de "ferozmente antiacadémico", debido a sus planteamientos poco ortodoxos. 

En principio, ella sostiene que existe una realidad independiente de la mente del ser humano, y que éste está en contacto con dicha realidad a través de la percepción de los sentidos y que adquiere conocimiento procesando los datos de dicha percepción por medio de la razón. Definió el objetivismo como una filosofía para vivir en La Tierra: "Mi filosofía es, en esencia, el concepto del hombre como un ser heroico, con su propia felicidad como propósito moral de su vida, con el logro productivo como su actividad más noble y con la razón como su único absoluto". En efecto es una filosofía que abarca distintas ramas del conocimiento. Tal vez se puede resumir el objetivismo en estos postulados: 

1. Metafísica: realidad objetiva.

2. Epistemología: razón.

3. Ética: interés propio.

4. Política: capitalismo.

Por otro lado, las teorías estéticas objetivistas se vierten en una escuela artística llamada realismo romántico, que tiende a plasmar seres humanos en situaciones de alegría y triunfo. ​Rand sostiene que el arte es al espíritu del hombre lo que la tecnología es a su vida material, y, por consiguiente, el arte debe mostrar al hombre como podría y debería ser. 

Una cosa curiosa es que para el objetivismo, el orgullo sensato es una virtud. Si cada persona se esfuerza en llevar una vida racional y productiva, se gana el derecho de sentirse orgullosa de los valores morales y materiales que se obtengan. Por el contrario, la excesiva humildad es un vicio. Una baja autoestima es demostración de no aceptar la realidad (uno es como es), y dado que el objetivismo implica la valoración de lo real, el ser sumiso, humilde o hasta pesimista, es negativo. 

Otro hecho que Rand critica es el apego hacia esos valores falsamente humanitarios. Dice, por ejemplo, que uno no debe sacrificarse nunca, bajo ninguna circunstancia. Los actos encomiables a los que se denomina "sacrificios" no son tales, porque sus consecuencias son peores. Ella también está en contra de lo que llama derechos positivos, derecho al trabajo, a la vivienda, a la atención sanitaria, son lógicamente contradictorios en su sola enunciación; es un derecho que afecta los derechos de los demás, al exigir compensaciones que terminan siendo discriminatorias. De esta forma los que son válidos son los derechos negativos, esto es, por ejemplo, el derecho a sufrir interferencias en la propia vida, mientras uno no interfiera en los derechos de los demás.

El objetivismo deriva su nombre del concepto del conocimiento de los valores como objetivos (metas, no objetos), en vez aceptarlos como de intrínsecos o subjetivos. De acuerdo con Ayn Rand, ni los conceptos ni los valores son intrínsecos a la realidad externa, pero tampoco son meramente subjetivos. Como se puede ver, son planteamientos ciertamente extensos y variados, que apenas he bosquejado aquí, pero que vale la penar revisar, a pesar de las críticas que se les puedan hacer. 

jueves, 7 de enero de 2021

Ayn Rand y una opinión sobre el arte

"El arte da al hombre la experiencia de vivir en un mundo donde las cosas son como deberían ser. Esta experiencia es de crucial importancia para él: es su salvavidas psicológico. Dado que la ambición del hombre no tiene límite, dado que su búsqueda y logro de valores es un proceso que dura toda la vida -y cuanto más elevados los valores, más dura es la lucha-, el hombre necesita un momento, una hora, cierto período de tiempo en el cual pueda experimentar el sentido de su tarea terminada, el sentido de vivir en un universo donde sus valores hayan sido exitosamente realizados. Es como un descanso, un momento de repostar combustible mental hacia nuevos logros. El arte le da este combustible, un momento de alegría metafísica, un momento de amor por la existencia. Como un faro, alzado sobre los oscuros cruces de caminos del mundo, diciendo esto es posible". 

AYN RAND, seudónimo de Alisa Zinóvievna Rosenbaum (1905-1982). Filósofa y escritora estadounidense de origen ruso, autora de varias novelas e impulsora de un sistema filosófico conocido como "objetivismo". 

miércoles, 6 de enero de 2021

Ritos, mitos, hitos

En dos publicaciones anteriores (Rito y mito 1 y Rito y mito 2) comenté un análisis del antropólogo argentino, Adolfo Colombres, que hace en su libro de 2011, Teoría transcultural de las artes audiovisuales, sobre los ritos y los mitos. En ese mismo texto él añade luego un punto más: el de los hitos. Un hito es un acontecimiento o una persona o una acción que representa un hecho clave para un grupo social, para una cultura o para una disciplina determinada, en un cierto contexto. hay una relación entre los mitos, que generan ritos y que devienen en hitos.

Dice Colombres: "Añadir al binomio mito-rito la palabra hito es más que un juego verbal, porque muchos ritos, además de actualizar un mito, se proponen imprimir una marca, a nivel personal o social". Es decir, que esas acciones se vuelven hitos, acontecimientos referenciales en las vidas de los involucrados. Un rito trascendente es un hito que queda en la memoria personal, familiar y comunitaria. Es una marca que objetiva un acontecimiento y lo proyecta en el tiempo. De esa forma dilata el olvido y lo fija en el tiempo. Esto es válido también para las representaciones de esos fenómenos. Afirma entonces  el autor:

"Este aspecto del rito resulta valioso en el análisis del fenómeno artístico. la obra es también la objetivación de un proceso creativo, donde converge y se articula en un producto coherente una variada gama de sentimientos. Su conclusión marca un hito en el creador, cuyas fuerzas se orientarán en el futuro hacia otra obra con leyes y sentimientos diferentes, que llevarán su vida interior -e incluso la exterior- por otro camino".

Es así que el arte se asocia al rito, produciendo un hito, que representa un mito. Esta línea de mito-rito-hito la podemos ver hoy en día: es 6 de enero de 2021, la llegada de los Tres Reyes Magos, que son la patentización de un mito religioso, devenido en rito, vuelto hito, en una fecha determinada. Una fiesta es un hito, una marca, un acontecimiento, que usualmente se liga, como se ve, a todo tipo de ritual, asociado a un estamento mitológico, sea este religioso, mágico o simplemente tradicional.  

martes, 5 de enero de 2021

La ninfa y el pozo, un film en CGI

Este es un cortometraje realizado por Sara E. Cardona en 2016, como tesis de graduación para su carrera en el Ringling College of Art and Design, el Colegio de Arte y Diseño de Sarasota, Florida, EE.UU. "The Nymph and the Well" (La ninfa y el pozo) muestra una breve anécdota en la que una ninfa del bosque debe sacar agua de un pozo para cuidar una flor que se marchita. Tiene una producción muy limpia en su sencillez gráfica. La animación digital en CGI es muy buena, y la música de Andy Brick ayuda a la trama. Para más información, el sitio Web es: http://www.cgmeetup.net/home/the-nymph-and-the-well-short-film/.




lunes, 4 de enero de 2021

Los pixel-art animados de Gupman

El joven artista rumano que se identifica como Gupman, lleva dos años desarrollando un arte basado en la animación de imágenes realizadas bajo la técnica del pixel-art, que es una forma de arte digital, que basa su elaboración a través de una computadora, mediante el uso de programas de edición de gráficos rasterizados, donde las imágenes son editadas al nivel del píxel. Es decir, se notan los "puntos". Ya en este blog he mostrado trabajos similares con esta técnica, que es muy propia del ciberarte. En este caso, Gupman añade animaciones reiterativas para generar GIFs (Graphics Interchange Format) con movimiento. Aquí pongo una muestra de su trabajo. 

Su cuenta en Twitter: https://twitter.com/gupman_









domingo, 3 de enero de 2021

La estética, lo estético (y 2)

Las nociones de estética y estético suelen tener muchas interpretaciones. No solamente está presente la idea de que lo estético es lo bello, sino de que la estética es el arreglo de las cosas para que se vean bien. Como distorsión adicional, hoy cuando se habla de estética se hace un enlace con la cirugía estética, es decir, con el arreglo de ciertas partes del cuerpo para que luzcan mejor, más acordes con algunos cánones de belleza, que usualmente suelen venir influenciados por presiones sociales o formas culturales difundidas globalmente (no hablemos de la cirugía reconstructiva, que es otra cosa).

Como ya señalé en la publicación anterior, la definición de estética tiene varias aproximaciones, ligadas a la belleza, a lo sensorial, al estilo o a la percepción, dentro de marcos sociales y culturales. Pero también hay un concepto relacionado, que tiene otras valoraciones, y es el de "lo estético". Lo estético es en realidad aquello que una cultura considera en sus cánones y valores estéticos, más allá del arte o el gusto, por lo que analizarlo termina siendo hablar de una abstracción: un concepto que se concreta con factores que cumplen, dentro de un conjunto, una función que llamamos estética. Pero aquí aparece una oposición entre los artístico y lo utilitario, que en realidad es una dicotomía inválida si entendemos la función estética más allá de lo filosófico. 

La función estética de un objeto, de un acto, de un producto, puede ser simbólica y a la vez estar ligada a lo útil. De hecho, en sus remotos orígenes, lo estético está enlazado con la magia, y al desarrollarse luego las religiones, la estética se involucra en toda manifestación simbólica, que también es utilitaria. Desde un penacho hasta un cáliz, desde un manto hasta un báculo, desde un anillo hasta un puñal. Ahora bien, de lo estético a la estética hay una distancia. Lo primero se manifiesta como una percepción especial, una intuición o un sentimiento, en tanto la segunda como una teoría, un conjunto armónico, bien sea de reglas o de estilos. La estética se ajusta a un sistema de pensamiento, en tanto lo estético es un modo manifiesto. 

Lo estético se organiza en formas diversas, pero en una categoría unitaria. En cambio no se pude hablar de una estética, sino de múltiples estéticas, y lo estético responde a ellas en diferentes maneras. Hay principios formales, filosóficos y culturales presentes en cada estética, que guía lo estético. Y recordemos que aquí hablamos de condiciones que van más allá de la belleza y del arte. Puede sonar un poco enredado, porque es un discusión que abarca diversas disciplinas: filosofía, arte, antropología, cultura, sociología, diseño... en las que lo bello, lo útil, lo trascendente y lo simbólico están conectados. Es lo que hace a estos estudios una labor fascinante. 

sábado, 2 de enero de 2021

La estética, lo estético (1)

Como ya he señalado en muchas otras oportunidades con anterioridad en este blog, el concepto de estética tiene varias versiones, dependiendo de la arista epistemológica con el que se aborde. La misma palabra, ESTÉTICA, que se comenzó a usar efectivamente en el siglo XVIII, tiene distintas acepciones. Fue acuñada por el filósofo y profesor alemán, Alexander Gottlieb Baumgarten (1714-1762), hacia 1750, para referirse a la ciencia que trata del conocimiento sensorial que llega a la aprehensión de lo bello y se expresa en las imágenes del arte, en contraposición a la lógica como ciencia del saber cognitivo. Por esa misma época, el también filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804) adoptó ese término, pero su concepción estaba más enfocada en los aspectos sensibles y perceptivos de la belleza y la naturaleza, que en su estudio como ciencia. El uso que hace Kant es en realidad más fiel a la etimología (αισθητική, aisthetike, viene de αἴσθησις, aisthesis, que significa "sensación, sensibilidad"), pero el de Baumgarten tuvo más amplia aceptación, sobre todo porque Kant se enfocó en su denominada "Estética Trascendental". 

La estética trascendental explica que, a pesar de la naturaleza receptiva de la sensibilidad, existen en ella unas condiciones previas que nos permiten conocer, mediante el entendimiento, los objetos dados por el sentido externo (intuición). Estas condiciones son el espacio y el tiempo. Dijo Kant: "La capacidad (receptividad) de recibir representaciones, al ser afectadas por los objetos, se llama sensibilidad. La ciencia de todos los principios de la sensibilidad a priori la llamo Estética Trascendental". Como se puede notar, está un poco distante del concepto de estética referido a la percepción y comprensión de la belleza.  

El asunto es que a lo largo de la historia de la filosofía el concepto de la belleza ha ido cambiando, desde Platón y Aristóteles, hasta Theodor Adorno y Umberto Eco (todos nombrados alguna vez en este blog). No existe una sola forma de categorizar lo estético, por lo que no hay "tipos" de estética como tal. Hay transformaciones en la idea y percepción de la belleza, según las épocas y las culturas. El concepto mismo de qué cosa es lo bello ha cambiado enormemente de una época a otra y por tanto, lo que hoy consideramos lindo o hermoso, en otras épocas posiblemente habría sido considerado feo, vulgar o incomprensible.

Para mis efectos y los de mis estudios, he definido la estética desde un punto de vista no tan subjetivo: ESTÉTICA es el conjunto de elementos estilísticos y temáticos que caracterizan a un determinado autor o movimiento artístico. Esto más allá de las nociones de belleza, sensibilidad, sensorialidad o funcionalidad. Está más ligada al estilo, a la identificación de rasgos peculiares que caracterizan a un artista, una obra o un período artístico y le confieren una personalidad propia y reconocible. La diferencia entre estilo y estética es que la primera se refiere sólo a los aspectos perceptivos, en tanto la segunda abarca modos de pensar e interpretar la realidad. 

Otra diferencia interesante es la que se da entre la estética y lo estético. Si bien pareciera solo un juego semántico, y sin duda ambas palabras está ligadas a una misma idea, hay una sutil diferencia entre ambas, y sobre todo en su uso y aplicación, que veremos en la siguiente publicación.

viernes, 1 de enero de 2021

La dos de 2021

Desde que este blog empezó, el primer día del año hago dos publicaciones. No sé muy bien porqué, pero como con casi todas las tradiciones y ritos, nunca se conoce exactamente su origen; así que esta es la segunda del 2021. Lo que hago usualmente es poner alguna imagen que sea representativa de la ciberestética y reafirmo mi idea de estética digital. Ese concepto lo he ido desarrollando, ampliando y afinando con los años y con los trabajos académicos que he presentado sobre este tema. 

Entiendo por ciberestética a la estética digital asociada a la Web multimedia. ¿Qué es estética digital? La estética digital, se identifica por tener origen en el uso de la herramienta informática y en los programas de computación asociados al digitalismo. Se aplica a las artes visuales y multimediáticas, así como a la comunicación y otras manifestaciones culturales. Y tiene una serie de características que la hacen claramente diferenciable. Esto si entendemos la estética como el conjunto de elementos estilísticos y temáticos que caracterizan o identifican a un autor o movimiento artístico determinado, en un tiempo y un lugar. Como he explicado antes, hay diferentes aproximaciones a la estética y su definición, lo que hace de este un concepto complejo y muy interesante.

Consecuentemente, se manejan acá algunos campos conceptuales relacionados: Web, multimedia, estético, digitalismo y estilo. Además de otros derivados: cibercultura, multimodalidad, ciberarte, internet, ciberespacio o transmedialidad. Todos ellos los he ido trabajando aquí, y los seguiré desarrollando, porque es el contenido que me impulsa a seguir. Claro, ello no niega que a veces toco temas un poco paralelos, con citas de personajes, humor o noticias de actualidad, pero tratando de no alejarme mucho de la temática original. Siempre hay tela por cortar, por lo que seguiré animado publicando en este 2021.

Uno uno dos uno

¡Primero de enero del 21! Inicio de una nueva década, tanto para el calendario como para este blog. ¡Diez años ya! Pues bien, es un reto seguir escribiendo y publicando, hallando cosas interesantes y desarrollando contenidos sobre estos temas que me apasionan: la estética y el arte, la comunicación y la semiótica, la cultura y la filosofía, la arquitectura y el diseño, la tecnología y la innovación. Sin nombrar el juego de Scrabble, que es mi otra pasón, ni los deportes que me gustan. 

Espero que mis lectores y seguidores sigan interesados, y aporten ideas como lo han hecho en estos 10 años, al igual que en mi blog gemelo más joven: https://ciberestetica.wordpress.com/. Hemos concluido un año muy extraño, pero que nos deparó enseñanzas y aprendizajes, y espero que este que hoy comienza también nos deje eso, pero sin angustias y ni confinamiento. ¡Todo un reto! Así que... ¡Feliz 2021!