miércoles, 23 de diciembre de 2020

Rito y mito (y 2)

Un rito es conjunto de prácticas establecidas que regulan, en distintas religiones y creencias, el culto, las ceremonias y las acciones que repiten siempre, normalmente de forma invariable. Esta idea es bastante general; pero el estudioso argentino Adolfo Colombres tiene una aproximación particular a este concepto en relación con los mitos y su relevancia cultural. En la publicación anterior hice referencia a su libro de 2011, Teoría transcultural de las artes audiovisuales, en el que desarrolla un largo segmento dedicado a los ritos y los mitos. De alguna forma, un rito es un mito en acción. El rito puede ser la puesta en escena de un mito. Dice el autor:

"Mediante el rito, el hombre se remonta al mito para recuperar, por un momento, el resplandor del tiempo original u obtener un poder mágico que le asegure el éxito en una acción o lo preserve de los males que se ciernen sobre él. La conciencia mítica, al enfatizar el aspecto vivencial, se relaciona estrechamente con el rito, que es vivencia de gran intensidad. Al abordar la totalidad por el símbolo, por el paradigma, la conciencia mítica postula un fin, una meta. El rito es el camino, el medio eficaz para alcanzar ese fin".

Se establece una relación (que no es única ni exclusiva, pero sí relevante) entre los ritos y los mitos que les pueden dar origen.  Los mitos generan espacios, lugares y tiempos antropológicos, de igual manera que los ritos, que son celebraciones ligadas a tradiciones, creencias o necesidades de afirmación o redención. Todos procesos culturales y sociales que influyen y han afectado la vida de la humanidad desde el principio de nuestra raza pueden formar parte de las mitologías y los rituales. En el breve tiempo que puede durar una ceremonia ritual se abarca una gran lapso de tiempo histórico y mental, que incluso puede abarcar millones de años cuando se trata de cosmogonías y de religiones. 

Por otro lado, Colombres dice que toda práctica de un ritual conlleva la creencia en su eficacia; es decir que se sustenta en una determinada fe o en una energía simbólica que explica la energía que se despliega en sus actos.  La fuerza real del rito normalmente depende de la mitología que la sustenta, sea religiosa o profana. No hay que ver al rito como una expresión "primitiva" sino como una fuerza atávica que consolida nuestras civilizaciones. Es por esto que aún en estos tiempos de escepticismo tecnológico, no hemos dejado atrás nuestros ritos y mitos. 

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