lunes, 31 de octubre de 2016

Semeiótica

En realidad, la palabra "semeiótica" es la traducción literal del inglés semeiotics, que fue propuesta por Earl W. Count, antropólogo, profesor de lingüística y gramática durante la década de 1960 en el Hamilton College de Nueva York, y reconocido escritor estadounidense, para ser usada en lugar de Semiótica. Esta última, que hoy se aplica también a la semiología (palabra propuesta por Ferdinand de Saussure y muy difundida por Roland Barthes), se refiere a toda la ciencia que estudia los signos y su relaciones. En general, hoy se usa el término "semiótica", acuñado por Charles Sanders Perice, hace más de cien años, que se popularizó. Un dato interesante es que en inglés Peirce habló siempre de semiotic, pero luego, la antropóloga estadounidense Margaret Mead propuso en 1962, usar el vocablo semiotics. Así que la palabra semeiótica de Count no prosperó, puesto que si bien su concepto y etimología eran válidos (el concepto era que "semiotics" podía entenderse como "semi"-"otics", media-ótica, y la etimología viene del griego semeión, signo), la sonoridad de semiotics prevaleció. Curiosamente, en portugués sí se usa la palabra semeiótica. La letra "S" al final del término en inglés convierte a la semiótica en una ciencia pura, tal como sucede con mathematics o physics, siendo Charles Morris el principal propulsor de esta idea. 


domingo, 30 de octubre de 2016

Un castillo ambulante

En 2004 se estrenó una muy curiosa película, que combina animación tradicional, animación 2D y animación 3D, producida en Japón y dirigida por Hayao Miyazaki (el mismo de El viaje de Chihiro y varios otros films animados), titulada "El increíble castillo vagabundo", que se basó en la novela de la escritora británica Diana Wynne Jones El castillo ambulante (Howl's Moving Castle), y resultó un total éxito de taquilla y de crítica, por su originalidad y calidad. 

"Hauru no ugoku shiro", literalmente El castillo caminante de Howl, y traducida en España como El castillo ambulante, es la octava producción dirigida por Hayao Miyazaki dentro de Studio Ghibli y la decimoquinta del estudio. La película narra la historia de Sophie, una joven que es víctima de un hechizo y que decide ir a un extraño castillo ambulante, lugar habitado por el mago Howl, para que le ayude a encontrar una solución al maleficio. ya el tema de por sí es original (así lo es también la novela), y el desarrollo de la trama pasa por diferentes situaciones en las que se destacan los clásicos valores de pacifismo, justicia y reivindicación. es interesante destacar que la protagonista es una chica, Sophie, un joven de 18 años que trabaja en una sombrerería y que es víctima de una maldición que le hace tener la apariencia de una mujer de 90 años, de carácter tímido y sumiso, tendrá que enfrentarse a sí misma para poder romper el maleficio que se ha desatado sobre ella. Eso le hace madurar y convertirse al final en alguien seguro de quien es y de su valía.

La novela de Wynne Jones le permite desarrollar a Miyazaki uno de sus temas claves, que es el pacifismo.  El libro muestra que la historia está ambientada en una nación europea durante la Primera Guerra Mundial, al igual que el filme. No obstante, la película difiere en la novela en muchos aspectos. Particularmente en lo que será la estética visual. La película, tiene una extraña combinación de elementos tradicionales japonenes, expresiones de la Europa de principios del siglo XX y la estética de ciencia ficción "Steampunk". 

En este film, el uso de la animación bidimensional sigue siendo la parte importante de la producción, pero el uso del computador estuvo presente para realizarla, complementando la animación 2D (pintura, composición, arte) con la digital, para crear infográficamente el movimiento del castillo y varias otras escenas en 3D. Esto le da un carácter moderno, postmoderno, digital y a la vez tradicional. Toda una innovación, que le valió múltiples reconocimientos y una nominación al Oscar como mejor película animada en 2005. Con sus dos horas de duración, es ahora un clásico que vale la pena disfrutar. 








sábado, 29 de octubre de 2016

Modigliani: función del arte

Para el reconocido pintor italiano, radicado en París, Amedeo Modigliani (1884-1920) el arte tiene una función primordial:

"La función del arte es luchar contra la obligación".

¡Nada menos!
Modi, autorretrato de 1919

viernes, 28 de octubre de 2016

Los rostros en arte digital de Da-Rina

Esta joven artista ucraniana, que se deja conocer sólo como Da-Rina, trabaja en diversos programas informáticos para hacer sus obras figurativas. Tiene varias producciones en diversos estilos, pero destaca en el manejo del rostro y sus expresiones faciales. Aquí una muestra de sus elaboradas caras.







jueves, 27 de octubre de 2016

Componentes de la Acción Comunicativa según Habermas

En principio, una "Acción Comunicativa" según el filósofo alemán Jürgen Habermas, es una interacción en la que los sujetos capaces de manejar lenguajes y accionarlos, entablan una relación con formas verbales y no verbales, que permiten negociaciones, entendimientos y conclusiones. El concepto central, entonces, se refiere a la interpretación que permite generar situaciones susceptibles de consenso. Así, los significados se establecen con argumentos.

Dentro de este ámbito, Habermas destaca la idea de racionalidad, que permite el análisis de la sociedad en dos formas, la razón de la vida y la razón del sistema. Por otro lado, para que la Acción Comunicativa se produzca en esa sociedad, sea cual sea su racionalidad, deben darse cuatro condiciones. estos supuestos no pueden dejar de suceder, si se quiere alcanzar un consenso comunicacional, bien sea desde lo individual o lo colectivo. Estos son: 

Inteligibilidad para lo que se dice. La comunicación resulta imposible si lo que se dice es incomprensible para los demás. Ello implica apego a las convenciones.

Verdad para aquello que se dice. Para el contenido de lo que se dice en relación con lo objetivo (si digo “esta mesa es marrón”, debe ser marrón) o para las condiciones de existencia de lo que se dice (si digo: “cierra la ventana”, se presupone que la ventana estaba abierta). En todo caso se refiere a la verdad verificable, no a la ontológica.

Rectitud para su acto de habla en relación con un contexto normativo. Esto significa que todo hablante se atiene a un conjunto de normas aceptadas por todos. Si dice “usted se calla” es porque debe estar autorizado a decirlo. Caso contrario, no se produce la acción.

Veracidad para su formulación como expresión de su pensamiento. Lo que dice debe ser lo que cree o piensa; si miente, la comunicación se rompe. Responde a principios del sistema social. 

Estos cuatro supuestos son los que forman la base de validez de los lenguajes. Para Habermas, el uso primario del lenguaje sería el orientar su empleo al entendimiento, por lo tanto tiene implicaciones sociales, culturales y hasta políticas de todo tipo. Indudablemente la comunicación comprende acciones que conforman (y han conformado) la sociedad y la cultura, desde el principio de sus manifestaciones. De aquí partirá su Teoría Crítica, aplicada a la modernidad, sobre la base de toda esa argumentación histórica. 

miércoles, 26 de octubre de 2016

Acción Comunicativa por Habermas

El concepto de "acción comunicativa" es una de las bases que desarrolló el filósofo y sociólogo alemán Jürgen Habermas, partícipe de la llamada Escuela de Frankfurt, para sustentar su Teoría Crítica de la modernidad. En general, Habermas (nacido en 1929), observa cómo la interacción social histórica del ser humano pasa de estar basada en ritos y en lo sagrado, a la influencia del signo lingüístico, pero con la fuerza racional de las verdades asumidas, sometidas a crítica. 

Partiendo de la idea de que no hay actividad intelectual sin lenguaje previo, concluye que debe haber términos universales del habla: aquellos supuestos que ha de considerar cualquier hablante antes de emitir palabra, porque son “mandatos” del lenguaje. Estos supuestos son ciertos en cualquier lengua, por tanto universales. Ello implica que la comunicación y la estructura de la lengua conllevan a una acción, entendida esta como la concreción de acuerdos y resultados. Las estructuras de acción comunicativa, orientadas a esos acuerdos, se vuelven cada vez más efectivas cuando se basan en la reproducción cultural como en la interacción social, o en la formación de la personalidad, en lo individual.

La Acción Comunicativa como concepto, entonces, implica para Habermas cuatro supuestos: inteligibilidad, verdad, rectitud y veracidad. Estos, según Habermas, forman la base de validez del habla. El uso primario del lenguaje sería el orientar su empleo al entendimiento. El lenguaje sirve para ayudarnos a comunicarnos, y para poder comunicarnos son precisos esos cuatro supuestos; y el lenguaje nos “obliga” a cumplirlos. En la próxima publicación, cómo se describen estos cuatro supuestos, y cómo se relacionan con el lenguaje y la comunicación social.

martes, 25 de octubre de 2016

Relación tripartita en el signo según Peirce

Charles Sanders Peirce (1839-1914), filósofo estadounidense, uno de los pioneros de la idea de Semiótica, trabajó una definición tripartita muy particular del signo, para que éste sea una cosa que representa a otra para alguien:
"Un Representamen es el Primer Correlato de una relación triádica; el Segundo Correlato se llamará su Objeto, y el posible Tercer Correlato se llamará su Interpretante, por cuya relación triádica el posible interpretante es determinado para ser el Primer Correlato de la misma relación triádica con el mismo Objeto, y para algún posible Interpretante. Un Signo es el representamen del cual algún interpretante es una cognición de alguna mente. Los Signos son los únicos representámenes que han sido muy estudiados".
Tomado de sus Collected Papers.

lunes, 24 de octubre de 2016

Recordando a Mandelbrot

En el mes de octubre de 2010 falleció, a sus 85 años de edad, el matemático polaco Benoît Mandelbrot, que además tuvo nacionalidad francesa y estadounidense. Mandelbrot fue especialmente conocido por su legado en la geometría y conjuntos fractales. Es considerado el principal responsable del auge de este campo de las matemáticas desde el inicio de los años setenta, entre otras cosas por utilizar la herramienta que se estaba popularizando en ésta época, el computador, para trazar los más conocidos ejemplos de geometría fractal: el conjunto de Mandelbrot. Desde que él formuló las ecuaciones y luego se concretó su realización vía ordenador, las imágenes de este conjunto se han hecho populares. A seis años de su partida, aquí coloco seis interpretaciones artísticas de sus famosos modelos.






domingo, 23 de octubre de 2016

Una frase de Egon Schiele

Egon Leo Adolf Schiele, más conocido como Egon Schiele (1890-1918), fue un pintor y grabador austriaco contemporáneo y discípulo de Gustav Klimt, y se le considera como uno de los grandes artistas figurativos de principios del siglo XX; junto con Oskar Kokoschka conformaron lo que se conoce por expresionismo austriaco. Aquí una de sus muy celebradas frases: 

"El arte no puede ser moderno, el arte es eterno".


 
Autorretrato de Egon Schiele, quien murió a la temprana edad de 28 años. 

sábado, 22 de octubre de 2016

Tiempo prestado

"Borrowed time" (Tiempo prestado) es el nombre de un corto de animación 3D estrenado en 2015, que fue realizado y dirigido por Andrew Coats y Lou Hamou-Lhadj, que forman Quorum Films. Estos dos animadores digitales trabajan para la empresa Pixar, y eso se nota en todos los detalles del film. Sin duda tiene toda la estética propia de ese famoso estudio, aunque la trama está bastante alejada de lo que usualmente nos presentan. Eso es, justamente, lo que hace más notable e interesante al cortometraje. 

Trabajaron durante cinco años en sus tiempos libres, para poder tener un enfoque propio y profundo. La música es del argentino Gustavo Santaolalla. La película ha ganado muchos premios y reconocimientos entre 2015 y 2016, y su historia muestra cómo un veterano sheriff intenta superar los recuerdos de su juventud que le atormentan. Bajo la apariencia de un western animado, se encuentra en realidad un relato emotivo y a la vez amargo. Muy bien logrado. 

Aquí el sitio Web, muy atractivo también: http://www.borrowedtimeshort.com/






viernes, 21 de octubre de 2016

Brixo: ladrillitos electrónicos

Dos ingenieros físicos israelíes, Amir Saraf y Boaz Almog, inventaron unos pequeños ladrillos de juguete, idénticos a los de LEGO, para poder armar juguetes con movimiento que no requirieran de cableado: los BRIXO. Estos ladrillitos plásticos están cubiertos de una capa de cromo, que conduce pequeños volúmenes de electricidad almacenada. De esta forma se pueden armar circuitos que hacen mover pequeños motores, así como iluminar alguna piezas especiales con leds. Si bien no tienen nada que ver con la marca Lego, son totalmente compatibles. Esta es una novedosa manera de combinar el juego de armar tradicional, con la nueva tecnología electrónica. ¡A jugar!

http://www.getbrixo.com/




jueves, 20 de octubre de 2016

El trabajo artístico digital de Daito Manabe

Daito Manabe es un joven artista japonés, radicado en Tokio, que desde hace unos 15 años viene desarrollando una vertiente del arte digital ligada a los adelantos técnicos, usando esa tecnología como un medio y no como un fin. Su campo de interpretación es muy amplio, pues ha sido desde disc-jockey hasta ilustrador, manejando programas de computación, formas de actuación en directo y generación de videos digitales en 3D.

Se le considera uno de los más importantes artistas de esta generación, por su creatividad y originalidad en el uso de las tecnologías, que además mezcla muchos estilos, incluyendo presentaciones tipo performance y actuaciones en vivo. Usa máquinas, drones, lasers, pantallas, renderizaciones y toda una serie de artilugios para armar todo tipo de obra tridimensional, que hace de su creación una experiencia multimedia y multisensorial.

Aquí coloco un video en el que se le entrevista y se muestra una parte de su obra. En la Web hay muchos ejemplos de su producción. Este es su sitio y su perfil en facebook.

http://www.daito.ws/

https://www.facebook.com/daito







miércoles, 19 de octubre de 2016

Frédéric Martel y la cultura mainstream

En 2010, el periodista, investigador y escritor francés, Frédéric Martel -nacido en 1967-, publicó un muy interesante libro, en el que aborda el tema de las culturas de masas en este mundo globalizado, y analiza cómo surgen los actuales fenómenos masivos mediáticos: Cultura Mainstream. Habiendo trabajado muchos años para la administración pública en Francia, su interés académico lo llevó a doctorarse en sociología, y estudiar los fenómenos sociales que generan las industrias culturales, independientemente de las ideologías y las visiones tradicionales de estos fenómenos.   

La "cultura mainstream" se refiere a aquella producida de manera masiva para las grandes masas, y que señala una forma de expresión válida para las grandes colectividades, creadas por grandes sistemas económicos y de entretenimiento. Lo notable es que aunque se haya querido ver esta forma de cultura de manera despectiva en sus valores de calidad, y como una manifestación de imperialismo estadounidense, la verdad, según Martel, es que hoy en día esta tendencia no es exclusiva de los EE.UU., y no necesariamente representa una manifestación devaluada de otras maneras culturales. Sin negar el poder y capacidad yanqui  para elaborar productos masivos, no debe soslayarse cómo otros países, otras culturas y otras sociedades han desarrollado sistemas similares de comunicación masiva. 

No se puede eludir el fenómeno de redistribución (y de alguna manera, equilibrio de dominación) de los focos de emisión de contenidos que se están realizando naciones emergentes como China, Brasil México, India o Egipto. Estas naciones tienen grandes mercados, y no son solo los creadores norteamericanos los que imponen su estilo y cultura. El fenómeno Bollywood, en la India, es claro ejemplo. Más aún, destaca Martel, grandes consorcios estadounidenses de la información y el entretenimiento se han visto desplazados por generadores locales de cultura mainstream (la corriente principal, la moda dominante, la tendencia popular), e incluso han fracasado en la penetración hacia nuevos mercados. Lo notable, destaca Martel, es que esos generadores regionales entienden las necesidades de evasión y entretenimiento de sus propios pueblos, y han enfocado sus producciones para cumplir esos anhelos particulares. Según esto, se da ahora una nueva geopolítica de poderes paralelos. Otro ejemplo es el de Latinoamérica. Millones de personas se identifican con productos culturales no procedentes de los tradicionales centros de poder: el reggaeton, la bachata, el vallenato, las telenovelas mayameras o brasileñas, los concursos de belleza, son muestras de cómo se centralizan y distribuyen (y gestionan) estos modelos, que responden a una supuesta liberación popular. 

Lo mismo sucede entre los países árabes, con Egipto, las redes de T.V. (Al Yazzira y Al Arabiya), los países africanos y destacablemente en los asiáticos, donde ya no sólo la cultura japonesa se ha difundido y universalizado, sino también la coreana y ahora la china. Notablemente es en Europa donde la cultura propia ha ido sucumbiendo a la extranjera, no sólo por la influencia estadounidense, sino también por la enorme inmigración que trae sus propios valores. Como conclusión, Frédéric Martel hace notar que algo nuevo está pasando con con la industria de contenidos culturales, que supera las ya conocidas ideas de la Escuela de Frankfurt, puesto que la globalización y el ciberespacio han modificado las influencias y los centros de poder comunicacional. Esto, que puede ser igual de amenazador, puede ser también visto como compensador, puesto que convierte una centralización en una multiplicación. La nueva guerra mundial por los contenidos ha comenzado. ¿Es esto positivo o negativo? Es muy pronto para saberlo.     

La Editorial Taurus de Madrid, ha publicado el libro de Fréderic Martel, Cultura Mainstream, cómo nacen los fenómenos de masas, en 2011, empaquetado en un tetrabrik de catón de leche, como todo un producto industrial.  

martes, 18 de octubre de 2016

La "semiotiké" de John Locke

Uno de los más brillantes pensadores ingleses, exponente destacado del empirismo y la filosofía liberal, es John Locke (1632-1704). Entre sus múltiples textos destaca su Ensayo sobre el entendimiento humano, de 1690, donde afirma que la mente humana nace tamquam tabula rasa; es decir, en el momento de su nacimiento, la mente de un niño carece de ideas: es como un papel en blanco en el que no hay ninguna idea escrita. Todas las ideas proceden de la experiencia, y de la experiencia procede todo nuestro conocimiento. Experiencia no significa únicamente en Locke experiencia externa; igual que percibimos el exterior (por ejemplo, el canto de un pájaro), percibimos nuestro interior (por ejemplo, que estamos furiosos). En consecuencia, dos son los ámbitos de la experiencia: el mundo exterior, captado por la sensación, y el de la conciencia o interior, captado por la reflexión.

Es  por esto que que Locke entiende que las palabras son claves para esta comprensión, y que los signos son indispensables para el pensamiento. Las ideas se expresan por las palabras o sonidos articulados, que son los que resultan más útiles para el común de los hombres. De allí que el signo cobre gran peso, por lo que cree que aproximarse a una ciencia del signo, sobre todo de aquel que tiene que ver con la lingüística, que son los más adecuados para el intercambio conceptual.

El signo abarca entonces tres aspectos: el que tiene que ver con la naturaleza de las cosas y cómo operan; el que se relaciona con las acciones y sus fines, desde el punto de vista volitivo y racional; y que que implica un modo de alcanzar y comunicar ambas cosas conjuntas. Lo más curioso es que para desarrollar esta idea de signo como expresión del pensamiento, utiliza un neologismo extraído del griego: la palabra SEMIOTIKÉ, que Locke deriva de un término acuñado hacia finales del siglo XVIII por un impresor y compilador humanista francés:  Henricus Stephanus, que había escrito en un tesauro el término "semeiotiké" (otro neologismo), para referirse al estudio de los signos. La palabra "semiotiké" va a ser reusada dos siglos después para definir la ciencia de los signos: la semiótica.


lunes, 17 de octubre de 2016

Un paisaje en composición digital

Una imagen de un paisaje abstracto, en composición digital, imagen hallada de uso libre en la Web. Otra muestra de la actual estética digital en el ciberespacio.  


domingo, 16 de octubre de 2016

Protosemiótica (y 6)

El pensamiento filosófico medieval, donde la Escolástica tuvo un gran peso, estuvo representada por varios eruditos que, de manera directa o indirecta, abordaron el tema del signo, el símbolo y los significados de las cosas. Algunos, como ya he señalado en las publicaciones anteriores, aludiendo a las ideas aristotélicas del sentido y la representación; otros, como Raimundo Lulio (1232-1315), asumen un enfoque lingüístico propiamente. Pero quien mejor representa lo que podemos llamar una "protosemiótica" (que sienta las bases de lo que después entenderemos como semiología y semiótica propiamente dicha) es Santo Tomás de Aquino.   

Tomás de Aquino (1225-1274), una de las mayores figuras de la teología sistemática, fue muy popular por su aceptación y comentarios sobre las obras de Aristóteles, señalando, por primera vez en la historia, que eran compatibles con la fe católica, lo cual hizo que muchos otros cristianos continuaran por esta senda de pensamiento. Entre la tantas cosas que él abordó, está el tema del lenguaje y del verbo como signo. 

Define el signo como "aquello por lo que alguien llega al conocimiento de otra cosa", por lo que los signos conducen al conocimiento de otras cosas. De ahí se deduce que un signo implica una relación entre tres elementos: el signo como tal, el significado y la facultad cognoscitiva. También afirma que los hay de dos tipos: formales e instrumentales. En el primero el fundamento es la forma abstraída o imagen. En el segundo, que puede dividirse en dos tipos (naturales y convencionales), el fundamento es el vínculo, de causalidad si es natural, de convención, si está convenido socialmente. 

Es en el primero -el signo formal- donde hace mayor énfasis, puesto que se corresponde al verbo, que permite la construcción de conceptos inteligibles. Además afirma que los objetos pueden convertirse en signos por imposición. Ese signo formal es inteligible, y puede entenderse en su máxima expresión: la palabra. Por su parte, el signo sensible, material o instrumental, es aquel representa algo, bien sea de origen natural (lo que podemos entender intuitivamente) o de origen social (cuando surge de los acuerdos colectivos). En este caso se trata de una representación más allá de lo sensible. Pone Tomás de Aquino como ejemplo la cruz cristiana; cuando se mira al objeto, no se entiende al objeto mismo (un par de leños cruzados), sino lo que trasciende de el: Cristo redimiendo a la humanidad.

En sus textos, Santo Tomás de Aquino analiza diversos aspectos conceptuales y teológicos de los signos, enfocándose básicamente en el aspecto del verbo y la palabra, como relación entre el pensamiento, la representación y el don divino del pensamiento abstracto. Estudia la gramática y desarrolla otros aspectos del concepto, el juicio y el significado, lo cual le convierte en un pionero del cual muchos otros filósofos y pensadores van a tomar inspiración, hasta bien entrado el siglo XIX. 


     
      

sábado, 15 de octubre de 2016

La idea de signo en Juan Duns Escoto

En su libro Super librum Elenchorum, en el que analiza algunas obras de Aristóteles, el sacerdote escolástico escocés Juan Duns Escoto (1266-1308), formula una definición de "significación", que puede considerarse una referencia para muchas teorías semióticas posteriores. Dice:
"Significar es representar algo al intelecto, luego lo que significa es concebido por el intelecto. Pero todo lo que es concebido por el intelecto se concibe bajo una noción distinta y determinada, porque el entendimiento es cierto acto, y, por ello, lo que entiende lo distingue de otras cosas. Luego todo lo que significa, se significa bajo un razón distinta y determinada".
Es interesante ver cómo esta definición influye en muchos semiólogos del siglo XX. Es, sin duda, una consecuencia de las ideas escolásticas y aristotélicas, que delimita el significar por  el representar: el signo como un representamen.

viernes, 14 de octubre de 2016

Protosemiótica (5)

Si bien la idea de  SEMIÓTICA corresponde a una definición generada en el Siglo XX, los conceptos sobre el signo, el símbolo, los significados y sus repercusiones tienen muchas centurias de antigüedad. En la Baja Edad Media, en Europa, los clérigos que se ubicaron epistemológicamente en la Escolástica, trabajaron justamente esas nociones. Notables son Roger Bacon (1214-1294), Guillermo de Ockham (1285-1347), Juan Duns Escoto (1266-1308) y el más destacado, Santo Tomás de Aquino (1225-1274). Los dos primeros trabajaron definiciones de signo y su derivados, con claras influencias aristotélicas. 

Roger Bacon tiene un tratado, De signis, aplicado al lenguaje y a los signos. Allí dice que signos en acto y signos en potencia. Cuando algo puede ser signo pero no lo es para alguien para quien significar, es signo en potencia; y lo es en acto cuando significa algo para alguien. Define entonces que signo es aquello que, ofrecido al sentido o al intelecto, designa algo al mismo intelecto. Va entonces más allá de lo que proponía San Agustín, pues el signo no sólo se ofrece a los sentidos. También divide los signos en naturales y artificiales, pero los subdivide en clases diferentes: natural de consecuencia, natural de conformidad, natural de causa, artificial deliberado y artificial intuido. En este sentido, él habla de formas de significar, en particular en la lingüística, donde los términos son artificios con voces significativas. En este sentido, admite la propuesta aristotélica de que los nombres, los símbolos y los signos artificiales son, básicamente arbitrariedades.

Por su lado, Guillermo de Ockham. en su libro Suma de lógica, habla de interpretar la idea de signo de dos maneras: una, tomando "signo" por todo aquello que, aprehendido, hace llegar al conocimiento de alguna cosa, aunque no haga llegar a la mente al conocimiento primero de eso. Otra, que surge de las proposiciones verbales, que hace apto para ser comprendido mediante su significación. Esto trae implícitamente (como para Bacon) la distinción entre signo natural y artificial. Ockham también toma la vía aristotélica de convención sígnica, pero añade además la propuesta de noticia recordativa, y no olvida estudiar la imagen como signo conmemorativo. Todas estas ideas, sin ser aún una verdadera ciencia semiótica, se muestran como antecedentes claros, que van a influir a los pensadores de esta ciencia en el Siglo XX.   


jueves, 13 de octubre de 2016

Protosemiótica (4)

Durante el inicio de la Edad Media, algunos filósofos y pensadores también dedicaron algunos estudios al SIGNO, como hecho particular para analizar, comprender, representar o describir la realidad y los pensamientos. El pionero en este sentido es San Agustín de Hipona (354-430 d.C.), quien en varios de sus textos hace referencias a las ideas de signos y símbolos, aplicados a la concepción cristiana. De hecho en su libro De doctrina christiana, dice que las cosas se dividen en signos y significables. Ahí da una definición que va a ser referencial: "Signo es la cosa que, además de la especie (o imagen) que introduce en los sentidos, hace pasar al pensamiento de otra cosa distinta". Y propone varios ejemplos: naturales como las huellas, el humo; y artificiales, como el lenguaje, los sonidos musicales. 

San Agustín asoma la idea de distinción entre lo que podemos llamar "lenguaje objeto" y "metalenguaje", pues además de significar objetos, afirma que los signos o palabras pueden designar otras palabras. También examina las relaciones de los signos ente sí (sintaxis), las relaciones de los signos con los significados (semántica) y las relaciones de uso de los usuarios con los signos (pragmática). Aquí hay unos principios semióticos evidentes. Es innegable que él tiene una inspiración platónica, y que sus nociones influyeron en el pensamiento medieval durante casi mil años.

No obstante, algunos filósofos cristianos del medioevo, como Roger Bacon (1214-1294) o Guillermo de Ockham (1285-1347), consideraron estos conceptos como limitados o incompletos. La idea signo sensible no incluía el signo inmaterial. Estos dos clérigos ingleses, ambos franciscanos, van a postular formas de análisis del signo tratando de ampliar la base lógica apuntada por San Agustín. Esto dentro del pensamiento Escolástico, característico de la Baja Edad Media, como se verá en la próxima publicación.    



miércoles, 12 de octubre de 2016

Protosemiótica (3)

Se conoce como Estoicismo a uno de los movimientos filosóficos que, dentro del periodo helenístico, adquirió mayor importancia y difusión. Fue fundado por Zenón de Citio (332 a.C.-263 a.C) alrededor del 300 a. C. , siendo reconocido y seguido por muchos otros pensadores griegos; notablemente Cleantes de Aso (330 a. C.-232 a. C.) y Crisipo de Solos (278 a.C.-208 a.C.). Fundamentaron sus propuestas en ideas de sencillez y naturalidad, centradas en la búsqueda de la libertad y la tranquilidad, ajenas a las comodidades materiales y la fortuna externa, por lo que se dedicaron a una vida guiada por los principios de la razón y la virtud. Los estoicos (llamados así por su centro de difusión, el Templo de Stoa Poikele, en Atenas), dividieron su filosofía en tres partes: la lógica (teoría del conocimiento y de la ciencia, que incluye la Retórica y la Dialéctica), la física (ciencia sobre el mundo y sobre las cosas) y la ética (ciencia de la conducta y las relaciones humanas). Todas ellas se refieren a aspectos de una misma realidad.

Dentro de los planteamientos de Zenón de Citio está el estudio de los signos como forma de comprensión y representación de la realidad y sus hechos, lo que lleva a un análisis de los significados que podemos aceptar como una semiótica primigenia o protosemiótica. Si bien no quedaron los propios escritos de Zenón, lo que sus discípulos registraron define una clara serie de ideas sobre el signo y sus formas. 

Lo primero que los estoicos introducen es el concepto de acontecimiento sígnico, que consiste en entender que existen fenómenos de relación entre los objetos, sus concepciones mentales y sus representaciones. De alguna manera combinan así las ideas platónicas y las aristotélicas. Del platonismo toma esa entidad ideal o abstracta que no se puede reducir a lo corpóreo ni al pensamiento, puesto que subsiste por sí misma; y del aristotelismo toma el hecho de que debe haber un objeto físico al que designa el signo. Así, además de introducir al usuario del signo en el acontecimiento sígnico, introducen otros tres elementos: el signo (significante), el significado (sentido) y la denotación (referencia u objeto). los términos propuestos por los estoicos son: el semainon, el lektón y el pragma.  En el caso del lenguaje hablado, el significante es el sonido mismo; lo significado es la cosa que se manifiesta con ese sonido; y el objeto es lo que existe en el exterior.

El signo y el objeto son cosas físicas. En cambio el lektón no es un objeto físico ni pensado. Es una abstracción, con subsistencia propia. Puede ser completo, si agrega toda la información posible, o incompleto, si sólo abarca parte del contenido. Esta propuesta teórica de los estoicos trabaja también al signo en general, más allá de lo lingüístico o verbal. Lo curioso es que se explica que los signos tienen que ser "materiales" (marcas, sonidos, letras, hechos, dibujos, figuras), con lo que se excluyen los signos mentales como los conceptos, pensamientos o abstracciones. Sin embargo, los signos sí pueden hacer referencia a cosas abstractas. También aquí se asoma la idea de señal y de símbolo, sólo que vista desde otra perspectiva: lo indicativo. Muchas de estas ideas van a servir luego de base a los siguientes pensadores que desarrollaron otras formas de entender, explicar y definir los signos.

martes, 11 de octubre de 2016

Una de Zenón de Citio

“Tenemos dos orejas y una sola boca, justamente para oír más y hablar menos.”

Zenón de Citio (332-263 a. C.) filósofo griego, fundador de la Escuela Estoica.  


lunes, 10 de octubre de 2016

Una frase de Aristóteles

Aristóteles (nacido en Estagira, Macedonia griega, en 384 a. C. y fallecido en Calcis, en 322 a. C.), fue un destacado filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia, cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios. En la publicación anterior hicimos referencia a su pensamiento sobre lo que podemos llamar una protosemiótica, una aproximación a la idea de los signos. Esto se relaciona con el habla y el pensamiento. Aquí coloco una frase suya al respecto:

"Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla".


Se afirma que escribió cerca de 200 tratados (de los cuales solo nos han llegado 31) sobre una enorme variedad de temas, entre ellos: lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología. Aristóteles transformó muchas, si no todas, las áreas del conocimiento que abordó, incluyendo lo que hoy llamamos semiótica: el estudio de los signos.

domingo, 9 de octubre de 2016

Protosemiótica (2)

Habiendo señalado que la semiótica (como la semiología) es la disciplina que estudia los signos y sus relaciones, es importante saber que si bien el ser humano ha construido signos desde que que es capaz de comunicarse, es bastante reciente su desarrollo y epistemología. Ello no quiere decir que desde antiguo se estudiaran los sentidos y sus conformaciones, pero no sino hasta el siglo XX que se admite como una ciencia humana en todo su cuerpo ontológico. No obstante, podemos hablar de algunos antecedentes, que son los que corresponden a una protosemiótica. 

Si bien todas las culturas han desarrollado formas simbólicas y diferentes signos según sus formas de comunicación, donde más se ha aplicado el estudio semiótico es en el mundo occidental. Los antecedentes a una teoría semiótica los podemos ver ya en la civilización griega. Sin duda hay que nombrar a los tres grandes sabios de la Grecia antigua como pensadores que abordaron el tema del significado: en Sócrates, el signo es un "efecto" de lo daimónico (lo espiritual o perteneciente al otro mundo), y eventualmente podría verse por detrás de él, sin necesidad de transformar el signo mismo en un hecho o realidad -según él, los seres humanos poseían un Dáimon, el cual definía como “voz profética dentro de cada quien, proveniente de un poder superior, que era una señal de la divinidad”. Sócrates localizaba su Dáimon en su interior, por lo que eso le permitía comunicarse con él individualmente-. Aquí aparece entonces su idea de signo.

Platón, por su parte, trata sobre el origen del lenguaje y de los nombres, a los que considera hechos naturales. Ello responde a su visión de las ideas prototípicas de las cosas, como formas innatas. Según él, la imposición de los signos, nombres y lenguajes, responde a la contemplación de las ideas-formas de los hechos y objetos mismos. Aristóteles, en cambio, defiende una postura contraria: el signo lingüístico es totalmente arbitrario o cultural, no natural. Mantiene con el objeto una relación artificial, de imposición, originada en la convención humana. Esta propuesta es la que más se acerca a las ideas de semiología que se manejan hoy en día.
      

sábado, 8 de octubre de 2016

Protosemiótica (1)

En este blog he hablado varias veces sobre la semiótica y sobre la semiología. Si bien ambos términos son afines (e incluso a veces se les usa indistintamente), realmente tienen orígenes diferentes y por esto, sentidos ligeramente distintos. En ambos casos estamos hablando de lo que Mauricio Beuchot llama "la ciencia que estudia al signo en general". Usualmente se estila pensar que la semiótica, propuesta por Charles Sanders Peirce, es afín a las escuelas sajonas de pensamiento, en tanto la semiología, postulada por Ferdinand de Saussure, está desarrollada por las escuelas latinas. Si bien esto no es totalmente cierto, sí responde un poco a las líneas filosóficas que originaron ambas teorías.

En todo caso, si usamos el término "semiótica" como ciencia que estudia los diferentes sistemas de signos que permiten la comunicación entre individuos, sus modos de producción, de funcionamiento y de recepción, estaremos también incluyendo la idea de semiología. Lo que es interesante destacar, es que si bien el uso de signos y sus formas variantes (señales, símbolos, códigos) se puede asociar a la aparición del ser humano racional (los Homo), no es sino hasta que el hombre es capaz de fijar representaciones en el tiempo que se establece una verdadera semiótica. Los Neanderthaleneses y Cromañones dejaron rastros de pinturas rupestres, ya en tiempos anteriores al Homo Sapiens, lo cual es una forma de protosemiótioca, es decir, una primera representación de la realidad en símbolos, signos que representan hechos, seres, objetos y pensamientos. Esto sucedía hace unos 40 mil años.

Fueron necesarios muchos milenios para que el Homo Sapiens desarrollara sistemas de signos eficientes y que formaran parte de colectividades culturales significativas. Los primeros sistemas simbólicos no se pueden clasificar como escritura en sí mismas, pero comparten algunas características que le anteceden. Estos sistemas se pueden describir como protoescritura y utilizaban símbolos ideográficos o mnemónicos, que podían transmitir información, si bien estaban desprovistos de contenido lingüístico directo. Es a partir de estas representaciones, que datan ya del décimo milenio A.C. que podemos hablar de signos propiamente dichos. De aquí en adelante se puede seguir la evolución de una protosemiótica, como veremos en las próximas publicaciones.



viernes, 7 de octubre de 2016

Una pregunta sobre la imagen y una respuesta

En un texto de 1996 ("What do pictures really want?", que forma ahora parte de un libro editado en 2005, ¿Qué quieren realmente las imágenes?), el profesor norteamericano de historia del arte, W. J. T. Mitchell, se pregunta:
"Las preguntas dominantes sobre las imágenes en los trabajos recientes de
cultura visual e historia del arte han sido interpretativas y retóricas. Queremos
saber qué significan las imágenes y qué hacen: cómo se comunican en tanto
signos y símbolos, qué tipo de poder tienen para afectar las emociones y el
comportamiento humano".
Tras un análisis que incluye diferentes abordajes, concluye:
"Lo que quieren las imágenes entonces es no ser interpretadas, decodificadas,
adoradas, aplastadas, expuestas, desmitificadas o bien fascinar a sus
espectadores. Ellas ni siquiera pueden desear que se les conceda subjetividad o
personalidad por sus bienintencionados comentaristas, quienes piensan que la
humanidad es el mayor cumplido con el que podrían pagar a las imágenes.
Los deseos de las imágenes pueden ser inhumanos o no humanos, modelados
por figuras de animales, máquinas o cyborgs, o por incluso imágenes más
básicas —que Erasmus Darwin llamó "los amores de las plantas". Lo que las
imágenes en última instancia quieren es simplemente ser preguntadas qué
quieren, con la comprensión de que la respuesta pueda ser nada en absoluto". 
Una conclusión que en vez de cerrar el tema, lo abre hacia muy diversas interpretaciones. Siendo la imagen un concepto tan amplio, complejo e importante, no podía ser de otra forma. Aquí el enlace al artículo completo de Mitchell.

http://www.javierfresneda.com/files/gimgs/WJT%20Mitchell%20-%20Que%20quieren%20realmente%20las%20imagenes%20[cocompress].pdf


"Movimiento heroico" Theo Van Doesburg, 1916 

jueves, 6 de octubre de 2016

Intervenciones fotográficas de Antonio Briceño

Nacido en Caracas, Venezuela, en diciembre de 2016, el fotógrafo y artista visual Antonio Briceño estudió la carrera de biología, y luego se abocó a la fotografía, dedicándose a retratar toda forma de naturaleza (la natural y la humana). Recientemente (2015) sacó su Maestría en Artes Digitales en Barcelona, España, y es reconocido por la originalidad de su trabajo fotográfico, en los que incluye manipulación y transformaciones digitalizadas. 

Desde su adolescencia se interesó por la fotografía y por la naturaleza, por lo que trató siempre de combinar ambas pasiones. Aunque se graduó en 1993, desde 1987 comenzó a exponer sus trabajos, y y en 1988 participa en el Primer salón de jóvenes fotógrafos en el Museo de Arte Contemporáneo. A partir de 1991 comenzó a viajar y a retratar paisajes y ambientes del mundo, desde los bazares en Marruecos, Siria y Túnez, hasta las plazas en India y Pakistán. Durante la década de 1990 viaje, realiza trabajos documentales, expone y comienza a experimentar con la manipulación fotográfica.

A partir del año 2000 inicia una serie de trabajos por toda América: 7 años, 10 culturas, 6 países, 60 fotografías, en los que exalta el ser y la naturaleza de estos lugares. Luego estudia y perfecciona el manejo de Photoshop y otras herramientas digitales, que le servirán para sus posteriores proyectos. Es cuando se integra al campo de lo digital. De esta experiencia surgen sus más recientes colecciones. Desde 2004 retrata formas naturales y las procesa, o hace secuencias sobre un mismo tema. En 2009 dedica su trabajo a la naturaleza y a las especies en extinción y produce su muestra "Zoodíaco Tropical".  Desde ahí hasta el día de hoy, ha realizado varias series y exposiciones: 520 Renos, 144 Paisajes, Míranos, Millones, Las Plañideras y Omertá Petrolera. Muchas de ellas presentan imágenes tratadas con Photoshop y otros programas informáticos. Aquí coloco algunas de las imágenes de estas recientes muestras.

Su sitio Web: http://www.antoniobriceno.com/spanish/curriculum.html  










Gracias a Lisbeth De Cambra por los datos sobre Antonio Briceño