El signo síntoma, es la segunda especie de formas sígnicas que el lingüista estadounidense Thomas Sebeok identifica en su clasificación semiótica de los signos (ver esta publicación aquí). Un "síntoma" es un signo compulsivo, de alguna forma automático y no arbitrario, que es capaz de mostrar, para un perceptor "X", un mensaje propio.
Afirma Sebeok que en este caso, hay un significado unido a su significante a la manera de un enlace natural. Por su parte, y en el mismo concepto, se tiene al síndrome, que es una configuración de signos-síntoma, regida por normas, con una configuración estable. Si bien estos términos tienen connotaciones médicas, se pueden usar metafóricamente: "El origen de la antropología moderna fue un síntoma del colonialismo".
En el caso de los síntomas, sus sentidos pueden ser diferentes para el emisor y para el receptor -usando los términos tradicionales-, porque si hablamos de un paciente, éste tiene una percepción subjetiva de un síntoma que el experto puede tratar objetivamente. El asunto es la interpretación. Eso es notable en el caso de la medicina.
El síntoma también puede identificarse con el indicio -que no es índice-, porque impulsa a la percepción de un contenido implícito no intencional. Pero en todo caso, no puede considerarse como elemento comunicacional, porque no hay ni convención ni intencionalidad, por más que haya significación implícita. Los síntomas pueden figurar en los sistemas paradigmáticos de signos (o sea, que tienen un sentido que puede ser decodificado), pero no en los sistemas lingüísticos, justamente por la ausencia de convención intencional. En la siguiente publicación, los signos icónicos.
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