martes, 28 de agosto de 2018

Estilo y "styling"

En el campo de la estética, el estilo es una noción importante. De hecho, una de las concepciones de estética, justamente tiene que ver con el estilo, que es el carácter propio que da a sus obras un artista o un creador, así como el conjunto de características que identifican una tendencia artística de una época, o de un género o de un autor determinado, como ya he referido antes (ver http://ciberestetica.blogspot.com/2011/01/el-estilo.html). No obstante, el estilo también puede ser visto como una forma de diseño o una exageración cursi. Una aproximación bastante polémica al estilo es la del "styling" o "estilismo", que es un término que se usa para referirse a una de las ideas del diseño con énfasis en la presentación de un producto en su aspecto atractivo para los consumidores, con el fin de venderlo más allá de su funcionalidad. De hecho, esta filosofía se opone, de alguna manera, al funcionalismo. 

En los Estados Unidos, este movimiento tuvo mucha fuerza durante los años 1920 y 1930, período en el que la depresión económica obligó a los diseñadores a competir más allá de la utilidad en los productos vendidos. Esta tendencia, que puede verse como una exageración del ornamento para hacer notable un producto, se expandió a Europa y el mundo durante las siguientes décadas, hasta que el minimalismo se puso de moda a partir de 1970.  El styling puede asociarse a la expansión de la profesionalización del diseño en los Estados Unidos, junto con la consolidación de la figura del diseñador como consultor de empresas, formando asociaciones con la industria estadounidense.

El styling abarca el rediseño del producto a partir de su apariencia exterior, aunque la estructura funcional quedara inalterada. De hecho, los críticos de esta estética de los superficial, señalan que sólo intenta hacer el modelo superficialmente atrayente, para disfrazar eventuales fallas en la calidad. Según teóricos como John Heskett, Gui Bonsiepe, Tomás Maldonado o Bruno Munari, el styling sólo se ocupa de lo superficial sin trascender en la utilidad del objeto diseñado. Por eso es importante separar el ESTILO del ESTILISMO.

Claro, como los fabricantes advirtieron que el embellecimiento del aspecto exterior de un producto era una forma de estimular su compra, y esa tendencia tuvo fortuna (y tiene éxito aún), muchos diseñadores aún trabajan con el simple ornamento, por encima del utilitarismo. El Barroco y el Rococó son antecedentes históricos de esta postura, pero en la actualidad el enfoque es más hacia el mercado que hacia el estilo. Se aplica a toda forma de industria, moda, muebles, y diseño en general. Hoy en día se habla también de "fashion styling", como veremos en la próxima publicación.






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