domingo, 17 de enero de 2021

La sociedad del espectáculo, de Guy Debord

En 1967 el filósofo francés, Guy Debord (1931-1994), publicó un libro relativamente breve pero muy denso, titulado La sociedad del espectáculo, en el que aborda un tema que aún sigue siendo vigente: no somos sino parecemos. En este texto conceptualiza la noción sociopolítica de "espectáculo", argumentando que la historia de la vida social se puede entender como "la declinación de ser en tener, y de tener en simplemente parecer". Hoy vivimos de la imagen, no de la realidad.

El libro consta de nueve capítulos :
I. La separación perfecta
II. La mercancía como espectáculo
III. Unidad y división en la apariencia
IV. El proletariado como sujeto y como representación
V. Tiempo e historia
VI. El tiempo espectacular
VII. La ordenación del territorio
VIII. La negación y el consumo de la cultura
IX. La ideología materializada

Como se desprende de estos títulos, los tópicos están claros. Debord argumenta que los medios, la realidad económica, la tecnología, han transformado la condición humana. Esta condición, en la que la vida social auténtica se ha sustituido por su imagen representada, es la resultante del momento histórico en el cual la mercancía completa su colonización sobre vida social. Es decir, todo es mercancía, hasta nuestra imagen. El espectáculo es la imagen invertida de la sociedad en la cual las relaciones entre mercancías han suplantado relaciones entre la gente, en quienes la identificación pasiva con el espectáculo suplanta la actividad genuina. "El espectáculo no es una colección de imágenes", dice Debord,"en cambio, es una relación social entre la gente que es mediada por imágenes". El espectáculo no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas mediatizada por imágenes. Señala: 
"El espectáculo, comprendido en su totalidad, es a la vez el resultado y el proyecto del modo de producción existente. No es un suplemento al mundo real, su decoración añadida. Es el corazón del irrealismo de la sociedad real. Bajo todas sus formas particulares, información o propaganda, publicidad o consumo directo de diversiones, el espectáculo constituye el modelo presente de la vida socialmente dominante. Es la afirmación omnipresente de la elección ya hecha en la producción y su consumo corolario. Forma y contenido del espectáculo son de modo idéntico la justificación total de las condiciones y de los fines del sistema existente. El espectáculo es también la presencia permanente de esta justificación, como ocupación de la parte principal del tiempo vivido fuera de la producción moderna".

Estas concepciones se basan en cierta forma en las ideologías marxistas y de alguna manera se pueden relacionar con las propuestas de la Escuela de Frankfurt. El libro, además de que está dividido en esos nueve capítulos, está presentado como una secuencia de 221 tesis, a la manara del Tractatus Logico-Philosophicus de Ludwig Wittgenstein. Algunas tesis son de una sola línea: "En el mundo realmente invertido lo verdadero es un momento de lo falso". Otras son más extensas y desarrollan claramente sus postulados. El libro termina con esta afirmación, la número 221:

Emanciparse de las bases materiales de la verdad invertida, he aquí en qué consiste la autoemancipación de nuestra época. Esta "misión histórica de instaurar la verdad en el mundo" no pueden cumplirla ni el individuo aislado ni la muchedumbre automatizada y sometida a las manipulaciones, sino ahora y siempre la clase que es capaz de ser la disolución de todas las clases devolviendo todo el poder a la forma desalienante de la democracia realizada, el Consejo, en el cual la teoría práctica se controla a sí misma y ve su acción. Únicamente allí donde los individuos están "directamente ligados a la historia universal"; únicamente allí donde el diálogo se ha armado para hacer vencer sus propias condiciones".

Aquí está el libro completo: http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/Societe.pdf

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