Sobre la holografía es interesante saber cómo se descubrió y desarrolló, y cómo se nos presenta técnicamente hoy. Dese el punto de vista de la ciencia, un holograma es el registro de la interacción de dos ondas coherentes, provenientes de fuentes puntuales y monocromáticas, en la forma de un patrón microscópico de franjas interferenciales. Estas ondas se fundamentan en el uso aplicado del láser, que es un dispositivo óptico que genera un haz luminoso de una sola frecuencia, monocromático, coherente y muy intenso, mediante la estimulación eléctrica o térmica de los átomos, moléculas o iones de un material. La holografía está ligada, entonces, a la invención del rayo láser.
En 1947 el científico alemán radicado en Inglaterra, Dennis Gabor (1900-1979), buscaba un método para mejorar la resolución y definición del microscopio electrónico, y se encontró casualmente con un método nuevo e interesante para formar imágenes; llamó a este proceso holografía, del griego holos, "todo", pero no fue hasta que a principios de 1960 se desarrolló la tecnología del láser que ese proceso pudo hacerse eficiente y útil. Varios físicos e ingenieros fueron contribuyendo a su mejora, y en en 1966, el profesor George Stroke, en la Universidad de Michigan, publicó An Introduction to Coherent Optics and Holography, el primer libro en el que se exponían los fundamentos teóricos de la nueva técnica. En 1968 Stephen Benton (1941-2003), científico del Instituto Tecnológico de Massachussets, desarrolló un tipo de holograma conocido como "holograma de arco iris" o de Benton, que tiene gran importancia al tratarse de un holograma de transmisión que no necesita del láser para su reconstrucción sino que se puede ver con luz blanca creando una imagen en colores en función del ángulo con el que se observa. Este va a ser el que sirva de fundamento a los que se fueron desarrollando a partir de la década de 1970.
Con esta técnica se logra que en un holograma la información esté distribuida igualmente en toda la película, de tal manera que si una pequeña parte de ella se corta, la escena entera puede observarse todavía a través de esa pequeña porción. Así, a diferencia de las fotografías convencionales, en el caso de los hologramas cada parte posee la información presente en el todo. A partir de este fundamento, se han dio creando otras formas de holografía, que se basan ya no en la impresión sino en la proyección. Estos son los hologramas 3D que se construyen en el espacio. Hasta ahora hay diferentes maneras de lograr esta reconstrucción espacial y se conectan con otras tecnologías, como la de Realidad Virtual y la de Realidad Mixta. Si bien los costos aún son altos para la elaboración de estos productos y faltan aún detalles por resolver, la holografía se está convirtiendo en un medio que se hace común, y pronto tendremos imágenes holográficas rodeándonos con toda normalidad.
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