En el campo de la mediática la producción audiovisual es clave, porque es el proceso mediante el cual se concretan los contenidos de los mensajes en esos medios audiovisuales. Ello incluye la televisión en todas sus formas, la radio y sus variantes, el cine y la multimedia. Se entiende como producción audiovisual a la creación de contenidos y su realización para medios de comunicación audiovisuales; especialmente la fotografía, el video, el cine y la televisión; independientemente del soporte utilizado (film, cámara de video, video digital, satélite, fibra óptica) y del género (ficción, documental, publicidad, relaciones públicas, entretenimiento). En el campo de la comunicación esto es fundamental, porque es lo que estructura la elaboración de los mensajes.
La producción audiovisual es el resultado de la combinación de varias necesidades: industriales, comerciales, de entretenimiento, culturales o artísticas. El análisis de estos factores va más allá de lo semiótico, estético o conceptual y se enfoca en los elementos estructurales del hecho mediático. Naturalmente, detrás de todas estas necesidades existe siempre, como hecho fundamental en lo que a importancia se refiere, una inversión de capital, una mezcla de trabajo y recursos técnicos y un plan organizativo.
El factor de realización implica muchos elementos, entre personal, fases y resultados. No hay un equipo de producción predeterminado, ya que serán la complejidad y el presupuesto quienes determinarán la extensión, las responsabilidades y el número de personas implicadas en el proyecto. Dependerá pues, básicamente, de que la producción sea profesional o no. Por otro lado, el proceso en general tiene tres fases:
a) Preproducción
b) Producción
c) Postproducción
En la siguiente publicación veremos en qué consisten estas fases y qué importancia tienen en la creación de un mensaje audiovisual para todos los medios: cine, televisión, radio e internet.
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