En su libro publicado en 1994 y revisado para la edición en español en 2000, Ciberia, la vida en las trincheras del ciberespacio, el escritor y columnista estadounidense de origen ruso, Douglas Rushkoff, nacido en 1961, analiza muchas ideas diferentes que giran en torno a la tecnología, las drogas y las subculturas en la Web y la internet. Analiza temas que van desde la cultura en línea, el concepto de cerebro global presentado en la teoría de Gaia y lo que se puede llamar el "neochamanismo". De esa edición española tomo esta cita, en la que se refiere a las curvas fractales, que él considera uno de los elementos más notables de la cibercultura en Ciberia.
"El fractal es el emblema de Ciberia. Basado en los principios de las matemáticas del caos, es al mismo tiempo una metáfora, un ícono, una manifestación de la moda y una herramienta de trabajo. Es a la vez un logro de las matemáticas informáticas de alta tecnología y una visión psicodélica, así que incluso como mera imagen es un puente que salva la distancia entre estos dos extremos de Ciberia en apariencia distantes o, mejor dicho, discontinuos. Una vez conectados los dos campos, emerge el verdadero espacio conocido como Ciberia".
Como ya he mostrado muchas veces en este blog, las fractales son una expresión muy relevante del cibermundo y del ciberarte, cosa que confirmamos con esta afirmación de Rushkoff. La cibertestética es, sin duda, una expresión de Ciberia.
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