domingo, 29 de diciembre de 2019

Intención, Intensión

El idioma español, considerado la tercera lengua del mundo por el total de hablantes, tras el mandarín y el inglés, y la tercera en la comunicación internacional, luego del inglés y del francés, está lleno de curiosidades, sorpresas y, cómo no, irregularidades. Aquí voy a hacer referencia a una dualidad que se conoce como homofonía, es decir, dos palabras se pronuncian igual pero se escriben de un modo diferente y tienen significados distintos; son homónimas y homófonas. Es el caso de INTENCIÓN e INTENSIÓN, que, curiosamente, tienen ambas que ver de alguna manera con la comunicación. 

El Diccionario de la Lengua Española dice:

INTENCIÓN: Determinación de la voluntad en orden a un fin. En otras palabras, qué se desea, qué se quiere lograr. En el campo de la comunicación es un elemento a tomar en cuenta, porque hay qué saber qué es lo que espera quien crea y difunde un mensaje, sobre su perceptor; bien sea en el campo de la comunicación humana interpersonal o en el campo de la llamada comunicación social o mediática. 

Por otra parte tenemos: 

INTENSIÓN: Conjunto de rasgos semánticos de una unidad léxica, por oposición a extensión. Aquí el tema es un poco más complejo, porque tiene que ver con la filosofía del lenguaje. La intensión de una expresión es su significado o connotación en contraste con la extensión de la misma, entendiendo como "extensión" a la amplitud del conjunto al que se aplica. 

En el caso de la intención, podemos decir que las "intenciones" del emisor de un mensaje son los fines que éste busca, según las teorías clásicas funcionalistas, modificando las conductas, reacciones o pensamientos de sus receptores.

Por otra parte, las "intensiones" son las extensiones a las que se aplica un término, y consiste en las entidades a las cuales la expresión se aplica. Un ejemplo: decimos "este hombre sí tiene corazón"; "este hombre sí tiene riñones". Todos los seres humanos tienen riñones y corazón, pero en este caso, la extensión se aplica a su significado connotado: no todos los hombres tienen "corazón" o "riñones", en su sentido figurado. Asumiendo que toda criatura con corazón posee un riñón, y viceversa, la extensión de estos dos términos será la misma. Pero obviamente difieren en cuanto a su semántica. Es la diferente intensión. 

Para la semiótica estos dos conceptos son muy importantes, porque tienen que ver con el valor de los signos, su INTENCIÓN, y con su aplicación y extensión: su INTENSIÓN. ¡Sutilezas del idioma!


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