Entendemos como semiótica a la ciencia o disciplina que estudia el uso de los signos y todas sus formas en la comunicación y en los ámbitos sociales. Se puede también hablar de semiología, que se define como la ciencia que estudia la vida de los signos en el seno del campo social. Ya en este blog he publicado sobre este tema de la semiótica, sus definiciones y variantes, distintas entradas, destacando el valor que tienen los signos y su análisis en el mundo contemporáneo. Es también importante nombrar a Charles Sanders Peirce (EE.UU., 1839-1914) y a Ferdinand de Saussure (Suiza, 1857-1913), quienes son los primeros estudiosos que propusieron formalmente conceptos sobre una disciplina para el estudio de los signos. Sobre la base de sus idea hemos desarrollado distintas aproximaciones a le semiótica.
Muchos autores de la especialidad en la segunda mitad del siglo XX y en estas dos primeras décadas del XXI han aplicado formas novedosas del estudio del signo (en señales, íconos, índices y sobre todo símbolos) al campo de la política y sociología. El uso de los símbolos como elementos claves en la comunicación y la ideologización a través de los medios masivos, para la persuasión y la identificación con ciertos modelos políticos y económicos. El uso y manipulación de signos y símbolos ha estado presente en todas las culturas desde que el ser humano se civilizó, pero en los últimos cien años se potenció de manera espectacular. Pues bien, mucho se ha analizado este fenómeno, pero hoy tenemos una circunstancia mundial nueva, que obliga a una revisión semiótica de la realidad: la pandemia del coronavirus COVID-19.
Es notable como política, social y económicamente se manejan los símbolos, que son signos cargados de contenido, de ideas, de una significación que va más allá de su simple representación. Eso es ya sabido, pero ahora el tema de esta "nueva" enfermedad (que es un variante de otros virus ya conocidos, pero ahora más agresivo), han aparecido unos nuevos factores que se toman como simbólicos: el confinamiento, los tapabocas, las vacunas y sus detractores. Esta pandemia ha despertado elementos conceptuales y simbólicos impensados. Desde el control político y social, hasta todo tipo de teoría conspiratoria. Es interesante ver las reacciones de los líderes políticos, los líderes de opinión y los profesionales de la medicina. Cada grupo asume simbólicamente los distintos factores que inciden en cada país, en cada sociedad. En la siguiente publicación veremos cómo los hechos revisten de significados parciales y parcializados, siguiendo intereses que van más allá de la salud del pueblo en general. Cosas de este milenio, que sufrimos todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario