Ya es usual que haga en el blog una publicación sobre blosg solsticios y los equinoccios en sus fechas respectivas, en especial el del 21 de diciembre, porque me parece que a pesar de la tecnología, la informática y el digitalismo contemporáneos, esas atávicas tradiciones se siguen manteniendo: celebraciones que vienen de tiempos remotos en todas culturas del mundo. Más aún ahora cuando se han visto renacer tradiciones como la del Espíritu de la Navidad, más relacionadas con ritos telúricos que religiosos.
Pero además, en esta fecha, 21 de diciembre de 2022, el planeta Tierra toma una posición extrema en referencia al Sol, por lo que la inclinación del eje terrestre hace que los rayos solares lleguen de cierta forma tanto en el Hemisferio Norte como en el Sur. De esta forma, para éste el día de hoy es el más largo del año, en tanto para los norteños este es el día más corto, en lo que se refiere a la luz del astro central.
El inicio del invierno en el hemisferio norte está definido por el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el Sol presenta su máxima declinación sur. Esto sucede normalmente cada 21 de diciembre y el Sol alcanza su menor elevación sobre el horizonte al mediodía y describe en el cielo el arco más corto. El resultado: ese es el día con menos horas de luz solar del año. Además, durante varios días la altura máxima del Sol al mediodía parece no cambiar. Por esta razón, al comienzo del invierno también se le llama solsticio de invierno (del latín solstitium, Sol quieto). El comienzo del invierno en el hemisferio norte coincide con el comienzo del verano en el hemisferio sur, en la que el fenómeno es exactamente a la inversa.
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