martes, 10 de septiembre de 2013

Más historias de robots

Como vimos en publicaciones anteriores, los robots juegan un papel importante en el mundo de la ficción científica, y han generado toda una cultura y una estética que va más allá de la mecánica: androides, ciborgs, autómatas o zoomorfos, nos muestran todo un panorama de predicción y reflexión que influyen fuertemente en nuestra cultura contemporánea. Pero no es un fenómeno del siglo XXI; como vimos, ya desde los albores de la ciencia ficción hay presencia de robots.

Probablemente sea el monstruo de Frankenstein el primero del cual hay un registro literario, un "androide" construido por un científico con pretensiones de doctor (Víctor Frankenstein), cuya "obra" -un humano hecho con partes de cadáveres y animado gracias al uso misterioso de la electricidad- termina rebelándose contra su creador y acaba cometiendo una serie de crímenes que aterrorizan a la comunidad donde fue hecho, y finalmente el mismo monstruo muere tras el fallecimiento de su creador.

Sin embargo, tras este antecedente escrito por Mary Shelley en 1818, pocos personajes pueden ser comparables a robots hasta que en los años 1920 se empezaron a escribir novelas y obras en las que aparecen androides autómatas que realizan trabajos humanos. El público conoció la palabra "robot" a través de la obra teatral R.U.R. (Rossum's Universal Robots) del dramaturgo checo Karel Čapek, que se estrenó en 1921. El vocablo se escribía como "robotnik"; en checo es una forma de expresar el trabajo rudo y esclavizante. 

Quien más hizo por la difusión de los robots, y que además acuñó el término "robótica" fue el escritor estadounidense de origen ruso Isaac Asimov. Muchas de sus novelas tienen a robots como personajes importantes, y como ya se vio aquí en otras entradas, es el creador de las leyes de la robótica. En la próxima publicación, más de los robots de Asimov y otros creadores.



No hay comentarios:

Publicar un comentario