viernes, 30 de julio de 2021

Cultura y redes sociales por Thwaites, Davis y Mules (y 3)

En los dos libros que comenté anteriormente, Tools For Cultural Studies ("Herramientas para estudios culturales"), de 1999 y Introducing Cultural and Media Studies: a semiotic approach ("Introducción a los estudios culturales y mediáticos, una aproximación desde la semiótica", de 2002, de los profesores australianos, Tony Thwaites, Lloyd Davis y Warwick Mules, se aborda la problemática de la simbología contemporánea que se difunde a través de las redes sociales y la relación entre la semiótica y la cultura a través de los medios de comunicación actuales. 

El aporte de estos autores reside en su trabajo con ciertas teorías clásicas de la comunicación y la semiótica, como las de Harold Lasswell y Roman Jakobson, en el campo de las funciones de los signos. Ellos proponen elaborar un modelo semiótico que incorpore elementos sociales, culturales, contextuales para definir las funciones de los signos en un contexto globalizado. Para eso toman de partida las seis funciones propuestas por Jakobson (referencial, metalingüística, conativa, estética, emotiva y fática) pero establecen siete agregando una más, la contextual. Para estos teóricos todas las funciones son necesarias para que se lleve a cabo la significación. Puede que unas predominen sobre otras en términos de importancia, pero pueden darse todas a la vez. 

Thwaites, Davis y Mules explican que existe una cultura definida como una red donde permanentemente intercambiamos símbolos, donde es importante la producción, la circulación y el intercambio de los signos en la sociedad.  Es importante recordar que en la percepción siempre hay un constructo, que los signos circulan, producen significado y se movilizan en la cultura. Esto lleva a preguntarse qué funciones cumplen los signos para comunicar en el acto expresivo de comunicar. Para eso segmentan las funciones de los signos en funciones de la significación y funciones de la expresión o dirección, que establecen un intercambio de comunicación, de signos; en tanto la función contextual es la que ubica todas las funciones en un espacio cultural determinado, según este esquema:


El primer conjunto de funciones define y revela que todos los signos están referidos a algo o se refieren a algo en concreto. De esta forma generan información y contenido sobre temas, referencias, códigos. Todo porque se refieren al mundo y las relaciones que establecen entre las personas, las cosas y todo lo que los rodea. El segundo conjunto de funciones involucradas en la actividad que cumplen los signos es el de la dirección. Siempre es importante tener en cuenta quién elabora la comunicación y quién la recibe, define la construcción del exponente y del destinatario. Finalmente los signos cumplen funciones que nos permiten ubicar un contexto para hablar sobre algo. Este conocimiento del mundo al cual alude tiene una intención particular. Esta es la noción adicional que aportan los autores y en las cuales tenemos a los medios digitales y a las redes sociales como mayores impulsores de estas funciones. Estos nos enmarcan el contexto dentro del cual operan y existen los signos. Esta situación social determina el contenido apropiado según el tipo de signo, su código, quién habla y a quién va dirigido un mensaje dentro de una comunidad que se construye a partir de la función fática para mantener la comunicación.


Gracias a la profesora Mariela Matos por los datos sobre las teorías de Thwaites, Davis y Mules

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