Cito un nuevo párrafo de la "Historia de la Fealdad", de Editorial Lumen, que me servirá para ir fijando aspectos que tienen que ver con la idea de una nueva estética digital. En este caso Eco se refiere de nuevo a la dicotomía reformulada entre lo bello y lo feo.
"Otro caso en el que se produce la disolución de la oposición feo/bello es el de la filosofía cyborg. Si al principio la imagen de un ser humano al que le hubiesen sustituido varios órganos por aparatos mecánicos o electrónicos, resultado de una simbiosis entre hombre y máquina, podía representar una pesadilla de la ciencia ficción, con la estética cyberpunk la profecía se ha cumplido." (Pág. 431).
Es interesante señalar que el concepto de cyberpunk proviene de la literatura de ciencia ficción, acuñado en los años 80 del S.XX, y que tiene como temática la combinación un tanto apocalíptica que mezcla ciencia avanzada, como la tecnologia informática y la cibernética, con cierta desintegración o cambio radical en el orden social. Para mi uno de los más notables representantes de la literatura Cyberpunk es William Gibson, quien propusiera la idea de la Matrix ("Neuromante", 1984; "Quemando Cromo", 1986; "Luz Virtual", 1993), y que desarrolla toda una trama y una ambientación en sus novelas que indudablemente han ayudado a construir la idea del mundo del futuro "a lo Matrix" que conocemos.
Lawrence Pearson, escritor y editor estadounidense de Ciencia Ficción señala que "los personajes del cyberpunk clásico son seres marginados, alejados, solitarios, que viven al filo de la sociedad, generalmente en futuros distópicos donde la vida diaria es impactada por el rápido cambio tecnológico, una atmósfera de información computarizada ubicua y la modificación invasiva del cuerpo humano". (Notas hacia un Manifiesto Post-Cyberpunk, 1999). Es notable cómo en menos de 20 años se pasa del término original Cyberpunk (que se dice fue inventado por el editor Gartner Dozois) al Post-Cyberpunk, llamando "clasico" a una propuesta estética y conceptual tan reciente que aun ni siquiera está bien definida. Pero que sin duda nos influye en todos los sentidos.
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