Un día como hoy, 12 de Marzo, pero en 1989, el profesor y científico británico Tim Berners-Lee en el CERN, el laboratorio de ciencias europeo de físca, en Ginebra, presentó un informe que explicaba cómo podía funcionar un sistema de transferencia de data usando una conexión internet, que se conocía abiertamente desde 1983. Ese mecanismo era un protocolo de transmisión de "hipertextos", que servía para intercambiar de manera estandar todo tipo de datos digitalizados.
Se considera entonces que esta fecha es la del nacimiento de la World Wide Web, esto es la telaraña mundial que a través de la internet permite el intercambio de una enorme cantidad de información como nunca antes la humanidad lo había visto. La Web contrario a Internet, es un intangible. Internet es la interconexión de miles de millones de aparatos, servidores, computadoras. La WWW en cambio, es etérea: la componen documentos, imágenes, sonidos, elementos comunicacionales de todo tipo, repartidos por todo el mundo y con acceso inagotable. Se estima que actualmente el volumen de información puede estar por los 1.5 zettabytes, que crece además minuto en minuto (el prefijo zetta implica un uno seguido de 21 ceros; por encima de eso solo queda definido el prefijo yotta, un 1 con 24 ceros, después habrá que inventar nuevas palabras para manejar ese volumen en aumento). Toda una biblioteca de Babel.
El propio Berners-Lee describe ambos (Internet y la Web) como millones de elementos conectados entre sí. Pero mientras que en Internet son ordenadores conectados por cables y otros medios físicos, la Web es mucho más abstracta: una telaraña de información, en la que las conexiones son los enlaces de hipervínculo. Cada vez que alguien en un dispositivo hace clic sobre una palabra subrayada o cualquier elemento que le conduce a otra página, está utilizando una de esas conexiones. Y lo que empezó limitado a algunas computadoras, ahora se aplica a muchos aparatos, que permiten el acceso a todos esos datos que "flotan" en en "ciberespacio".
Las consecuencias de este proyecto presentado en 1989 y que tardó un año en implementarse, están aún por verse, puesto que el potencial sigue siendo enorme. La clave del éxito del programa de Tim Berners-Lee es que logró un medio coherente, unificado y universal, que se pudo aplicar poco a poco y simultáneamente es todo el mundo, por lo que esa característica hizo eficiente y práctico el sistema. Lo notable es que él no se limitó a establecer los principios de la Web, porque en 1990 escribió el primer navegador con interfaz gráfica, que podría presentar no solo texto sino también descargar imágenes. Esto hizo de todo el conjunto un éxito, que demostró su enorme potencial. Esa fue lo que se llamó la Web 1.0; luego la Web 2.0, que está ya por ser superada por la Web semántica. ¿Qué pasará en los próximos 25 años?
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