En el libro Teorías del Simbolo de 1977, el reconocido lingüista búlgaro Tzvetan Todorov aborda el problema de la semiología, el signo y el símbolo desde varios puntos de vista, y tiene acercamientos históricos, filosóficos y culturales a este hecho. En un capítulo habla de los infortunios de la imitación, para explicar la contrucción visual y simbólica de la cultura occidental a partir del siglo XVIII y la tranformación mimética de la imagen antes del siglo XX.
Y para ello debe ubicar los conceptos del pensamiento des la época y hace la siguente afirmación:
"La estética empieza en el momento preciso en que termina la retórica. El ámbito de una no es exactamente el de la otra. Sin embargo, ambas tienen bastantes puntos en común para que su existencia simultánea sea imposible". Y más adelante dice: "Ahora bien, hemos visto que la retórica no podía asumir la idea de un discurso que encontrara su justificación en sí mismo; la estética a su vez, sólo puede surgir cuando se reconoce en su objeto, lo bello, una existencia autónoma y se lo considera irreductible a categorías vecinas tales como lo verdadero, lo bueno, lo útil..."
Esto lo lleva Todorov al análisis cultural de ese período histórico, en el cual la fidelidad se supedita al prncipio de imitación. Simultáneamente la imitación o representación están conectadas a la significación. Es decir, es la problemática del signo desde la teoría de la imitación y el arte.
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