Entonces durante el siglo XIX, cuando Occidente está convertido en una sociedad grafológica (la pintura y demás artes visuales son justamente arte más que comunicación, contrario a lo que pasaba en el Medioevo, por ejemplo) aparece la fotografía, el daguerrotipo y el cinematógrafo, que van a dar un vuelco al manejo de la imagen en esas culturas. Es el paso a la videosfera, que en América se va a desarrollar a gran velocidad en el siglo XX.
Y hace entonces Debray una referencia al paso de la Europa dominante en la grafosfera al dominio estadounidense en la videosfera, la cultura de la imagen visual. Dice:
"De la misma manera que la grafosfera europea ya ha democratizado lo escrito -proceso que ha requerido varios siglos hasta la alfabetización general de Europa- la videosfera americana ha democratizado la imagen, esta vez en algunas décadas, hasta la visualización general de la tierra, prontamente electronizada (lo que no excluye, aquí, casos de iletrismo y, allí, de avisualismo). Todos, pobres y ricos, han tenido finalmente acceso al libro; todos, dominantes y dominados, tienen ahora acceso a la imagen. Pero su control de facto por estudios y control del otro lado del Atlántico ha modificado el mapa de las dominaciones y ha redefinido los territorios de adhesión. Como el paso de la cultura oral a la escrita ha marcado un salto en la unificación nacional de las tierras a través de la liquidación de los dialectos y hablas regionales, el paso de la nueva cultura visual marca un salto en la unificación mundial de las miradas mediante la liquidación de las industrias nacionales de lo imaginario." (pág 89.)Hay que revisar si hoy, más de 20 años después de esta reflexión, alguans cosas han cambiado. El espacio digital presenta un nuevo panorama, resta analizar en qué se diferencia de aquel espacio analógico.
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