Sus aportes fueron básicos para desarrollar la programación y computación tal como la conocemos hoy. Es más, hasta pudo prever que hay varias cosas que los algoritmos no pueden resolver. Uno de los ejemplos típicos tiene que ver con algo que nos sucede -y desespera- a todos: cuando un programa se "cuelga". Entonces, ¿puede un algoritmo calcular si un programa de computador se detendrá en algún momento o seguirá funcionando para siempre, provocando que la computadora se "pasme"? No. En 1936, Turing probó que ese algoritmo no puede existir. De manera que según esto no hay manera de predecir consistentemente que una computadora se va a "congelar" y no hay forma de evitarlo tampoco.
Los aportes de Turing abarcan muchos campos. Trabajó junto a Norbert Wiener en el desarrollo de la cibernética. Esta rama de estudios se genera a partir de la demanda de sistemas de control que exige el progresivo desarrollo de las técnicas de producción, cosa que se estableció a partir de mediados del siglo XX. Allí sus algoritmos fueron fundamentales. La cibernética pretende establecer un sistema de comunicación entre el hombre y la máquina como premisa fundamental para administrar los sistemas de control. Sus estudios profundizaron en esta relación estableciendo el concepto de interfaz y cuestionando los límites de simulación del razonamiento humano.
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