lunes, 17 de septiembre de 2018

Mis tres tipos de ficciones

Según el DLE (Diccionario de la Lengua Española), FICCIÓN -que viene de fingir, algo fingido-, se refiere a una clase de obras literarias o cinematográficas, generalmente narrativas, que tratan de sucesos y personajes imaginarios. También se habla de ficción cuando se quiere decir que algo es falso o imposible. En el campo de la cultura y el arte, hay varias formas de crear obras de ficción, tanto en el aspecto de la imagen como en el de la palabra. En este último caso, hay tres formas de ficción que, según mi gusto, son las que más me llenan: la ficción científica, la ficción histórica y la ficción fantástica. Para ejemplificar cada una, voy a referirme a tres autores que son mis preferidos. 

La ficción científica es llamada en nuestro idioma "Ciencia Ficción", género que tiene antecedentes en el siglo XIX y cuyo fundamento consiste en relatar acontecimientos posibles, desarrollados en un marco imaginario, pero que posee cierta verosimilitud basada, narrativamente, en los campos de las ciencias físicas, naturales y sociales. Tuvo su primer auge en los Estados Unidos en el período de la primera entre-guerra (1920-1940) y luego a partir de la "era atómica" cobró un nuevo impulso, que se mantiene aún hoy. Hay decenas de autores famosos y reconocidos en todos los campos, pero mi paradigma es el estadounidense Isaac Asimov (1920-1992), a quien he citado varias veces en este blog, y de quien haré, más adelante, una entrada propia. 

La ficción histórica, por su parte, tiene dos vertientes. Una que se basa en reconstruir hechos de la historia universal, pero de manera imaginativa o especulativa. Vidas de personajes famosos, hechos, batallas, acontecimientos que de alguna manera están registrados históricamente pero narrados novelísticamente. De este género hay ejemplos desde antiguo, puede decirse que desde la misma Ilíada y Odisea, en todas las culturas. Pero hay otra variante, que me gusta más, que es aquella que combina imaginación con hechos que si bien no son históricos realmente, pueden serlo. La palabra inglesa Story, en contraposición a History, explica mejor este tipo. También hay antecedentes desde el siglo XIX. Como modelo de este estilo, tengo al escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986), quien ha escrito muchos cuentos fantásticos que tienen asideros en lugares o acontecimientos reales, pero que de alguna manera no son estrictamente históricos. Son fantasías no fantasiosas. He citado también a Borges acá, y le debo una entrada específica.

El tercer estilo que disfruto es el de la ficción fantástica, que consiste en la creación de cuentos, historias y relatos en mundos de fantasía. También tiene antecedentes históricos, pero es en el siglo XIX cuando se perfila como género. Dentro de esta vertiente se pueden agrupar varios subgéneros, entre los que están la literatura de terror, la literatura gótica, o la fantasía infantil.  Sin duda hay muchos autores que trabajan este tipo de novelas, pero en mi caso me decanto por otro de mis paradigmas: John Ronald Reuel Tolkien (1892-1973). Creador de todo un universo fantástico, de personajes, tierras y acontecimientos, que también he citado aquí y de quien he de hacer su entrada respectiva en este blog, que tengo pendiente.

Estos géneros han aportado mucho al campo de la cibercultura y al arte digital, por curioso que parezca. Y, afortunadamente, podemos contar con esos espacios imaginativos y esos autores geniales, para combatir un poco la aplastante y terrible realidad actual que a veces nos abruma.   


 J.R.R. Tolkien

 Jorge Luis Borges

 Isaac Asimov

No hay comentarios:

Publicar un comentario