jueves, 2 de abril de 2020

Astérix en CGI: La residencia de los dioses

La semana pasada falleció en Francia el gran dibujante e ilustrador francés, Albert Uderzo, nacido en 1927, creador de diversos personajes de comics e historietas, pero reconocido principalmente por su obra más conocida: Astérix el galo. Durante 25 años trabajó junto a René Goscinny (1926-1977), guionista también francés que escribió las historias de Astérix y sus compañeros por 24 episodios. En total hay 38 álbumes de Astérix, algunos firmados solo por Uderzo, otros con ambos autores, pero a manera de recopilatorio póstumo y algunos con la firma de Jean-Yves Ferri (guionista) y Didier Conrad (dibujante), aprobados por el mismo Uderzo.

Se han hecho cuatro películas con actores (con el reconocido actor Gérard Depardieu como Obélix), basados en los libros. Igualmente hay ocho películas de animación 2D y dos en 3D, también con base en los comics originales. Hablar de lo que representan Astérix, Obélix y demás personajes en la cultura popular escapa a la intención de este blog. Aquí quiero resaltar son las dos últimas películas en CGI (Computer Generated Imagery), "Astérix y la Residencia de los Dioses (2014)" y "Astérix: El secreto de la poción mágica" (2018), y en particular la primera, por estar muy bien lograda y fiel al guión original. 

Estrenada en 2014, Astérix: Le domaine des dieux dura 82 minutos, y fue dirigida por Alexandre Astier y Louis Clichy, con guión de Alexandre Astier basado en el cómic de René Goscinny y Albert Uderzo de 1971, con música de Hubert Cornet. El emperador romano Julio César decide cambiar su táctica para tratar de dominar a la aldea gala del jefe Abraracurcix, que se defiende gracias a la poción mágica del druida Panorámix. Como sus ejércitos han sido incapaces de imponerse por la fuerza, será la misma civilización romana la que intentará seducir a los bárbaros galos. Para ello, el César ordenará construir al lado de la aldea una lujosa residencia para romanos: “La residencia de los Dioses”. Aquí entonces surge la clave: ¿pueden estos bravos galos resistirse a la tentación del dinero y el confort romano? ¿La aldea se convertirá en una simple atracción turística? Astérix y Obélix han de ingeniárselas para frustrar los planes del César, porque la sola fuerza no basta. 

Es un film bien logrado, capaz de mostrar toda la magia y la originalidad de esta historieta, que es ya un bien cultural de Francia. Astérix me acompaña desde mi infancia, por lo que le debía una publicación aquí, en memoria de Arbert Uderzo, y, por supuesto, René Goscinny, el gran escritor.  







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