Ciertamente la idea de proyectar luces, figuras y movimientos es tan antigua como las sombras chinescas que ya se conocían en el teatro chino de hace más de dos mil años. Igualmente las famosas "Linternas Mágicas" del Renacimiento lograban efectos de proyección animada sobre superficies planas. Finalmente la invención del cinematógrafo a finales del siglo XIX puede considerarse como el antecesor directo del Video Mapping.
Hoy en día esta técnica de proyectar a través de implementos electrónicos visuales y digitales una serie de formas, figuras e imágenes en movimiento sobre paredes y edificios y otras superficies urbanas, consta de tres elementos básicos: la luz, el sonido y la profundidad. Naturalmente la luz es el elemento clave, y la mayoría de las proyecciones se hacen de noche o en sitios cerrados para dar más espectacularidad. El sonido es un complemento interesante y usualmente se trata de música compuesta para acompañar la animación y la imagen. La profundidad se refiere a la perspectiva sobre la superficie que va a ser el soporte de la presentación, y es que genera la ilusión de tridimensionalidad en un plano. La ilusión 3D se consigue mediante el tamaño, la textura o la luminosidad que se le da a la creación, afectando el modo en el que el espectador lo percibe. La perspectiva culturalmente se utiliza para ver el mundo en su volumetría.
Todas esas cosas se combinan en una presentación de tipo multimediático, que cuenta con el respaldo informático para programar las secuencias que arman toda la proyección. Hay dos tipos de Video Mapping: Indoor y Outdoor, según se haga en un espacio cerrado y controlado o se haga al aire libre en la calle. Muchos creadores y colectivos artísticos han usado esta técnica para mostrar muy interesantes espectáculos audiovisuales. Aquí coloco algunos ejemplos.
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