viernes, 29 de noviembre de 2019

La referencia de Peter Behrens

Peter Behrens (1868-1940), fue un arquitecto y diseñador alemán, pionero en muchos aspectos, cuya obra sirvió de referencia e inspiración a una generación de creadores en la Europa del siglo XX: Mies Van der Rohe, Walter Gropius, Le Corbusier y Adolf Meyer. De joven estudió pintura, y en 1890, tras completar su instrucción, hizo un viaje por los Países Bajos, para luego establecerse en Munich, donde se casó con Elisabeth Kramer. Allí trabajó como pintor, dibujante publicitario, fotógrafo y diseñador. En abril de 1892 fundó la Secesión de Munich, junto con Franz von Stuck, Max Liebermann y Lovix Corinth, entre otros, un grupo que tomó posiciones contrarias a las del Art Nouveau, pero con avanzados conceptos de vanguardia. En 1903 se mudó a Düsseldorf, donde ejerció como director de la Escuela de Artes y Oficios, lo que le sirvió para desarrollar dotes docentes. Ese mismo año fue nombrado consejero artístico de la AEG (Allgemeine Elektrizitäts-Gesellschaft) y se muda a Berlín. Para la AEG realizó lo más reconocido de su trabajo, el edificio contentivo de las enormes usinas eléctricas, en 1907, y para este momento se convertía en un diseñador relevante en Alemania.

Hasta ese momento, Behrens había diseñado portadas de libros, tejidos, interiores de espacios y algunos edificios. Pero trabajando en AEG amplió sus horizontes y su mentalidad. Al concentrarse en nuevos problemas, surgió como una personalidad trascendental en el diseño. Por esto es considerado como el primer diseñador industrial, esto es, un profesional entrenado visual y conceptualmente para llevar adelante el diseño de la estructura, operación y aparición de nuevos productos industriales. Artefactos eléctricos, incluyendo estufas, relojes y teteras, son diseñados como formas lógicas, desprovistas de ornamentos, pues Behrens creía que la belleza debía derivarse de la comodidad y la funcionalidad. Esta concepción se llamó "Nueva Objetividad". Hizo los proyectos de las fábricas y las viviendas de los trabajadores, muebles, productos industriales e incluso la papelería, carteles, anuncios y escaparates; contribuyó así a consolidar una nueva idea: la de la identidad corporativa.

En arquitectura acudía al lenguaje clásico, pero sin excesos, con proporciones y limpieza. Esto encantó a los jóvenes Gropius, Mies y Corbú, que a pesar de distanciarse luego de él (Behrens se afilió al partido Nazi en 1934), le reconocieron como influencia principal en sus concepciones: la Bauhaus tiene mucho del espíritu de Peter Behrens. En 1914 se adhirió al Manifiesto de los profesores de Universidad y Hombres de Ciencia Alemanes y participó en 1927 en la exposición organizada por la Werkbund en Welbenhof. Entre 1922 y 1936 ejerció como profesor de la Escuela de Arquitectura de Viena. Finalmente en 1936 aceptó el cargo de director del departamento de Arquitectura de la Academia de las Artes de Prusia en Berlín, su último gran trabajo. No hay duda que su pensamiento tuvo gran influencia en las concepciones de la modernidad del siglo XX, y sus obras aún pueden ser vistas como ejemplo de funcionalidad y belleza sin excesos. 








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