El interaccionismo simbólico es una corriente de pensamiento dentro de las ciencias sociales, especialmente en la sociología, que se enfoca en comprender cómo las personas crean significados a través de la interacción social y cómo estos significados, a su vez, moldean su comportamiento y la sociedad en general. Esta teoría analiza las interacciones, y sus significados, para comprender el proceso a través del cual los individuos nos convertimos en miembros competentes de una sociedad.
Desde la primera mitad del siglo XX, el interaccionismo simbólico ha derivado en muchas corrientes distintas, así como metodologías propias que han tenido gran importancia en la comprensión de la actividad social y en la construcción de lo que entendemos como el "yo". A grandes rasgos, lo que esta teoría sugiere es que las personas nos definimos de acuerdo al sentido que adquiere el individuo en un contexto social específico; cuestión que depende en gran medida de las interacciones que entablamos.
¿Cómo podemos entender esto? Imaginemos que una mesa es más que un simple objeto. Para un individuo, esa mesa puede ser un lugar para comer, trabajar, jugar con los hijos o incluso un símbolo de estatus. El significado que él le atribuye a la mesa es producto de sus experiencias, sus interacciones con otras personas y la cultura en la que vive.
Podemos señalar algunos puntos clave del interaccionismo simbólico, como:
Los símbolos: las palabras, gestos, objetos y acciones adquieren significado a través de la interacción social. Estos símbolos son la base de nuestra comunicación y comprensión del mundo.
La interacción: la sociedad se construye a través de las interacciones cotidianas entre las personas. Es en estas interacciones donde se negocian y se reinterpretan constantemente los significados.
El "yo" social: nuestra identidad y sentido del "yo" se desarrollan a través de nuestras interacciones con los demás. Somos productos de las respuestas que recibimos de los otros.
El interaccionismo simbólico es importante porque contribuye a comprender la sociedad. Nos ayuda a entender cómo se construyen las realidades sociales, las normas y las instituciones. Así mismo ayuda a analizar la interacción; permite analizar cómo las personas se comunican, cómo construyen relaciones y cómo resuelven conflictos. También es una forma de estudiar la cultura. Esta teoría colabora con la comprensión necesaria para entender cómo las culturas dan forma a los significados y a las prácticas sociales.
Esta teoría ha pasado por muchas propuestas distintas. En términos generales se reconocen dos grandes generaciones cuyas propuestas se conectan entre sí, compartiendo las bases y antecedentes de la teoría, pero que se caracterizan por algunas propuestas distintas. En la próxima publicación veremos cuáles son estos enfoques.
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