miércoles, 30 de octubre de 2024

Varias aproximaciones a la idea de estética

En la publicación de ayer volví al tema de la estética digital y creo que es también apropiado regresar al concepto de estética en general. Eso a su vez me permite hablar de una cibestética como la estética de lo digital en el cibesepacio. Sabemos que la idea de estética tiene varias aproximaciones en función del contexto en que se use. Por ejemplo, si lo estudiamos como rama de la filosofía, es la disciplina que estudia la naturaleza de la belleza y la percepción de la misma por parte de los individuos, por lo cual se relaciona estrechamente con el arte.   

Por otra parte, su acepción clásica tiene que ver con el análisis de la belleza. Esta idea se enfoca en el análisis de lo que consideramos bello, tanto en objetos, personas, lugares, como en obras de arte. El asunto aquí es que es siempre difícil aceptar claramente lo que es bello de lo que no lo es, porque usualmente tiene que ver con el entorno cultural e histórico en el que se desenvuelve el hecho estético. También podemos ver a la estética como experiencia sensorial. Se refiere en este caso a la sensación de placer o satisfacción que experimentamos al percibir algo que consideramos bello o agradable a los sentidos.

Aquí hemos adoptado una que, como ya he repetido en anteriores entradas, tiene que ver con el estilo, entendiendo éste como el conjunto de características que identifican a una tendencia artística o expresiva de un autor, un género o una época determinada; esto tiene que ver con el carácter propio que da a sus obras un artista o creador. 

En ese sentido podemos hablar de estética como estudio del arte, cuando se analizan las características formales y conceptuales de las obras de arte, así como la relación entre el artista, la obra y el espectador. También como estudio de la percepción. Acá se investiga cómo percibimos y valoramos las cosas, tanto a nivel individual como colectivo. También vemos la estética como estudio de la cultura  cuando se examinan cómo las diferentes culturas han definido y valorado la belleza a lo largo de la historia.

Si vamos a elementos más específicos, tenemos la estética formal, que se centra en el análisis de los elementos formales de una obra de arte, como la línea, el color, la forma y otras manifestaciones constructivas. La estética expresiva, que explora cómo las obras de arte expresan emociones y sentimientos. También hay una estética receptiva, que estudia la experiencia del espectador al enfrentarse a una obra de arte.

Estas ideas nos muestran lo complejo, importante e interesante que es este concepto y que ahora, con la inteligencia artificial, los programas informáticos, las redes sociales y el ciberespacio cobra una dimensión mucho más dinámica y que nos atañe cada vez más.


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