En el campo de las teorías estéticas es importante entender que la ponderación de sus valores y cualidades están asociados a la percepción humana, bien sea individual o colectiva. Más aún, toda la comprensión de la realidad, sus factores y consecuencias dependen de cómo las perciba cada persona y grupo social. Esto, que parece una verdad de perogrullo, es importante siempre destacarlo, porque a veces pareciera que hay hechos que se asumen como verdades y que realmente lo son sólo desde ciertos puntos de vista.
En el campo del arte visual, la literatura y la música, por poner tres ejemplos, esto es claramente comprensible. Pero hay muchos otros campos de la actividad humana donde la percepción individual es muy diferente en función de lo que cada quien piensa: el campo de la política es un claro ejemplo, y es éste uno de los ámbitos de la cultura humana donde es más difícil ponerse de acuerdo. Es tan fuerte la visión indivudual en este sentido, que ello afecta las demás visiones de la realidad, incluso en aspectos en principio universales, como la apreciación de la música, el placer de la danza o incluso el deporte.
Sin duda hay que aceptar que no hay verdades absolutas, puesto que no hay percepciones absolutas, pero también hay que bogar por la comprensión consensuada de la realidad. En líneas generales hay cosas que a toda la raza humana afectan, y todos los seres humanos tenemos las mismas necesidades básicas, así como anhelos e ilusiones. Entender que el otro puede percibir distinto, y que cada uno de nosotros puede sólo percibir un fragmento de la realidad sensible, es clave para entendernos y aceptarnos en toda nuestra diversidad. Es aquí donde la argumentación y la amplitud intelectual juegan un papel fundamental. Lo contrario es imposición, lo cual lleva usualmente a conflictos y contradicciones nunca fáciles de resolver.
Recordé, después de leer esta entrada, la clásica frase de Heráclito: "no nos bañamos dos veces en las aguas de un mismo río" y ciertamente, la percepción depende también de la experiencia de vida. No somos los mismos que ayer, lo que antes pudo parecer malo o feo, puede llegar a ser bueno o bonito según lo que se viva. La percepción, como la energía, está en constante transformación. Excelente post. Saludos.
ResponderEliminar¡Usted siempre al día, profe! Su percepción pudiera verse con ese efecto "como anillo al dedo" que ahorita mismo necesita con urgencia Venezuela. Pero también, desde otra perspectiva, como parte de la crisis epistemológica que inunda todas las parcelas del conocimiento. Así, no termina de entenderse que el s.XX tiene casi 15 años que se fue, y que este s.XXI ya superó su primera decena de años. Entonces, hay más de una mirada y es imposible conformarse solo con aquellas teorías del vaso "medio lleno, o medio vacío". De hecho, muchos prefieren ni siquiera comentar por esa misma frase de su post: "...lleva usualmente a conflictos y contradicciones nunca fáciles de resolver". ¡Hay más de una percepción! y eso es más interesante, proactivo y pertinente a nuestra especie humana: eso significa capacidad de aprender y superarnos. Enorme abrazo y mis respetos, profe.
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