En principio, se entiende por panóptico a una construcción cuyo diseño hace que se pueda observar la totalidad de su superficie interior desde un único punto. En el caso de la arquitectura es un tipo de estructuras que facilita el control de quienes se hallan dentro del edificio. Pero la idea de panóptico va más allá.
La concepción original de este diseño es atribuida a Jeremy Bentham, un filósofo británico que imaginó una cárcel en la que todos los reclusos estén bajo el campo de visión del vigilante, sin que los presos sepan si la observación se desarrolla en todo momento. El panóptico original de Bentham contemplaba la instalación de una torre en el centro de la construcción para que el vigilador pudiera observar todo lo que ocurría en el edificio que, a su vez, debía estar dividido en diferentes celdas. La clave del panóptico radicaba en que, como los reclusos no podían saber en qué momento estaban siendo observados por el vigilante, éste podía distraerse o tomar tiempo libre.
La palabra panóptico es un término que deriva del griego, y es resultado de la suma de tres palabras de dicha lengua: “Pan”, que puede traducirse como “todo”; el sustantivo “opsis”, que es equivalente a “vista”; y el sufijo “tikos”, que se emplea para indicar “relativo a”. En resumen, es "ver todo".
Para el filósofo francés Michel Foucault, el concepto de panóptico se extendió de las cárceles a otras instalaciones, como las escuelas o las industrias. El panóptico, en este sentido, se convirtió en una técnica de control. Los dos fundamentos que determinan las formas en cómo se ejerce el panóptico moderno son la imagen y la luz. La tecnología de las últimas décadas ha llevado este concepto a un ámbito más allá de lo carcelario, aplicable a todo el mundo contemporáneo, como veremos en la próxima publicación.
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