sábado, 1 de febrero de 2020

El diseño constructivista de Herbert Bayer

Austríaco de nacimiento, Herbert Bayer (1900-1985) fue un importante diseñador gráfico, pintor, fotógrafo y arquitecto, uno de los más innovadores de la Escuela de la Bauhaus, a la que perteneció entre 1924 y 1928. Luego de emigrar a los EE.UU. en 1938, huyendo del nazismo, desarrolló una larga y brillante carrera, en la que destacó en prácticamente todos los aspectos de las artes gráficas.

En los cuatro años que estuvo en la Bauhaus de Dessau, tuvo como profesores a Wassily Kandinsky, Paul Klee y László Moholy-Nagy, entre otros, quienes influyeron en su pensamiento, y fue tan destacado alumno, que Walter Gropius lo nombró director de impresión y publicidad. Influenciado por el minimalismo y el constructivismo, Bayer desarrolló un estilo visual propio con innovaciones eficaces, como por ejemplo una tipografía sans serif completamente en minúsculas para todas las publicaciones de Bauhaus. En 1925 diseñó una fuente geométrica, la Universal, cuya versión digital recibe hoy el nombre de Architype Bayer.

Entre 1928 y 1938 fue director artístico de la oficina en Berlín de la revista Vogue, y escapando de los Nazis por sus ideas no convencionales, recaló en Nueva York, donde absorbió las nuevas formas estéticas que se desarrollaban en el Nuevo Mundo. Durante la Segunda Guerra Mundial elaboró varios afiches de respaldo a los aliados, para motivar y justificar la posición estadounidense durante el conflicto. Aquí estableció su estilo, que le hizo relevante en el campo del diseño visual. 

En 1946 fue contratado por el dueño de la Container Corporation of America, Walter Paepcke, un empresario y visionario que apoyó las artes visuales, desde su campo industrial. Bayer volvió a mudarse entonces, esta vez a Aspen, en Colorado, y comenzó una carrera de otros 10 años como consejero artístico. En ese período, además de sus aportes como diseñador gráfico, trabajó en el diseño arquitectónico del Aspen Institute y restauró la Wheeler Opera House.

A partir de las década de 1960 y hasta el fin de su vida (ya ciudadano estadounidense), se desempeñó como consejero, curador, fotógrafo y editor, ahora con un estilo maduro y decantado, lejos de la influencia suprematista de Theo Van Doesburg, aunque conservando su espíritu minimalista. Los carteles producidos por Herbert Bayer durante y después de la guerra fueron sorprendentes por sus cualidades ilustrativas, que filtraban su impulso constructivista para buscar solución a problemas de comunicación. Al final, Bayer evolucionó hacia una expresión casi pictográfica, con ilustraciones que combinaban información y composición, en jerarquías que venían de su experimentación en Dessau. 

Su legado puede verse en la obra gráfica que dejó, misma que fue influencia para toda una generación de la postguerra, desde carteles hasta fuentes tipográficas, pasando por empaques, avisos publicitarios, afiches y logotipos. Sus aportes siguen estando presentes en muchos trabajos visuales contemporáneos.










No hay comentarios:

Publicar un comentario