Durante el paso del siglo XX al siglo XXI, se produjo un importante cambio de paradigmas en diferentes campos de la cultura y la comunicación, motivados por la expansión del digitalismo y el auge de la internet. Entre ellos, naturalmente, la consolidación de una estética de lo digital, pero también de otras formas de entender lo estético en otros campos, como el de la arquitectura y el urbanismo. La ciudad finisecular va a verse afectada por esas nuevas tecnologías, que incluyen formas de concepción y construcción espacial no convencionales. Esto es analizado por un grupo de profesores, diseñadores y arquitectos ligados a la universidad Javeriana de Bogotá, y sistematizado por Iliana Hernández García, Directora e Investigadora del Departamento de Estética de la Facultad de Arquitectura y Diseño, quien presentó esos conceptos en un libro de 2003 titulado Estética de la habitabilidad y nuevas tecnologías.
En este texto, que es una compilación de proyectos, ideas y discusiones que coordinó la autora, se parte de la noción de que las creaciones electrónicas ya no pueden analizarse con la visión de la imagen icónica, de la imagen óptica o de la mental, sino que deben ser explicadas a través de las nuevas teorías. De igual modo, el análisis estético de la ciudad y de sus territorios, signados por el cosmopolitismo, la globalización, la deslocalización, la velocidad y las nuevas tecnologías de información y comunicación, no puede ser descifrado exclusivamente a partir de conceptos de identidad, arraigo, apropiación o espacio tradicional; es la producción de sentidos con relación al modo de habitar dichos territorios, en interacción con el contexto cultural y de conocimiento, donde se produce la transición de lo analógico a lo digital.
Los enfoques de los textos presentados en este libro, explican posiciones considerablemente distintas en el diseño y la arquitectura desde la óptica de la estética, y muestran formas de actualización de los fundamentos de estas acciones, en consonancia con las recientes maneras de producción y creación. La estética de la habitabilidad se trata entonces de entender esta nueva realidad y enfrentarla desde puntos de vistas no tradicionales. Hay que lograr nuevas edificaciones, nuevas ciudades, nuevos espacios, que incorporen no sólo lo tecnológico sino las nuevas significaciones y posibilidades que esas mismas tecnologías proporcionan. Es la estética que ha de responder a las actuales representaciones, necesidades y realidades del mundo actual.
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