viernes, 2 de junio de 2017

Comunicación, información: juntas pero no revueltas

En las primeras décadas del siglo XX, la rápida expansión de los medios de comunicación (ya no solo la prensa, sino la fotografía, el telégrafo, el gramófono, el cine, la radio y la televisión) impulsó los nuevos estudios sobre lo que después se llamaría "Comunicación Masiva". Curiosamente, esta circunstancia se entrelazó también con el desarrollo de la computación, que ya en los años de Segunda Guerra Mundial se asomaba como elemento clave en la evolución tecnológica de la humanidad. En este período surgen los primeros grandes pioneros de esta disciplina: la informática. Los nombres de Alan Turing y de Norbert Wiener son los primeros que se asoman, aunque la palabra "informática" no fue usada sino hasta 1957 por el ingeniero alemán Karl Steinbuch. Pero es durante el lustro posterior a la guerra que finaliza en 1945, que los estudios de comunicación se amplian a diversos campos, como la electrónica y la cibernética.  

Entre los muchos profesionales que se dedicaron a investigar este nuevo hecho técnico, destacan el matemático estadounidense Claude Shannon y el biólogo (tambien de los EE.UU.) Warren Weaver, que en 1949 publicaron "The Mathematical Theory of Communication" (Teoría Matemática de la Comunicación) auspiciados por la Bell Telephone Laboratories. Allí Shannon explica el que va a ser el modelo matemático-técnico de la comunicación, y Weaver amplia el concepto de comunicación a un espectro que va más allá de los términos humanos. 

Según él, el término "comunicación" debe abarcar todos los procedimientos mediante los cuales una mente puede afectar también a otra. Ello implica no sólo los discursos oral y escrito, sino también la música, las artes visuales, el teatro, el ballet y finalmente, todo comportamiento humano. Más aún, amplía Weaver, se incluyen los procedimientos a través de los cuales un mecanismo eléctrico, mecánico o electrónico, afecta a otro que está interconectado. 

Esta visión, que tuvo impacto en la década de 1950, pasa de la idea semántica a la visión mecánica, en una concepción que incluye desde la televisión hasta los misiles. La comunicación se encuentra así en la relación entre los hombres y las máquinas, y las máquinas y las máquinas. Y la infromática contribuyó a esta posición durante esa década. No es sino hasta principios de 1960 en que se entiende que hay que separar la idea de comunicación, de la transmisión, conexión o transporte. En Estados Unidos es Wilbur Schramm uno de los iniciadores de esta postura, puesto que extrapola esos modelos matemáticos a la comunicación social, y en Europa, los pensadores marxistas y los estructuralistas también replantean lo que debe ser la comunicación desde el campo político, sociológico y antropológico. Finalmente se entiende que la informática es un área diferente del conocimiento, aunque de alguna forma tenga que ver con comunicación; son, sin duda cosas distintas. De hecho, hay que diferenciar también comunicación de difusión, como veremos en otra publicación. 


Modelo matemático de Comunicación por Shannon y Weaver, 1949

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