miércoles, 28 de octubre de 2020

Vanguardias viejas y vanguardias nuevas (y 2)

En la publicación anterior hablé de la propuesta del filósofo, historiador de estética y profesor polaco, Stefan Morawski (1921-2004), quien en su texto de 1975, La vanguardia del siglo XX: lo viejo y lo nuevo, propuso revisar las vanguardias del siglo XX, dividiéndolas en dos: "Vanguardias viejas" y "Vanguardias nuevas". Para él, las viejas son aquellas que surgen con el cambio de siglo, al abrigo de los cambios en los movimientos artísticos finiseculares. Son los famosos "ismos" del esas primeras décadas. Sin negar su condición "avant garde" (de vanguardia), considera que los artistas de esos años mantienen una actitud romántica (casi renacentista), en la que son creadores que muestran cosas invisibles al mundo, en una inspiración casi divina. Es decir, que estas son vanguardias que aunque hayan cambiado el curso del arte, no han quebrado la linealidad con el pasado, Más aún, no se han insertado totalmente en el "mercado del arte", cosa que va a suceder a partir de la segunda mitad del siglo XX. 

Señala Morawski que a partir de 1945, con el cambio socioeconómico mundial se produce también una variación en la estructura de las expresiones artísticas. En primer término, se produce un verdadero cambio global en la apreciación y creación de las obras de arte, que abarca no sólo Occidente sino Oriente, y diferencia al mundo socialista del capitalista. En este sentido, los artistas se integran al nuevo mercado del arte, y tienen conciencia del poder de ese mercado, y se integran al mecanismo de publicidad y mercadeo que va a imperar a partir de ese momento. Esta es la "Vanguardia nueva".

Por otro lado, los artistas ahora entienden que el público puede compartir sus experiencias sensoriales, integrándose a las obras (Cinetismo, Op Art, Pop Art, los Happenings, por ejemplo), por lo que se permite incluso el contacto físico como parte de la apreciación (hoy es aún más notable con el arte inmersivo y el arte multimedia). Esto convierte a estas vanguardias yo no en "heroicas", sino en "retadoras". Dice Morawski que son las vanguardias tardías las que verdaderamente ponen en duda los valores tradicionales del arte, aquellos respetados por la sociedad desde la antigüedad clásica. El más notable de estos el de la belleza. Más aún, y como consecuencia, en la posmodernidad la idea de lo bello se va a ver totalmente afectada.  

Todo el lenguaje visual que se había aceptado, -composición, ritmo, equilibrio, contrastes-,  los valores estéticos siempre vigentes, son abandonados por las nuevas vanguardias. Por esto suelen ser más difíciles de aceptar: Action Painting, Arte Povera, Minimalismo, Transvanguardia, Land Art, Fluxus. Las diferentes formas de expresión terminan rompiendo definitivamente con la tradición. Claro, algunas de estas expresiones también resultan efímeras, porque a veces son tan demoledoras, que se derriban a sí mismas. Concluye Morawski que el reconocimiento de las fronteras borrosas entre el acto creativo del artista y el hombre común, representa la demostración de la misma debilidad del arte moderno, que ahora va a presentar un concepto estético inestable, subjetivo, sujeto a múltiples y arbitrarias influencias, como nunca antes en la historia.

Jackson Pollock

No hay comentarios:

Publicar un comentario