miércoles, 20 de junio de 2012

Música electrónica y por computador (2)

Como ya vimos en una publicación anterior, durante los años 1960 el músico e ingeniero Robert Moog desarrolló un instrumento electrónico de teclados que sería clave para el cambio en la música de las últimas décadas: el sintetizador. El sintetizador de Moog original era, como ya se mostró, un aparato grande, pesado y complejo, que exigía no sólo habilidades artísticas sino también ingenieriles. Pero era tan atractivo y original su sonido que rápidamente llamó el interés del mundo musical de ese entonces. Hasta The Beatles se interesaron por el, y Geroge Harrison lo toca en "Here comes the sun", de 1969.

Hacia los años 1970, Moog pudo simplificar su invento, creando el Mini-Moog, que sería, ese sí, una verdadera revolución. Este instrumento de mucho más fácil manejo y con igual sonoridad que el anterior se va a incorporar a todos los generos musicales, incluso los clásicos, y durante esa década setentera su sonido se va a hacer reconocible en todo el mundo. Si bien, como en el caso de Moog primigenio, no se puede hablar de música digital aún, este Mini-Moog analógico servirá para que en la década de 1980 se tome como base para lo que serán los instrumentos digitales que se populizarían en los años posteriores.


Sintetizador Mini-Moog

Muchos grupos populares los adoptaron, y se hizo luego muy común su uso, sobre todo con el crecimiento de la música electrónica bailable. Ya se nombró a Tangerine Dream, el grupo alemán que fue pionero en su uso, pero luego aparecieron otros conjuntos (Kraftwerk probablemente el más interesante en los años 1980) que asumieron los sintetizadores como base para sus composiciones. Y luego no sólo en Europa o los Estados Unidos se hizo común su uso. En Japón se convirtió en un instrumento usual, e incluso en latinoamérica varios músicos se hicieron de Mini-Moogs para sus interpretaciones. Charly García en Argentina con Sui Géneris y Vytas Brenner en Venezuela con Ofrenda son ejemplo de ello, en épocas tan tempranas como 1973.

Sin duda el interés por los nuevos sonidos e intrumentos impulsó la industria de la electrónica en este campo, ampliándose la gama y la variedad, e incluso la comptencia. Robert Moog tuvo que vender los derechos de invención del sintetizador Moog en 1978 para rescatar sus compromisos financieros. Aún así, pocos años después la empresa que comercalizaba los Moogs también quebró. Sin embargo los sintetizadores seguían siendo un instrumento importante, sólo que había diversas marcas y diseños. Con un nuevo enfoque y adaptada al siglo XXI, la nueva empresa de Bob Moog, quien recuperó el nombre y los derechos en 2003, lanzó el Mini-Moog Voyager, con la incorporación de tecnología digital, pero siempre con el espíritu del viejo modelo. Robert Moog murió en 2005, siendo su aporte tan importante que hasta Google le dedico un Doodle-Google...

Mini-Moog Voyager

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