El mundo tecnológico y de las comunicaciones digitales trae enormes cambios socioculturales. Relaciones comerciales, humanas de todo tipo, y un intercambio de formas de vida que hacen de esta sociedad un maremagnum. Vemos sincretismo en diferentes manifestaciones, siendo la religiosa la más notable. Desde hace siglos el fenómeno de combinación de creencias y cultos se ha dado en todas las civilizaciones, pero ahora ese hecho ha tomado otro giro: la aparición de cultos ligados a la tecnología. Es el "tecnopaganismo".
Dice Mark Dery en su libro "Velocidad de escape" que el ordenador de alguna manera borra la diferencia entre lo real y lo imaginario, y como consecuencia promueve una forma de "magia" que deviene luego en ocultismo, y transforma al ciberespacio en un círculo mágico. Igualmente se generan cultos ligados a la cibernética y sus derivados. Un buen ejemplo es Matrix, donde alrededor del tema tecnológico y de realidad digitalizada hay un aspecto pseudoreligioso presente el las profecías, en la resurrección, en la misión mesiánica y en tantos otros detalles.
El mundo cyberpunk también implica de alguna manera la presencia de elementos religiosos asociados a la tecnología. Se liga lo simbólico y lo real. Los tecnopaganos consideran las computadoras como templos, y el espacio virtual como ambientes para demonios y ángeles creadores. Pero ademas se enlazan dioses paganos, antiguos y simbólicos con entes divinos contraculturales. A través de la cibercultura -especialmente en el ciberespacio- campean dioses del progreso así como ángeles sanadores y alienígenas New Age, que comparten jerarquias con los antiguos dioses. La pantalla es la puerta a un ambiente cuya normativa puede ser recreada y que venera un culto animista donde el cielo es un chip.
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