Ekística y comunicación urbana (y 2)

Hemos entendido la ekística como la ciencia que formalmente estudia el desarrollo de los asentamientos humanos, no desde el punto de vista formal de su planificación sino desde la perspectiva orgánica: cómo y porque surgen centros poblados en lugares determinados, y cómo y porque se desarrollan de un u otra forma. Uno de los elementos que forman parte de ese entramado que termina urdiendo las ciudades es la comunicación.

Podemos entender la comunicación como las vías que interconexionan los espacios urbanos, calles o avenidas, pero también se puede estudiar (y de hecho se hace) la comunicación bajo la perspectiva de la interlocución humana, los medios masivos y medios técnicos, y la relación interpersonal en las ciudades. Siendo así, es clave entender la importancia de la comunicación social y humana en la evolución de las urbes, desde el principio de la historia.


La capacidad humana de hablar viene pareja con su capacidad de resolver problemas cada vez más complejos, y ello permite pasar de la caza y recolección a la agricultura, que es tal vez el factor más clave en la aparición de los centros poblados. La comunicación entonces pasa a convertirse en un factor agluitinante, siendo la lengua y el idioma elementos básicos en la conjunción poblacional de un territorio. 

Hoy en día los medios de comunicación masivos (bien sean locales o regionales o nacionales) son una forma de mantener cierta cohesión social dentro de un territorio. Y los canales de comunicación interpersonal (teléfonos, internet, correo) son también elementos que ayudan a la interrelación que une a los grupos humanos. Las ciudades no podrían permanecer funcionalmente activas sin la existencia de todos los medios actuales de comunicación.

La famosa caseta telefónica británica de Banksy