Consecuentemente es la función del lenguaje que se centra en la propia codificación de la lengua. Se utiliza para hablar del propio lenguaje, para aclarar el mensaje. Se manifiesta en declaraciones y definiciones. Por ejemplo la frase "Pedro tiene 5 letras", no hace alusión a lo que Pedro significa sino a sus propios componentes.
Es interesante observar como este análisis, que es básicamente semiológico, se ha extrapolado a otras formas del conocimiento que también tienen como base los lenguajes, los signos y los discursos. De hecho por esta vía, un signo concreto puede derivar en un nuevo significante. Jean Baudrillard propone, a nivel metalingüístico, la hipótesis de que el objeto de una ciencia no es más que el efecto de su discurso, es el recorte del campo del saber que funda su racionalidad sobre la exclusión de todo el resto. Se sabe -continúa Baudrillard-, que una ciencia está fundada sobre el consenso del lenguaje de una comunidad que llamamos científica.
Esto no obstante deriva en una nueva reflexión: ¿es la semiología un metalenguaje respecto de la comunicación? Si funciona para los lenguajes de las ciencias, ¿porque no para la comunicación? Aquí entran en discusión aquellos que postulan una visión post-estructuralista, más allá de lo que explica el mismo Jakobson. Esto servirá de tema para futuras publicaciones.
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