viernes, 3 de febrero de 2017

Televisión y estética digital

Sin duda, el medio de comunicación más poderoso de los últimos 70 años es la televisión. Tal vez la T.V. sea el epítome de los medios masivos. La radio, la prensa, el cine, han contribuido a formar la opinión colectiva, los gustos populares, el entretenimiento, pero es la pequeña pantalla la que más influye en el gran público, en todos los aspectos. Mucho se ha escrito, discutido y analizado sobre el poder de este medio, siendo fuente y foco de múltiples estudios.

Un aspecto que puede estudiarse es el de la relación entre la televisión y la estética digital. Hay dos formas ver este medio y su integración. Uno como soporte de contenido y otro como elemento compositivo propio. Como sustrato visual mediático su estética es la de los mismos programas. Esto independientemente del hecho técnico: pantalla HD, Led, Cristal líquido, o rayos catódicos. La programación es la que muestra su propia estética: animaciones, digitalizaciones, películas. Tal como en el cine, es el producto el que muestra su estilo gráfico, visual y audiovisual.

Pero por otro lado, la T.V. como artefacto más que como medio masivo, también funciona creando objetos artísticos, que construyen instalaciones y espacios multimedia. Es el caso de aquellos artistas que combinan los televisores para conformar obras que luego en sí mismas van a ser apreciadas, más allá de su contenido. Esta estética está ligada a lo multimediático, multimodal y a lo digital, cuando en su elaboración y difusión se apela a la tecnología y a su conceptualización. Ya aquí en este blog he tratado el tema de la pantalla y de los medios masivos. En futuras publicaciones pondré ejemplos de todas estas facetas de la T.V. como expresión estética en sí misma.


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