miércoles, 8 de febrero de 2017

Todorov y el símbolo

El día de ayer, 07 de febrero, falleció a los 77 años en la ciudad de París, el lingüista, filósofo, historiador y crítico Tzvetan Todorov, oriundo de Bulgaria pero de nacionalidad francesa, famoso por sus trabajos en lingüística, semiótica, teoría literaria y filosofía. Su Crítica de la crítica, de 1984, es uno de sus libros más relevantes por la originalidad de sus planteamientos, en el que propone una nueva manera de abordar la literatura mediante el diálogo: un diálogo con la única opción válida para la vida, el hombre mismo, dado que ello supera el debate entre el dogmatismo clásico y el relativismo moderno. Igualmente relevantes son sus dos famosos libros sobre el símbolo:  Teorías del símbolo, de 1977 y Simbolismo e interpretación, de 1978.

En el primero trabaja la idea de símbolo separándola de la de signo, puesto que si bien es cierto que todo símbolo es una forma de signo, lo simbólico trasciende el significado evidente para alcanzar una dimensión retórica propia de los diferentes usos del lenguaje, en particular el escrito. Es interesante ver cómo Todorov trabaja el símbolo desde la retórica, y compara ésta con la estética, señalando que la retórica como construcción simbólica, no puede asumir la idea de un discurso que se justifique en sí mismo; en tanto la estética surge cuando reconoce su objeto, lo bello, el estilo y a su vez, lo simbólico desde lo verdadero, lo útil y lo bueno, en sus grados relativos pero motivados por el gusto y su cultura. Claro, Teorías del símbolo abarca también otros tópicos, como la semiótica histórica, y la imitación y la imagen del hombre, lo que lo hacen un libro universal.

En simbolismo e interpretación por su parte, Todorov estudia las estrategias de la interpretación simbólica, dando relevancia a la alegoría y su carácter evocativo, sobre todo en el texto y en la lengua. Analizando los componentes semánticos del lenguaje, concluye que el texto es un todo autónomo, que tiene límites que se pueden precisar, pero a la vez es una obra abierta, en movimiento. Pueden distinguirse en el texto numerosos niveles: fonéticos, sintácticos, semánticos, ideológicos, narrativos, culturales, que pueden ser identificados según -y en acuerdo con- los códigos que se utilicen para su decodificación. En este sentido, el aporte de Tzvetan Todorov en el análisis de todas las disciplinas ligadas a los lenguajes, ha sido relevante y muy original.


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