martes, 24 de julio de 2012

Los increíbles Increíbles

En 2004 se estrenó una original película de animación digital que ganó el Oscar de la Academia en su categoría de Film Animado, y que como curiosidad tiene que fue la primera película con esta técnica que contó sólo con personajes humanos (nada de muñecos parlanchines o animales como gente): Los Increíbles. 

Originalmente concebida por el director y guionista estadounidense Brad Bird en los Estudios Warner Bros., para ser realizada en animación tradicional, recaló finalmente en los Estudios Pixar, donde se convirtió en un film de animación digital. La trama es novedosa, puesto que coloca a los típicos superhéroes gringos de los años cuarentas en una situación de rechazo social, por lo que deben permanecer en el anonimato durante años, hasta que en los años sesentas uno de ellos decide volver por sus fueros, contratado por un misterioso personaje que resulta ser el malo de la historia, un falso superhéroe, el acomplejado científico que desea (que raro) salvar el mundo (de sus propias creaciones) para que sea reconocido universalmente: "Síndrome".

Este héroe que regresa de la vida anónima y aburrida (ahora un poco más gordo y calvo) es Mr. Increíble, que está casado con otra heroína ("Elastigirl") con quien tiene tres hijos (Violeta, Dash y Jack-Jack), todos con súper poderes. Su mejor amigo, otro super hérore ("Frozono") se verá también involucrado, y al final deben salvar la ciudad de un malvado robot fuera de control inventado por Síndrome, que ha tramado todo para dejarles en ridículo, pero al final termina siendo destruido por su propia creación (en realidad es su capa de paladín la que lo aniquila). La trama tiene puntos interesantes, porque hace ciertas reflexiones sobre los mitos culturales de los EE.UU. y juega con referencias al mundo moderno desde el digitalismo.

Lo más interesante es, sin embargo, el aspecto estético de la película (además de la gran calidad de su elaboración y producción técnica). Aquí se conjuga una alusión a la estética de la modernidad de los años 1940 con la del postmodernismo cultural, y muy particularmente la estética modernista de los años 1960 con el digitalismo. Las máquinas, los artefactos, la ambientación hace toda una alegoría a la ficción de mediados del siglo XX, pero su visualización mediante la animación digital le dan un aire de siglo XXI, lo cual genera una combinación muy atractiva. Naturalmente están presentes los elementos de la estética digital, las texturas, luces, superficies, movimientos, además de la misma concepción, pero haciendo alusión a los elementos visuales del "estilo internacional" típico del movimiento moderno. 

Toda la película tiene grandes momentos, y a pesar de que forma parte de circuito comercial de Hollywood y está cargada de toda la influencia capitalista de la industria cultural, está muy inteligentemente concebida, sin pretensiones, por lo que produce 115 minutos de entretenimiento y diversión visual. Y sigue teniendo éxito hoy en día...










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