He venido tratando el tema de la reificación y la cosificación desde el punto de vista político, sociológico y económico, pero también desde el arte y la comunicación hay formas de "cosificación", esto es, convertir las acciones y las personas en cosas, en objetos. En el caso del arte, es una tendencia que busca criticar e impactar, pero en el caso de la comunicación, en especial de la publicidad, el enfoque es diferente.
La cosificación en la publicidad es la práctica de representar a las personas, especialmente a las mujeres, como objetos sexuales o meros accesorios, en lugar de como individuos con sus propias ideas, sentimientos y experiencias. Esto lo podemos ver reflejado en varias formas, en avisos y anuncios.
Uno es enfocarse en la apariencia física. Los anuncios cosificadores a menudo se centran en el cuerpo de la persona, mostrando ropa reveladora o poses sugerentes, en lugar de destacar las características o beneficios del producto que se promociona.
Otra forma es el uso de un lenguaje sexualizado: en estos casos los avisos pueden usar un lenguaje sexualmente explícito o sugerente, o hacer referencias a la sexualidad de la persona de manera indirecta.
Es también muy evidente el hecho de comparar a las personas con objetos: Los anuncios de este tipo comparan a las personas con objetos, como coches, comida o animales, para sugerir que pueden ser poseídas o utilizadas.
Finalmente tenemos aquellos anuncios que reducen a las personas a roles estereotipados. Aqui pueden representar a las mujeres en roles estereotipados, como amas de casa o objetos sexuales, en lugar de mostrarlas en roles más diversos y empoderadores. Sobre estos casos hay muchos ejemplos, que mostraré en otras publicaciones.
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