domingo, 22 de noviembre de 2015

Sobre la experiencia estética

El tema de la estética como concepto, como expresión y como manifestación, lo he tratado muchas veces en este blog, cosa natural porque es uno de mis temas fundamentales (además de la temática comunicacional, tecnológica y cultural de todo tipo). De manera indirecta me he acercado a la experiencia estética, pero es importante también estudiar cómo ha sido analizada esa "experiencia" estética desde diversos puntos de vista.

Sobre este asunto han escrito muchos autores, aunque muchas veces de manera indirecta. De alguna manera se puede decir que lo que llamamos "experiencia estética" constituye una circunstancia que contiene una satisfacción y finalidad en sí misma, que se puede definir como autotélica -esto es,
 toda acción que lleva en sí misma la justificación de su propio fin- a diferencia de la experiencia práctica, que busca la utilidad, el beneficio tangible. En ese sentido se puede asomar una formulación teórica, que tiene ante todo un interés cognoscitivo, o una de implicación personal, que depende estrictamente de las vivencias y los intereses individuales en los que se involucra la historia personal, lo que la hace difícil de compartir con otros.

Según el filósofo estadounidense Monroe Beardsley, en su libro Estética: Historia y fundamentos escrito junto a John Hospers, hay 5 aspectos que deben estar presentes en la experiencia estética:

•    Atención en el objeto
•    Sentimiento de libertad
•    Distanciamiento de los afectos
•    Descubrimiento activo
•    Sensación de integración

Siendo así, según estos autores, la experiencia estética puede ser definida como un modo de encuentro con el mundo, con objetos, fenómenos y situaciones -ya sean naturales o creados por el ser humano-, que producen en quien lo experimenta un placer, un conjunto de emociones y un tipo de conocimiento que puede considerarse de tipo estético, entendido éste como afectación emocional, sensorial, de atención activa, apertura mental, contemplación, empatía e identificación. 

Por su parte el filólogo alemán Hans Robert Jauss en Pequeña apología de la experiencia estética señala tres categorías de experiencia estética básicas:

• Poiesis: El placer producido por las propias producciones
• Aisthesis: El placer producido por la obra de otros.
• Catarsis: el placer en las propias emociones, derivadas del encuentro estético, que es capaz de conducirnos a un cambio en las convicciones o a la liberación del ánimo.


Como se puede deducir, hay un gran componente personal e individual en la compresión de lo estético, y de qué manera nuestras experiencias nos permiten tener distintas aproximaciones a este tema que por ser tan afecto a la idiosincrasia humana, lo hace trascendente más allá de su utilidad y pragmatismo.


"El árbol", Armando Reverón, 1933

No hay comentarios:

Publicar un comentario