Justamente y para entender los procesos digitales, es importante conocer no sólo las teorías clásicas de la física, sino las nuevas teorías que han contribuido ha construir una nueva visión del mundo. La Teoría del Caos, desarrollada en la segunda mitad del siglo XX, se define como un enfoque del análisis de lo real basado en la impredictibilidad, es decir, ni las matemáticas ni la naturaleza son absolutamente predecibes. Es el estudio del desorden como disciplina, fundamentado en la interpretación de las leyes de la Termodinámica. Los pioneros de su formulación son Henri Poincaré y Edward Lorenz.
En principio, la Termodinámica explica el orden y el desorden del universo a la vista de los procesos físico-químicos. Una de sus definiciones claves es la de Entropía, que es precisamente la medida del desorden de un sistema. Por ejemplo, una masa de una sustancia con sus moléculas regularmente ordenadas, formando un cristal, tiene entropía mucho menor que la misma sustancia en forma de gas con sus moléculas libres y en pleno desorden. Estos conceptos tienen su origen en la física clásica, y ya se desarrollan desde mediados del siglo XIX. Sin embargo no es sino hasta mediados del siglo XX que se reinterpretan con la comprensión de que lo caótico es parte fundamental del universo.
Pero a pesar de que esta teoría se basa en el estudio de lo caótico, operan leyes y reglamentos que explican los hechos naturales y artificiales de manera sistemática. Hoy la Teoría del Caos se ha convertido en una disciplina científica, cuyo paradigma es el estudio de la complejidad del mundo. Esto es clave en la comprensión del espacio cibernético.
Atractor de Lorenz |
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