domingo, 13 de marzo de 2011

Lecciones de estética de Hegel (1)

El muy reconocido filósofo alemán G. W. F. Hegel (1770-1831) entre los varios tópicos que desarrolla dentro de su pensamiento llamado Idealista, está el estudio de la estética. Su visión va a influir fuertemente en la manera de pensar sobre el arte y la belleza en el mundo del S. XIX y parte del XX. Dedica un libro justamente a analizar el hecho artístico desde el punto de vista estético que justamente llama "Lecciones de Estética" (Vorlesungen über die Ästhetik, original de 1819 pero publicado en 1832). Una de las cosas interesantes que tienen sus planteamientos es que adversan la idea de "Estética Trascendental" de Kant. Su formulación está basada más en entender la estética como un valor de apreciación, que como instrumento mediador, que es lo que Kant propone.

Hegel dice no puede ser un ente de relación entre la razón y la sensibilidad, sino que debe ser entendido como un valor en sí mismo. En la introducción a las "Lecciones" señala:
"Dedicamos estas lecciones a la estética, cuyo objeto es el amplio reino de lo bello. Hablando con mayor precisión, su campo es el arte y, en un sentido más estricto, el arte bello. Hemos de reconocer que la palabra estética no es totalmente adecuada para designar este objeto. En efecto, «estética» designa más propiamente la ciencia del sentido, de la sensación. Recibió esa acepción como una nueva ciencia o, más bien, como algo que había de llegar a ser una disciplina filosófica, en la escuela de Wolff. Su origen se remonta, pues, a un tiempo en el que las obras de arte se consideraban en Alemania bajo el aspecto de las sensaciones que estaban destinadas a producir, así, por ejemplo, las sensaciones de agrado, de admiración, de temor, de compasión, etc.. Habida cuenta de que este nombre resultaba inadecuado o, más exactamente, superficial, no faltaron intentos de encontrar otras denominaciones, así la de calística. Pero también ésta resulta insatisfactoría, pues la ciencia a la que se refiere no considera lo bello en general, sino solamente lo bello del arte. Por eso nos quedaremos con el término «estética», pues, por tratarse de mera cuestión de nombre, el asunto es indiferente para nosotros. Además, entretanto el vocablo ha pasado al lenguaje cotidiano, de modo que podemos retenerlo como nombre".
Como vemos, Hegel hace una clara relación entre el arte, lo bello y lo estético, y para él esto es independiente de la fidelidad respecto a la naturaleza. La belleza no es, como para algunas filosofías, un reflejo de lo natural, y que aquello que semeja la realidad es lo mas bello. No, la belleza deviene en la idea antes de la percepción. Entonces, si lo bello o la belleza comienza en la Idea, en la Idea "eliminamos al mismo tiempo la dificultad, la molestia que podría crearnos la gran variedad, la infinita multiplicidad de los objetos que se califican de bellos." Podemos hablar de una belleza artística, diferente de aquello que puede ser apreciado en la naturaleza. Lo bello artístico va a ser superior a lo bello natural porque en el primero va a estar presente el espíritu, la libertad, que es lo único verdadero. Lo bello en el arte va a ser belleza generada por el espíritu, por tanto partícipe de éste, a diferencia de lo bello natural que no va ser digno de una investigación estética precisamente por no ser partícipe de este espíritu que es el fin último de conocimiento.

Como parte de este pensamiento, trabaja Hegel los conceptos de idealismo y simbolismo, aspectos que van a hacer compleja la apreciación de la estética desde el punto de vista de las manifestaciones culturales. Sobre esto hay otras cosas que tomar en cuenta. Sin duda estos planteamientos han pesado tan fuertemente que aún se siguen discutiendo. Lo veremos aquí en futuras publicaciones.

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