domingo, 28 de mayo de 2017

El discurso de la obra de arte y el discurso sobre la obra de arte

El semiólogo italiano Emilio Garroni, en su libro de 1972, Proyecto de semiótica, entre los muchos temas que aborda, hace un comentario sobre la distincuión que parece obvia entre el discurso de la obra de arte y el discurso sobre la obra de arte. Es decir, lo que la obra de arte dice, y lo que se dice sobre la obra de arte, desde el punto de vista semiótico. Formalmente es clara la diferencia, porque el discurso de la obra de arte tiene que ver con el contenido que esta incorpora, sea cual sea la forma expresiva: pintura, música, literatura, arquitectura, escultura, fotografía, poesía, arte digital. En cambio, cuando un experto, un crítico o cualquier espectador comenta sobre esa obra, usa una forma diferente de expresión, que tiene que ver con el análisis o la descripción de los percibido.

Desde el punto de vista semiótico, es decir, de la construcción del discurso, sus signos y contenidos, un obra artística puede ser observada de muy variadas maneras. Más aún, cada expesión puede generar una forma de discurso diferente: visual, auditivo, mental, táctil, multisensorial. El perceptor entiende lo que al autor ha querido plasmar, y va a depender de la creación, el cómo es entendida. Más aún, el autor puede explicar lo que ha querido decir, y entonces genera una combinación de ambas visiones: tanto el discurso de la obra de arte (su contenido) y el discurso sobre la obra de arte (lo que es comentado); entendiendo "discurso" como el enunciado o conjunto de enunciados con que se expresa, de forma escrita u oral, un pensamiento, razonamiento, sentimiento u opinión. 

Por otro lado, los críticos o comentaristas tratan de desentrañar el sentido de las obras de arte, pero a su vez hacen un análisis "desde afuera", estudiando sus elementos, componenetes, partes estéticas, estilo y calidad relativa. Analiza lo que hace el creador desde el aspecto de su producción. Dice Garroni: "El crítico problematiza las opciones del productor, es decir, que en cierto modo se mueve en el mismo plano que el productor, cuyas opciones (...) suponen una problematización semiótioca análoga" (p.321). El crítico verbaliza las percepciones de la obra, y lleva las propuestas del autor a un plano semiótico analítico. Este discurso intenta analizar motivaciones y manifestaciones en un ángulo distinto al del propio productor.

Finalmente Garroni señala la dificultad que existe en ese la objetividad de ese discurso crítico, pues no es fácil mantener una imparcialidad perceptiva sobre una imparcialidad productiva. El artista tiene una intención, un lenguaje y un estilo, que puede ser enfocado de muy diferente forma por quien percibe la obra. Esa es una de las dificultades a las que se enfrenta el discurso del creador: ser mal interpretado. Pero es también parte del mensaje semiótico implícito en toda producción, entender las razones por las cuales se crea. Esto desde que el arte es arte.


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