sábado, 17 de septiembre de 2011

Las 12 esculturas (2): El busto de Nefertiti

Como segunda escultura que ha sido trascendente y que representa una cultura y una civilización clave para la historia de la humanidad, tenemos la cabeza o busto de la reina egipcia Nefertiti, que se estima fue realizada como retrato de esta personalidad hacia el año 1.330 antes de Jesucristo. Se ha determinado que el autor debe ser el famoso escultor y artesano Tutmose, empleado notable del Faraón Akhenatón, y de quien la reina Nefertiti (o también Nefertari) era esposa. Su datación corresponde a su reinado, durante la XVIII Dinastía.

Esta escultura, que nos muestra del busto hacia la cabeza de esta reina, está hecha en caliza coloreada y yeso, y fue hallada en el año 1912, en unas excavaciones realizadas por la compañía alemana Orient-Gesellchaft y liderizadas por el egiptólogo germano Ludwig Borchardt. Esta figura se encontró en lo que se supone son los restos del taller de Tutmose en Tell el-Amarna, nombre de una zona situada en la ribera oriental del río Nilo, célebre por ser el enclave donde se edificó la capital del reino de Akhenatón (Ajetatón) a mediados del siglo XIV a.C.

Este faraón se hizo muy famoso por haber cambiado la estructura religiosa de Egipto. Su nombre original era Amenophis IV que más tarde cambiaría por Akhenatón, “El que habla por Atón”, y conduciría Egipto junto a la Reina Nefertiti, cuyo nombre significa “La Bella ha Llegado” ó “La más Bella de las Bellas”, durante unos 17 años (aproximadamente entre 1364-1347 a.C.). Én este período se impuso la adoración a un solo Dios, el Sol, o Athón, y ello trajo mucha resistencia entre los sacerdotes del reino. Nefertiti fue representada muchas veces durante este período, y se estima que debe haber tenido mucho peso en las acciones del gobierno. Es durante esta ápoca que se realiza este busto extraordinario, de una hermosura que aún hoy nos impresiona.

Sin duda esa figura debe haber influido en la percepción estética del pueblo egipcio, y aunque a la caída de Akhenatón se volvió al culto politeísta clásico, los patrones visuales que se propugnaron en este período perduraron y aún hoy tienen relevancia. Esta figura de unos 47 cms. de alto y 20 kilos de peso está hoy en el Museo Neues de Berlín, Alemania, y nos sigue mirando con una expresión reflexiva que nos hace pensar... ¿qué piensa esta reina?


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