En un breve pero muy denso e interesante libro de 1995, el Prof. de la Universidad de Los Andes, Freddy Sosa, se plantea la formulación de una epistemología de arte, esto es el establecimiento de fundamentos y métodos del conocimiento científico aplicados a la creación artística. Y aclara que este texto es una aproximación a una teoría del conocimiento estético. De más está decir que se hacen referencias a Kant, a Adorno, a Wittgenstein, a Russell, a Eco, a Tatarkiewickz, a Benjamin y otra cantidad de filósofos y teóricos que de alguna manera abordan el tema de la epistemología y del arte.
El autor divide su obra en tres análisis: el primero, en el que estudia la necesidad del pensamiento epistemológico y de qué manera el método sistématico de elemntos del conocimiento puede ayudar a la definición de unos principios estéticos, de "OBJETOS, SUJETOS Y CONCEPTOS"
. En el segundo, "EL ORIGEN DE LA ABSTRACCIÓN"
, aborda los fundamentos ontológicos de la abstracción, para poder aplicarlos al tema de la belleza y del arte. Y un último capítulo, "ONTOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO ESTÉTICO"
, en el que establece diversos argumentos para definir la existencia de una aconceptualidad del conocimiento estético, en contraposición a una conceptualidad del conocimiento artístico, concluyendo y en referencia a Kant, que hay una trascendentalidad del conocimiento estético.
Ciertamente el libro es complejo, pero quiero resaltar dos comentarios que me parecen muy valiosos y que se aplican no sólo al conocimiento estético en general, sino a también a esta nueva aproximación digital al arte y a la belleza. Una primera cita en la introducción sirve para establecer una discusión interesante: "Es enteramente necesario resolver el problema de la naturaleza del fenómeno estético, cuando menos instrumentalmente. Es preciso tener presenta cuál es la naturaleza del fenómeno estético antes de hablar de él, y por fenómeno estético entiendo tres cosas, no siempre coetáneas las tres: (I) lo que podríamos llamar el acto creador del artista, (II) la obra de arte como fenómeno que se da a los sentidos y (III) el otro acto creador, el del espectador verdadero de la obra."
Y una refelexion a manera de conclusión en el final del tercer capítulo: "No hay obra de arte ni hay Dios si no hay muerte. Y aunque es evidente que no es el sujeto orgánico de quien crea o de quien especta lo que ha de morir, no se trata tampoco de una muerte "en mi", en un sentido idealista, ni de "sentirse en muerte" o de un "como si". Si esto a lo que llamamos muerte en el lenguaje cotidiano no es otra cosa, visto desde la lógica orgánica, que un desencuentro informático entre el sujeto y la alteridad, si la muerte ocurre sólo cuando la obtención y reversión de información es imposible desde el sujeto porque la decodificación, por razones diversas que acá no es preciso revisar, se ha perdido, creo que se comprende el sentido de la subjetividad del hecho estético del que se viene hablando".
Como vemos es una abordaje complejo, que vale la pena seguir analizando, y más adelante en otras entradas aquí haré más referncias a este libro.