Está en desarrollo, aún incipiente pero con planes a corto plazo, una nueva forma de inteligencia artificial llamada Inteligencia General Artificial (AGI, por sus siglas en inglés: Artificial General Intelligence) que es un tipo de IA que poseería la capacidad de entender, aprender y aplicar conocimientos en diversos dominios de manera similar a un ser humano, superando las limitaciones de las IA especializadas (como ChatGPT o los sistemas de reconocimiento de imágenes).
Algunas de las características notables de la AGI son la generalidad (a diferencia de las IA estrechas como los bots o los asistentes virtuales, una AGI podría realizar tareas intelectuales en cualquier ámbito sin necesidad de ser reprogramada), la autonomía (podría razonar, planear, resolver problemas abstractos y adaptarse a situaciones nuevas sin intervención humana) y una posible consciencia (algunos teóricos incluyen la autoconciencia como requisito, pero esto es filosóficamente controvertido). No obstante, ya algunas de estas cosas están siendo desarrolladas.
Las diferencias con la IA actual (IA estrecha o ANI) incluyen su auto conducción (ejemplo de IA estrecha, un modelo como GPT-4 es brillante en lenguaje, pero no puede conducir un automóvil o hacer un descubrimiento científico sin entrenamiento específico) o creatividad autónoma (un ejemplo de AGI: un sistema que, como un humano, podría escribir un poema, diseñar un puente y aprender a tocar el piano por sí mismo). Vemos que hay aún notables diferencias con la IA de ahora.
El desarrollo es de esta AGI enfrenta varios retos y desafíos para lograr la AGI. En primer término, lograr una flexibilidad cognitiva. Los humanos usamos sentido común y transferencia de conocimiento entre áreas; las IA actuales no. Otro problema son los actuales límites computacionales. No está claro si la arquitectura informática contemporánea (redes neuronales) basta para emular la mente humana. Un punto aparte lo merece el tema de la ética y seguridad. ¿Cómo controlar una entidad más inteligente que nosotros?
Ciertamente, aún este tipo de IA no existe, pero como hay proyectos en camino (como DeepMind de Google o OpenAI), podemos prever que en algunos años estos aspectos estén presentes en ciertos programas de IA. No se ha creado un todavía un sistema que cumpla con todas las características de una AGI. Pero es bien probable que en este siglo aparezca un recurso similar, aunque hay muchos científicos y pensadores que son escépticos ante la posibilidad de que en el futuro veamos un fenómeno como ese.