La semiosis o forma en que se generan los significados de los signos, es un proceso que se aplica a toda forma de sentido comunicacional. Aceptando que son signos las palabras, los sonidos, las señales, las imágenes, las formas y todo tipo de representación simbólica (mental o sensorial), se puede decir que hay creación de signos en las múltiples áreas de la vida y del conocimiento. Y lo hay en dos formas: la semiosis lingüística, que tiene que ver con las lenguas, y la semiosis no lingüística, que se aplica a las imágenes, a los lenguajes no verbales, a la arquitectura (entre otros). El caso del lenguaje arquitectónico es interesante, porque va más allá de las funciones y necesidades.
En un libro de 1963, John Summerson habla de El lenguaje clásico de la arquitectura, de Alberti a Le Corbusier, estudia cómo las formas y maneras heredadas del mundo grecorromano has sido utilizadas una y otra vez, en particular desde el Renacimiento a partir del siglo XV hasta el siglo XX. Arcos, ventanas, capiteles, frontones, tímpanos, bóvedas, arquitrabes, toda una serie de elementos que además de cumplir ciertas funciones espaciales y estructurales, trasmiten ideas, conceptos, son simbólicos, y dicen "cosas" más allá de su usabilidad. En el libro Proyecto de semiótica (1972), Emilio Garroni propone una explicación para enseñar cómo se produce la carga de significados en lo elementos arquitectónicos, pero afirmando que no se puede hablar de una semiótica de la arquitectura similar a la semiótica de las lenguas, porque su funcionamiento y establecimiento es diferente. La diferencia está en que históricamente las formas y las funciones están ligadas tanto a hechos simbólicos como a funcionales, que responden a las culturas y a las posibilidades técnicas y de materiales que existen en los distintos espacios naturales.
En todo caso, como hemos visto en las cuatro publicaciones anteriores, no hay duda de que además de las lenguas y los idiomas, los lenguajes no verbales de todo tipo (desde la matemática y la música, hasta la arquitectura y la escultura, pasando por todos los lenguajes visuales), tienen un proceso de conformación simbólico cultural importante, clave para entender lo que nos dicen esas expresiones. Y que la comunicación está presente en todas esas manifestaciones, desde el momento en que las asumimos como signo.
Discusión y argumentación acerca de la definición y pertinencia del concepto de Estética Digital y sus implicaciones en la comunicación, arte y cultura.
lunes, 31 de julio de 2017
domingo, 30 de julio de 2017
Semiosis no lingüística (4)
Se entiende como semiosis al proceso mediante el cual un objeto, un hecho, un cosa, se convierte en un signo, es decir, adquiere o se le asigna un significado. El que es más evidente es el que asigna valor o sentido a las palabras, y se extiende tanto al lenguaje verbal como al escrito. En algunos idiomas la palabra se construye según unidades (letras y sílabas) y en otros por graficaciones (ideogramas o jeroglíficos). Pero en todo caso se habla de semiosis lingüística porque es la forma como se crean signos lingüísticos (de las lenguas). Pero como hay otros lenguajes que no son verbales, se produce también una semiosis no lingüística. El semiólogo italiano Emilio Garroni, en su libro Proyecto de Semiótica de 1972, señala que hay en este campo tres modelos principales: el pre-verbal, el figural y el arquitectónico. En las anteriores tres publicaciones hice referencia a los primeros, que se diferencian bastante al último: la semiosis arquitectónica.
En esta dirección señala Garroni que la arquitectura está cargada de simbolismos, más allá de sus funciones prácticas. Y esos símbolos, que son formas cargadas de contenidos o ideas representacionales, no tienen que ver con la expresión figural de la arquitectura, esto es, los planos, las perspectivas o las maquetas. Cuando se habla de semiosis arquitectónica se refiere a todos aquellos elementos visibles, perceptibles, que añaden valores extra a los edificios, superando el funcionalismo directo. Una ventana es una perforación para que entre luz y aire, pero cuando esa ventana se ornamenta, se hace compleja, se presenta como un hecho más allá de lo práctico, adquiere un valor simbólico. Eso ha sucedido en todas las épocas, sobre todo cuando los edificios representan poder, dominación. Dice Garroni: "Los autores de un edificio público del siglo XIII o XIV, por ejemplo, comunicaban a sus usuarios un conjunto bastante rico, multiestratificado, con múltiples sentidos de valoración espacio-perceptivas, emotivas, de comportamiento, que dependían de un conjunto de valoraciones espaciales". Este es el planteamiento, entonces: ¿cómo se producen esos sentidos? ¿Existe un verdadero proceso de semiosis arquitectónica, es un simplemente casual el valor que se les asigna a los elementos espaciales (formas, tamaños), decorativos (molduras, capiteles) o funcionales (puertas, techos)? Este tema es el que queda apuntado.
El problema es que no se puede hacer una directa extrapolación de los mecanismos lingüísticos a la arquitectura, porque es limitar sus significados y simbolismos. Hay sin duda una relación entre los edificios y sus elementos y lo que éstos nos quieren decir, pero es complicado establecer un verdadero lenguaje, sin caer en banalizaciones, en un empobrecimiento de lo que nos dice la arquitectura. En la próxima publicación, la conclusión de este tema.
En esta dirección señala Garroni que la arquitectura está cargada de simbolismos, más allá de sus funciones prácticas. Y esos símbolos, que son formas cargadas de contenidos o ideas representacionales, no tienen que ver con la expresión figural de la arquitectura, esto es, los planos, las perspectivas o las maquetas. Cuando se habla de semiosis arquitectónica se refiere a todos aquellos elementos visibles, perceptibles, que añaden valores extra a los edificios, superando el funcionalismo directo. Una ventana es una perforación para que entre luz y aire, pero cuando esa ventana se ornamenta, se hace compleja, se presenta como un hecho más allá de lo práctico, adquiere un valor simbólico. Eso ha sucedido en todas las épocas, sobre todo cuando los edificios representan poder, dominación. Dice Garroni: "Los autores de un edificio público del siglo XIII o XIV, por ejemplo, comunicaban a sus usuarios un conjunto bastante rico, multiestratificado, con múltiples sentidos de valoración espacio-perceptivas, emotivas, de comportamiento, que dependían de un conjunto de valoraciones espaciales". Este es el planteamiento, entonces: ¿cómo se producen esos sentidos? ¿Existe un verdadero proceso de semiosis arquitectónica, es un simplemente casual el valor que se les asigna a los elementos espaciales (formas, tamaños), decorativos (molduras, capiteles) o funcionales (puertas, techos)? Este tema es el que queda apuntado.
El problema es que no se puede hacer una directa extrapolación de los mecanismos lingüísticos a la arquitectura, porque es limitar sus significados y simbolismos. Hay sin duda una relación entre los edificios y sus elementos y lo que éstos nos quieren decir, pero es complicado establecer un verdadero lenguaje, sin caer en banalizaciones, en un empobrecimiento de lo que nos dice la arquitectura. En la próxima publicación, la conclusión de este tema.
sábado, 29 de julio de 2017
Semiosis no lingüística (3)
Según el teórico en semiótica italiano, Emilio Garroni, hay básicamente (entre otras formas más particulares), tres vías de entender la semiosis no lingüística; esto es, la manera como "algo" se convierte en "signo", entendiendo signo como una sustitución, una cosa que está en lugar de otra, por uso, convención o aceptación social. En este caso habla de signos no referidos a las lenguas orales o escritas, y estas tres vías son: la semiosis pre-verbal, la figural y la arquitectónica. En la publicación anterior vimos la semiosis pre-verbal, como se generan signos antes y aparte del lenguaje oral y escrito. Pero separadamente de lo que se entiende como lenguaje figural, que es aquel relacionado con las figuras o imágenes visuales.
Se debe considerar aquí la actividad representativa por medio de imitación figural (de figuras, gráficos, imágenes) que incluye el dibujo, la pintura, la fotografía, el cine y toda aquella presentación gráfica visual. Ya aquí en este blog he desarrollado la idea de imagramas e imagrafía, en las que se explica en qué consiste cada una de las categorías de las imágenes.
La conversión de esas imágenes en signos viene dada por la asignación, espontánea o convencional, de significados a los que he definido como imagramas. Ciertamente hay formas de imagramas que son puramente convencionales, en tanto otras son imitativas o representativas. Ya Aristóteles partía de la consideración de la idea de una especie de instinto de imitación en el ser humano, cuya satisfacción nos produciría placer. Claro, relacionó esta necesidad con el problema cognoscitivo: representamos para aprender y aprehender. Pero el tema de la transformación de objetos, pensamientos o sensaciones en imágenes figurales, signos visuales, lleva ciertas complejidades que ya han sido abordadas aquí en otras publicaciones (ver la etiqueta IMAGRAFÍA). El caso de la imagen arquitectónica es uno de esos ejemplos de complejidad, que el mismo Garroni señala como semiosis arquitectónica, que veremos en la próxima publicación.
Se debe considerar aquí la actividad representativa por medio de imitación figural (de figuras, gráficos, imágenes) que incluye el dibujo, la pintura, la fotografía, el cine y toda aquella presentación gráfica visual. Ya aquí en este blog he desarrollado la idea de imagramas e imagrafía, en las que se explica en qué consiste cada una de las categorías de las imágenes.
La conversión de esas imágenes en signos viene dada por la asignación, espontánea o convencional, de significados a los que he definido como imagramas. Ciertamente hay formas de imagramas que son puramente convencionales, en tanto otras son imitativas o representativas. Ya Aristóteles partía de la consideración de la idea de una especie de instinto de imitación en el ser humano, cuya satisfacción nos produciría placer. Claro, relacionó esta necesidad con el problema cognoscitivo: representamos para aprender y aprehender. Pero el tema de la transformación de objetos, pensamientos o sensaciones en imágenes figurales, signos visuales, lleva ciertas complejidades que ya han sido abordadas aquí en otras publicaciones (ver la etiqueta IMAGRAFÍA). El caso de la imagen arquitectónica es uno de esos ejemplos de complejidad, que el mismo Garroni señala como semiosis arquitectónica, que veremos en la próxima publicación.
viernes, 28 de julio de 2017
Semiosis no lingüística (2)
El proceso de creación de signos o semiosis, en lenguajes no verbales, puede tener varias aproximaciones. Según el teórico Emilio Garroni (en Proyecto de semiótica, de 1972), hay tres especialmente destacables: la semiosis pre-verbal, la figural y la arquitectónica. La primera puede ser considerada pre-lingüística, porque tiene que ver con el paso de comportamientos sensoriales y motrices a acciones intelectualizadas.
En este caso se comienza con todas aquellas acciones que desde bebés, los humanos aprenden a conceptualizar. Antes de las palabras, hay sonidos, gestos, luces, colores, sensaciones, olores, que van dejando marcas semióticas,esto es, de sentido. Luego el niño aprende a hablar, pero paralelamente se van desarrollando también formas de lenguajes no lingüísticos, como el de la geometría, la matemática, el musical y el gráfico. Este último devendrá luego en otras manifestaciones que son las figurales.
Pero una vez que el ser humano ha sido capaz de crear y comprender signos cargados de contenido que no son verbales, puede impulsar su proceso de proyección de la realidad. Se produce una codificación que relaciona el mundo objetual con el mental, por lo que hay una semantización de la experiencia. Hay también una relación entre lo subconsciente y lo visible, que contribuye a la construcción de ideas y tramas de significado. Sin duda, hay también una relación entre esas ideas y los lenguajes verbales. Muchas nociones no lingüísticas se explican o arman a través de la lengua, pero otras sólo a través de los sentidos, sobre todo aquellas emocionales o sensoriales. En cambio las que se transforman en imágenes, tienen otro proceso de semiosis, como veremos en la siguiente publicación.
En este caso se comienza con todas aquellas acciones que desde bebés, los humanos aprenden a conceptualizar. Antes de las palabras, hay sonidos, gestos, luces, colores, sensaciones, olores, que van dejando marcas semióticas,esto es, de sentido. Luego el niño aprende a hablar, pero paralelamente se van desarrollando también formas de lenguajes no lingüísticos, como el de la geometría, la matemática, el musical y el gráfico. Este último devendrá luego en otras manifestaciones que son las figurales.
Pero una vez que el ser humano ha sido capaz de crear y comprender signos cargados de contenido que no son verbales, puede impulsar su proceso de proyección de la realidad. Se produce una codificación que relaciona el mundo objetual con el mental, por lo que hay una semantización de la experiencia. Hay también una relación entre lo subconsciente y lo visible, que contribuye a la construcción de ideas y tramas de significado. Sin duda, hay también una relación entre esas ideas y los lenguajes verbales. Muchas nociones no lingüísticas se explican o arman a través de la lengua, pero otras sólo a través de los sentidos, sobre todo aquellas emocionales o sensoriales. En cambio las que se transforman en imágenes, tienen otro proceso de semiosis, como veremos en la siguiente publicación.
jueves, 27 de julio de 2017
Semiosis no lingüística (1)
Se entiende por semiosis el proceso de formación de signos, toda conducta o actividad que involucre la creación de significados. En principio se desarrolla en la mente de quien interpreta un hecho o fenómeno, durante su percepción, y lleva ésta a la asimilación del signo, entendido este por algo que está en lugar de otra cosa, que además depende de la presencia intelectual del objeto (físico o abstracto) representado. En otras palabras, la semiosis consiste en la producción de signos o la manera cómo éstos producen sentido y significado. El caso de las lenguas habladas y escritas es el más evidente: las palabras son signos creados para representar o sustituir cosas, ideas, realidades. Cuando una palabra adquiere un valor de significación en un grupo social, se ha dado un proceso de semiosis.
Los semiólogos y semióticos han partido del proceso de creación de sentidos en las palabras y sus construcciones para entender la semiosis (Charles Sanders Peirce y Charles Morris son pioneros en este sentido). Éste proceso es, según la visión lingüística, la manera como se asocian signos (y símbolos) en la producción de significación interpretativa. En el caso de las palabras, el proceso es evidente, y se refleja en la relación significante-significado de la que hablaba Ferdinad de Saussure. Pero hay otras formas de comunicación no verbal que también se construyen bajo un proceso de semiosis. El semiótico italiano Emilio Garroni señala tres en particular: la semiosis pre-verbal, la figural y la arquitectónica. Estas forman parte de lo que él llama Sistemas No Lingüísticos (NL), en contraposición a los Lingüísticos (L), que se aplican a los lenguajes verbales, orales o escritos. En las próximas publicaciones veremos cómo se establecen esos procesos de semiosis en esos sistemas NL.
Los semiólogos y semióticos han partido del proceso de creación de sentidos en las palabras y sus construcciones para entender la semiosis (Charles Sanders Peirce y Charles Morris son pioneros en este sentido). Éste proceso es, según la visión lingüística, la manera como se asocian signos (y símbolos) en la producción de significación interpretativa. En el caso de las palabras, el proceso es evidente, y se refleja en la relación significante-significado de la que hablaba Ferdinad de Saussure. Pero hay otras formas de comunicación no verbal que también se construyen bajo un proceso de semiosis. El semiótico italiano Emilio Garroni señala tres en particular: la semiosis pre-verbal, la figural y la arquitectónica. Estas forman parte de lo que él llama Sistemas No Lingüísticos (NL), en contraposición a los Lingüísticos (L), que se aplican a los lenguajes verbales, orales o escritos. En las próximas publicaciones veremos cómo se establecen esos procesos de semiosis en esos sistemas NL.
miércoles, 26 de julio de 2017
Estética y negatividad
En su libro de 2011, Estética y negatividad, el filósofo alemán Christoph Menke, formula un esquema de análisis para estudiar la estética desde al campo de la crítica y la filosofía dialéctica. Para ello asume una perspectiva que toma como base dos autores, Theodor Adorno y Jacques Derrida, pero propone un concepto distinto, que explique la aparición del fenómeno estético desde la transgresión.
Menke señala que durante siglos se ha presentado una discusión entre los aspectos perceptivos y sensoriales de la belleza y su filosofía pertinente. La estética puede ser vista como una apreciación sobre el gusto y la belleza, tanto como una posición filosófica, mental o identificativa del arte. Menciona ciertas relaciones “tensas” entre filosofía y estética, haciendo referencia a las posiciones de pensadores como Schelgel, Kant, Nietzsche, o Heidegger, y afirma que han de ser entendidas las similitudes y diferencias entre la reflexión estética y la filosófica. Mientras esta última se orienta hacia lo universal, la otra lo hace hacia lo particular. Esta es una forma de dialéctica.
Para Menke esta relación pasa de la controversia a la confrontación. Es donde él destaca una dialéctica de la estética, pero no “positiva”, que pueda resolverse en una reconciliación de ambas formas de reflexión, sino más bien “negativa”, es decir (como lo afirmaba Adorno), sin resolución posible. Es la discusión sobre cuál de esas dos expresiones, el arte o la filosofía, posee más importantes conocimientos, trascendencia y acceso a la verdad; pero Menke la lleva hacia el campo de la comprensión y la representación. En resumen, destaca el hecho de que la reflexión estética (analizar la obra de arte), debe separarse de su significación obvia y adentrarse en otros modos de comprensión, fuera del énfasis puramente filosófico.
Menke señala que durante siglos se ha presentado una discusión entre los aspectos perceptivos y sensoriales de la belleza y su filosofía pertinente. La estética puede ser vista como una apreciación sobre el gusto y la belleza, tanto como una posición filosófica, mental o identificativa del arte. Menciona ciertas relaciones “tensas” entre filosofía y estética, haciendo referencia a las posiciones de pensadores como Schelgel, Kant, Nietzsche, o Heidegger, y afirma que han de ser entendidas las similitudes y diferencias entre la reflexión estética y la filosófica. Mientras esta última se orienta hacia lo universal, la otra lo hace hacia lo particular. Esta es una forma de dialéctica.
Para Menke esta relación pasa de la controversia a la confrontación. Es donde él destaca una dialéctica de la estética, pero no “positiva”, que pueda resolverse en una reconciliación de ambas formas de reflexión, sino más bien “negativa”, es decir (como lo afirmaba Adorno), sin resolución posible. Es la discusión sobre cuál de esas dos expresiones, el arte o la filosofía, posee más importantes conocimientos, trascendencia y acceso a la verdad; pero Menke la lleva hacia el campo de la comprensión y la representación. En resumen, destaca el hecho de que la reflexión estética (analizar la obra de arte), debe separarse de su significación obvia y adentrarse en otros modos de comprensión, fuera del énfasis puramente filosófico.
martes, 25 de julio de 2017
Una imagen de abstracción "mecánica"
Esta imagen hallada en la Web, se titula "Comunicación y Mecánica", y refleja una "abstracción mecánica", creada usando programas informáticos para ilustración y diseño. Es de copyleft, o sea, de uso libre. Una muestra más de la estética digital.
lunes, 24 de julio de 2017
El miedo a la Inteligencia Artificial
El desarrollo y avance de los instrumentos y aparatos ligados a la Inteligencia Artificial, es innegable, ya en este blog he comentado al respecto. Los robots son una muestra de ello. Claro, no los androides de la ciencia ficción, sino las máquinas que son capaces de hacer trabajos más allá de lo programado, resolviendo problemas y procesando opciones para solventar distintas circunstancias prácticas. Ciertamente aún falta para llegar a las máquinas pensantes autónomas, pero en esa dirección se está trabajando. Y eso despierta temores.
Curiosamente, un empresario ligado al mundo de la tecnología informática, el ingeniero sudafricano Elon Musk, fundador de Tesla Motors, PayPal y SpaceX, tiene miedo a los avances que en este sentido se logren. Recientemente comentó que se hacía necesario una rápida regulación que supervise el desarrollo de la inteligencia artificial, ya que se trata del "mayor riesgo al que se enfrenta la civilización" con respecto al empleo y la desestabilización social. Musk considera que el auge de la inteligencia artificial y el desarrollo de las máquinas, hará que los robots copen la mayoría de los los sectores productivos y de servicios, por lo que no sólo llegarán a sustituir puntuales empleos en almacenes, fábricas o restauración, sino que afectarán por completo a la sociedad tal y como se entiende ahora. "Cuando digo todo, los robots lo harán todo, sin duda", asegura el empresario. Con un control estricto, podría evitarse esto.
Argumenta que la cantidad de posibilidades que abre la inteligencia artificial, se combina con la presión de muchas empresas de Silicon Valley por llegar a un sistema de inteligencia artificial avanzada, que transformen las realidades del mercado laboral. "Yo tengo acceso a la inteligencia artificial más vanguardista" -dice-, "y creo que la gente debería estar realmente preocupada por este asunto. La inteligencia artificial es un riesgo fundamental para la existencia de la civilización humana". Asegura que se necesita que los reguladores establezcan límites, de lo contrario los accionistas estarán diciendo, "¿por qué no están desarrollando Inteligencia Artificial más rápido? ¡La competencia lo hace!". Pareciera que este tema trasciende lo práctico y se adentra en el ya sabido tema ético: el negocio, el beneficio y el rendimiento, en contra de la estabilidad del hombre y su trabajo.
El temor mayor proviene del uso de la información. Los dispositivos con IA conectados a internet pueden hacer que multitud de artefactos conectados, y de los que depende el ser humano en su día a día, se vuelvan contra la sociedad, creando un ambiente tecnológico en el que se comience a usar la tecnología para doblegar poblaciones. Como se comentó aquí hace unos días, se podría comenzar una ciberguerra difundiendo falsas noticias, falsificando cuentas de correo electrónico y emitiendo falsos comunicados de prensa. Simplemente manipulando información. Y esto podrían hacerlo no los ciberterroristas, sino las mismas máquinas. ¿Hay que tener miedo?
Curiosamente, un empresario ligado al mundo de la tecnología informática, el ingeniero sudafricano Elon Musk, fundador de Tesla Motors, PayPal y SpaceX, tiene miedo a los avances que en este sentido se logren. Recientemente comentó que se hacía necesario una rápida regulación que supervise el desarrollo de la inteligencia artificial, ya que se trata del "mayor riesgo al que se enfrenta la civilización" con respecto al empleo y la desestabilización social. Musk considera que el auge de la inteligencia artificial y el desarrollo de las máquinas, hará que los robots copen la mayoría de los los sectores productivos y de servicios, por lo que no sólo llegarán a sustituir puntuales empleos en almacenes, fábricas o restauración, sino que afectarán por completo a la sociedad tal y como se entiende ahora. "Cuando digo todo, los robots lo harán todo, sin duda", asegura el empresario. Con un control estricto, podría evitarse esto.
Argumenta que la cantidad de posibilidades que abre la inteligencia artificial, se combina con la presión de muchas empresas de Silicon Valley por llegar a un sistema de inteligencia artificial avanzada, que transformen las realidades del mercado laboral. "Yo tengo acceso a la inteligencia artificial más vanguardista" -dice-, "y creo que la gente debería estar realmente preocupada por este asunto. La inteligencia artificial es un riesgo fundamental para la existencia de la civilización humana". Asegura que se necesita que los reguladores establezcan límites, de lo contrario los accionistas estarán diciendo, "¿por qué no están desarrollando Inteligencia Artificial más rápido? ¡La competencia lo hace!". Pareciera que este tema trasciende lo práctico y se adentra en el ya sabido tema ético: el negocio, el beneficio y el rendimiento, en contra de la estabilidad del hombre y su trabajo.
El temor mayor proviene del uso de la información. Los dispositivos con IA conectados a internet pueden hacer que multitud de artefactos conectados, y de los que depende el ser humano en su día a día, se vuelvan contra la sociedad, creando un ambiente tecnológico en el que se comience a usar la tecnología para doblegar poblaciones. Como se comentó aquí hace unos días, se podría comenzar una ciberguerra difundiendo falsas noticias, falsificando cuentas de correo electrónico y emitiendo falsos comunicados de prensa. Simplemente manipulando información. Y esto podrían hacerlo no los ciberterroristas, sino las mismas máquinas. ¿Hay que tener miedo?
domingo, 23 de julio de 2017
Un falso paisaje
Esta imagen ya ha circulado en la Web, pero sigue siendo interesante mostrarla para demostrar cómo se puede manipular la realidad a través de ciertos programas gráficos. Uno ya no puede creer a sus ojos (aunque realmente nunca se ha podido del todo).
Este castillo en la isla se ve impresionante. Pero la verdad es que no existe. Aquí están los sitios reales, usados para esta construcción visual.
Esta es la isla monolítica de Koh Tapu en la bahía de Phang Nga en Tailandia. Y aquí el Castillo de Lichtenstein que se encuentra en los Montes Suabos (a 40 km de Stuttgart, aproximadamente), en Alemania.
Podemos ver el manejo que se ha hecho de ambas imágenes. Al final, uno no sabe si son más fantásticos los sitios reales que la imagen recreada.
Este castillo en la isla se ve impresionante. Pero la verdad es que no existe. Aquí están los sitios reales, usados para esta construcción visual.
Esta es la isla monolítica de Koh Tapu en la bahía de Phang Nga en Tailandia. Y aquí el Castillo de Lichtenstein que se encuentra en los Montes Suabos (a 40 km de Stuttgart, aproximadamente), en Alemania.
Podemos ver el manejo que se ha hecho de ambas imágenes. Al final, uno no sabe si son más fantásticos los sitios reales que la imagen recreada.
sábado, 22 de julio de 2017
La comunicación y sus medios según Charles Cooley
Como vimos en la publicación anterior, el sociólogo estadounidense Charles Horton Cooley (1864-1929), quien propuso la idea de Looking-Glass Self (que explica el desarrollo del "ser uno mismo" -self- y de su propia identidad, a través de las interacciones interpersonales en el contexto de una sociedad), planteó que la base de la organización social radica en la comunicación entre los individuos y cómo esta refleja lo que es cada quien. Es una forma de aprender quienes somos: mirándonos en el espejo de los demás.
Esa imagen especular lleva a su vez a una creación simbólica social: que papel representa cada uno en un grupo determinado, y cómo la interacción comunicacional refuerza ciertos roles y perspectivas aspiracionales. Este proceso comienza en la infancia, y según Cooley es, en sí, un requisito previo necesario en la capacidad del niño para adoptar las perspectivas de otros participantes en las relaciones sociales y, por lo tanto, para la capacidad del niño en su desarrollo como ser social.
Uno de los factores que ayudan a la formación de ese ser social inducido por el reflejo colectivo, son los medios de comunicación. En su libro de 1909, Social Organization, explica una idea que ya venía esbozando desde 1894, que es que los medios de comunicación (aún incipientes en ese cambio de siglo), son los motores del cambio social. Para Cooney el mecanismo de comunicación incluye desde los gestos, el habla y la escritura, hasta la imprenta, el correo, el telégrafo, el teléfono, la fotografía, el fonógrafo, el cine y las técnicas de reproducción artística. En esencia es incluir todas las formas a través de las cuales el pensamiento y el sentimiento pueden transmitirse de un hombre a otro. Los medios reducen las distancias y contribuyen a la formación de grandes grupos sociales, que reafirman la individualidad simbólica y representativa dentro de la colectividad. Al final esos medios terminan siendo integradores pero a la vez, masificadores. Notablemente, ideas similares van a ser también expuestas, casi sin interconectarse, desde otras perspectivas y momentos, por teóricos tan notables y dispares como Charles Sanders Peirce, George Herbert Mead, Walter Benjamin y Marshall McLuhan.
Los medios aparecen en el pensamiento de Cooley como una oportunidad de articulación esperanzadora para los retos de la sociedad moderna, siendo instrumentos de socialización y transmisión del conocimiento que anticipa, de algún modo, el planteamiento de difusión masiva planteado medio siglo más tarde, o de la sociedad del conocimiento y las comunidades virtuales de finales del siglo XX y comienzos del XXI.
Esa imagen especular lleva a su vez a una creación simbólica social: que papel representa cada uno en un grupo determinado, y cómo la interacción comunicacional refuerza ciertos roles y perspectivas aspiracionales. Este proceso comienza en la infancia, y según Cooley es, en sí, un requisito previo necesario en la capacidad del niño para adoptar las perspectivas de otros participantes en las relaciones sociales y, por lo tanto, para la capacidad del niño en su desarrollo como ser social.
Uno de los factores que ayudan a la formación de ese ser social inducido por el reflejo colectivo, son los medios de comunicación. En su libro de 1909, Social Organization, explica una idea que ya venía esbozando desde 1894, que es que los medios de comunicación (aún incipientes en ese cambio de siglo), son los motores del cambio social. Para Cooney el mecanismo de comunicación incluye desde los gestos, el habla y la escritura, hasta la imprenta, el correo, el telégrafo, el teléfono, la fotografía, el fonógrafo, el cine y las técnicas de reproducción artística. En esencia es incluir todas las formas a través de las cuales el pensamiento y el sentimiento pueden transmitirse de un hombre a otro. Los medios reducen las distancias y contribuyen a la formación de grandes grupos sociales, que reafirman la individualidad simbólica y representativa dentro de la colectividad. Al final esos medios terminan siendo integradores pero a la vez, masificadores. Notablemente, ideas similares van a ser también expuestas, casi sin interconectarse, desde otras perspectivas y momentos, por teóricos tan notables y dispares como Charles Sanders Peirce, George Herbert Mead, Walter Benjamin y Marshall McLuhan.
Los medios aparecen en el pensamiento de Cooley como una oportunidad de articulación esperanzadora para los retos de la sociedad moderna, siendo instrumentos de socialización y transmisión del conocimiento que anticipa, de algún modo, el planteamiento de difusión masiva planteado medio siglo más tarde, o de la sociedad del conocimiento y las comunidades virtuales de finales del siglo XX y comienzos del XXI.
viernes, 21 de julio de 2017
Comunicación y el sí mismo reflejado
El concepto de Looking-Glass Self, ("sí mismo espejo" o "sí mismo especular"), fue acuñado por el ingeniero y sociólogo estadounidense Charles Horton Cooley (1864-1929), como parte de su aproximación a la idea de identidad e interacción social que se forma en cada individuo dentro del tejido de relaciones sociales, y donde la comunicación es clave para la construcción de la personalidad socializada.
Esta idea está ligada a la de autoestima y describe el desarrollo de uno mismo y de la propia identidad a través de las interacciones interpersonales en el contexto de la sociedad. Cooley aclaró que la sociedad es un entretejido de yoes mentales. El término "sí mismo especular" fue explicado por primera vez en su obra, Human Nature and the Social Order en 1902. Es interesante porque es uno de los primeros teóricos que construye un pensamiento social alrededor de la comunicación, aún sin estar definida ésta de la manera como se haría varias décadas después.
Para Cooley, la base de la organización social radica en la comunicación directa interpersonal. Es en el face to face ("cara a cara") donde se fraguan los grupos primarios, la supraindividualidad que genera naturaleza social. La familia, el barrio, el equipo deportivo, los grupos, marcan el espacio donde se fragua la dimensión social del yo, los éxitos y los fracasos, las ambiciones y los anhelos. Cooley afirmó que "The mind is mental", un juego de palabras ("la mente es mental") para decir que "la mente humana es social". Desde el momento en que nacen, los humanos se definen dentro del contexto de sus interacciones sociales. El niño aprende que el símbolo de su llanto provocará una respuesta de sus cuidadores, no sólo cuando necesiten cosas tales como alimentos o un cambio de pañal, sino que también es un símbolo que indica a los cuidadores que el niño necesita atención. Así, una creciente solidaridad entre la madre y el niño es paralela a la creciente competencia del niño en el uso de símbolos significativos. Este desarrollo simultáneo es en sí mismo un requisito previo necesario para la capacidad del niño para adoptar las perspectivas de otros participantes en las relaciones sociales Y, por lo tanto, para la capacidad del niño para desarrollar un ser social. De aquí nace la construcción simbólica comunicacional, que veremos en la próxima publicación.
Esta idea está ligada a la de autoestima y describe el desarrollo de uno mismo y de la propia identidad a través de las interacciones interpersonales en el contexto de la sociedad. Cooley aclaró que la sociedad es un entretejido de yoes mentales. El término "sí mismo especular" fue explicado por primera vez en su obra, Human Nature and the Social Order en 1902. Es interesante porque es uno de los primeros teóricos que construye un pensamiento social alrededor de la comunicación, aún sin estar definida ésta de la manera como se haría varias décadas después.
Para Cooley, la base de la organización social radica en la comunicación directa interpersonal. Es en el face to face ("cara a cara") donde se fraguan los grupos primarios, la supraindividualidad que genera naturaleza social. La familia, el barrio, el equipo deportivo, los grupos, marcan el espacio donde se fragua la dimensión social del yo, los éxitos y los fracasos, las ambiciones y los anhelos. Cooley afirmó que "The mind is mental", un juego de palabras ("la mente es mental") para decir que "la mente humana es social". Desde el momento en que nacen, los humanos se definen dentro del contexto de sus interacciones sociales. El niño aprende que el símbolo de su llanto provocará una respuesta de sus cuidadores, no sólo cuando necesiten cosas tales como alimentos o un cambio de pañal, sino que también es un símbolo que indica a los cuidadores que el niño necesita atención. Así, una creciente solidaridad entre la madre y el niño es paralela a la creciente competencia del niño en el uso de símbolos significativos. Este desarrollo simultáneo es en sí mismo un requisito previo necesario para la capacidad del niño para adoptar las perspectivas de otros participantes en las relaciones sociales Y, por lo tanto, para la capacidad del niño para desarrollar un ser social. De aquí nace la construcción simbólica comunicacional, que veremos en la próxima publicación.
jueves, 20 de julio de 2017
Ciberterrorismo (2)
En la publicación de ayer hablé sobre la idea de "ciberguerra", un combate que puede producirse en la Web, vía internet, contra los sistemas de administración e información de los países, por grupos considerados enemigos de cualquier nación. Paralela a esa guerra cibernética, existe también un llamado "ciberterrorismo". Este es un modelo de agresión en menor escala y más focalizado, y por su forma de hacerse, más difícil de prevenir y rechazar. Los ciberterroristas pueden atacar de manera inesperada y con relativa facilidad.
Cabe preguntarse, ¿quién puede ser un ciberterrorista? Podría ser un joven de 15 años en cualquier parte del mundo que, como hobby, decide hackear un sistema crítico porque encontró una falla en el mecanismo de seguridad. O un fanático religioso, o un activista político, o un resentido contra el stablishment. En realidad cualquier individuo que entre ilegalmente a un sitio de internet, utilice una clave electrónica sin estar autorizado, o inclusive aquel que no proteja su computadora contra el hackeo, teniendo información importante, podría ser considerado como ciberterrorista. Esto hace complicado para los gobiernos su defensa. Como un gobierno no puede entrar en conflicto con cada potencial "ciberterrorista", se ha propuesto llegar a algún tipo de pacto internacional mediante el cual cada computadora personal debería estar protegida y actualizada con todos los antivirus, de lo contrario "sería eliminada". Pero naturalmente esto atenta contra las leyes de los diferentes países, y genera conflictos con la libertad y la independencia individual.
Se sabe que han sucedido ataques cibernéticos en los últimos años. Más aún, han proliferado los informes de supuestos ciberataques que penetraron objetivos militares, industriales, de inteligencia y de seguridad, entre muchos otros, procedentes de y en contra de varios países, de los que no se tiene certeza y que no se conoce de sus consecuencias. Lo que sí no se duda es que aunque la ciberguerra puede no haber empezado, el campo de batalla parece estar minado. Y los ciberterroristas son los más peligrosos combatientes.
Cabe preguntarse, ¿quién puede ser un ciberterrorista? Podría ser un joven de 15 años en cualquier parte del mundo que, como hobby, decide hackear un sistema crítico porque encontró una falla en el mecanismo de seguridad. O un fanático religioso, o un activista político, o un resentido contra el stablishment. En realidad cualquier individuo que entre ilegalmente a un sitio de internet, utilice una clave electrónica sin estar autorizado, o inclusive aquel que no proteja su computadora contra el hackeo, teniendo información importante, podría ser considerado como ciberterrorista. Esto hace complicado para los gobiernos su defensa. Como un gobierno no puede entrar en conflicto con cada potencial "ciberterrorista", se ha propuesto llegar a algún tipo de pacto internacional mediante el cual cada computadora personal debería estar protegida y actualizada con todos los antivirus, de lo contrario "sería eliminada". Pero naturalmente esto atenta contra las leyes de los diferentes países, y genera conflictos con la libertad y la independencia individual.
Se sabe que han sucedido ataques cibernéticos en los últimos años. Más aún, han proliferado los informes de supuestos ciberataques que penetraron objetivos militares, industriales, de inteligencia y de seguridad, entre muchos otros, procedentes de y en contra de varios países, de los que no se tiene certeza y que no se conoce de sus consecuencias. Lo que sí no se duda es que aunque la ciberguerra puede no haber empezado, el campo de batalla parece estar minado. Y los ciberterroristas son los más peligrosos combatientes.
miércoles, 19 de julio de 2017
¿Ciberguerra?
Hace unos, días, ya en Julio de 2017, el subsecretario de Defensa de Estados Unidos, William J. Lynn presentó la primera Estrategia para Operar en el Ciberespacio, un programa con miras a proteger a su nación de un potencial y devastador ataque en la red contra su infraestructura crítica, sistemas clave y otros intereses físicos y electrónicos. En tal sentido, afirmó que los ataques al sistema estadounidense son constantes y están creciendo en frecuencia e intensidad. Están en capacidad de destruir estructuras físicas y sistemas operacionales, paralizar ciudades y generar millonarias pérdidas, inclusive costar vidas. Pero los instrumentos de todo este posible caos no son balas, bombas o tanques; son "bits y bytes".
Para el Pentágono, el ciberespacio se ha convertido en un campo de operaciones igual a la tierra, el mar, el aire o el espacio exterior, y, por ende, igualmente sujeto a ser escenario de maniobras defensivas y, si es necesario, ataques preventivos y represalias. Toda una ciberguerra. Según este punto de vista, los ataques cibernéticos serán un componente significativo de cualquier conflicto futuro, ya sea que involucren naciones principales, estados forajidos o grupos terroristas. Curiosamente, esta posición es compartida por muchas otras grandes potencias. Ya se sabe que China está siempre abocada al control de la internet, de los sitios Web sospechosos y de las redes sociales. Igualmente los rusos se han convertido en maestros del manejo del ciberespacio, tanto bajo el control del gobierno como sin el. Igualmente en algunas otras naciones del mundo hay un cierto temor a los ataques informáticos, sabiendo que la Web se ha convertido en una telaraña casi inconmensurable e incontrolable.
No obstante, algunos expertos consideran exagerado el temor a una ciberguerra. Realmente no es como una guerra atómica, porque aún es muy difícil imaginarse un ciberataque que sea tan costoso y peligroso como una guerra convencional, al estilo de Siria, Irak o Afganistán. Claro, un hecho de "ciberterror" podría paralizar un país por unos días o unas semanas, pero sin causar los destrozos materiales de un bombardeo. La cosa se complica si se producen ambos tipos de agresiones de manera simultánea.
Aunque una ciberguerra a gran escala no parece hoy posible, sin duda muchas naciones han asumido que el componente defensivo de una estrategia preventiva es esencial, pues un país no podría estar inoperable unos días durante ciertos momentos críticos. El problema es que los elementos de la ciberguerra son muy baratos y transferibles, por lo que el peligro está siempre latente, cada día más.
Para el Pentágono, el ciberespacio se ha convertido en un campo de operaciones igual a la tierra, el mar, el aire o el espacio exterior, y, por ende, igualmente sujeto a ser escenario de maniobras defensivas y, si es necesario, ataques preventivos y represalias. Toda una ciberguerra. Según este punto de vista, los ataques cibernéticos serán un componente significativo de cualquier conflicto futuro, ya sea que involucren naciones principales, estados forajidos o grupos terroristas. Curiosamente, esta posición es compartida por muchas otras grandes potencias. Ya se sabe que China está siempre abocada al control de la internet, de los sitios Web sospechosos y de las redes sociales. Igualmente los rusos se han convertido en maestros del manejo del ciberespacio, tanto bajo el control del gobierno como sin el. Igualmente en algunas otras naciones del mundo hay un cierto temor a los ataques informáticos, sabiendo que la Web se ha convertido en una telaraña casi inconmensurable e incontrolable.
No obstante, algunos expertos consideran exagerado el temor a una ciberguerra. Realmente no es como una guerra atómica, porque aún es muy difícil imaginarse un ciberataque que sea tan costoso y peligroso como una guerra convencional, al estilo de Siria, Irak o Afganistán. Claro, un hecho de "ciberterror" podría paralizar un país por unos días o unas semanas, pero sin causar los destrozos materiales de un bombardeo. La cosa se complica si se producen ambos tipos de agresiones de manera simultánea.
Aunque una ciberguerra a gran escala no parece hoy posible, sin duda muchas naciones han asumido que el componente defensivo de una estrategia preventiva es esencial, pues un país no podría estar inoperable unos días durante ciertos momentos críticos. El problema es que los elementos de la ciberguerra son muy baratos y transferibles, por lo que el peligro está siempre latente, cada día más.
lunes, 17 de julio de 2017
La estética del Dr. Seuss
Theodor Seuss Geisel (1904-1991), escritor y caricaturista estadounidense, conocido por sus libros infantiles escritos bajo el seudónimo de Dr. Seuss, publicó más de 60 libros para niños, que a menudo se caracterizan por sus personajes imaginativos, sus rimas extrañas y también por sus ilustraciones e imágenes muy originales. Ciertamente, por sus estructuras gramaticales a veces intraducibles, no había sido un autor tan conocido en países de habla no inglesa, pero la misma industria cultural reciente se ha encargado de difundir sus historias, personajes y, sobre todo, su estética visual.
Dr. Seuss escribió, a mediados del siglo XX, libros tan populares El Lórax (The Lorax), Cómo el Grinch robó la Navidad (How The Grinch Stole Christmas), que tiene como personaje principal al Grinch, y El gato en el sombrero -también conocido como El gato garabato- (The Cat in the Hat), con su famoso gato "ensombrerado". Las tramas y los personajes son curiosos y originales, y las ilustraciones realizadas por el mismo Dr. Seuss son más características aún.
Usando cuentos e imágenes surrealistas, las obras del Dr. Seuss despiertan la imaginación de los lectores, que se ven motivados a reflexionar sobre ciertos temas esenciales, como el deterioro del medio ambiente o el desarrollo de la propia identidad. El constante juego de palabras convierte sus textos en obras casi incomprensibles en otras lenguas. Esta es la estética creada por él mismo: un conjunto de tramas, palabras y visualizaciones que han sido replicadas tanto en los medios impresos como en los audiovisuales; en especial, por el cine. A partir de su muerte, su viuda, Audrey Geisel, quien maneja los derechos de las obras, aprobó versiones de sus historias, tanto con actores reales como en animación.
En el cine se han reproducido fielmente sus formas: las figuras del Dr. Seuss son usualmente redondeadas y de hombros algo caídos. Por otro lado, la mayoría de los edificios o aparatos mecánicos que dibujó Dr. Seuss evitaban las líneas rectas. Asimismo, ninguna caricatura tiene una sola línea recta, a pesar de que la figura pueda tener piezas rectas en la realidad. Él disfrutaba dibujar objetos muy elaborados arquitectónicamente, lo cual se ve en su amplia gama de palacios, rampas, plataformas y escaleras eléctricas, que están entre las más recordadas de sus creaciones. Todo esto conforma su estilo, que ha sido reflejado en las películas que vemos hoy, realizadas con tecnología digital.
http://ciberestetica.blogspot.com/2016/01/el-lorax.html
Dr. Seuss escribió, a mediados del siglo XX, libros tan populares El Lórax (The Lorax), Cómo el Grinch robó la Navidad (How The Grinch Stole Christmas), que tiene como personaje principal al Grinch, y El gato en el sombrero -también conocido como El gato garabato- (The Cat in the Hat), con su famoso gato "ensombrerado". Las tramas y los personajes son curiosos y originales, y las ilustraciones realizadas por el mismo Dr. Seuss son más características aún.
Usando cuentos e imágenes surrealistas, las obras del Dr. Seuss despiertan la imaginación de los lectores, que se ven motivados a reflexionar sobre ciertos temas esenciales, como el deterioro del medio ambiente o el desarrollo de la propia identidad. El constante juego de palabras convierte sus textos en obras casi incomprensibles en otras lenguas. Esta es la estética creada por él mismo: un conjunto de tramas, palabras y visualizaciones que han sido replicadas tanto en los medios impresos como en los audiovisuales; en especial, por el cine. A partir de su muerte, su viuda, Audrey Geisel, quien maneja los derechos de las obras, aprobó versiones de sus historias, tanto con actores reales como en animación.
En el cine se han reproducido fielmente sus formas: las figuras del Dr. Seuss son usualmente redondeadas y de hombros algo caídos. Por otro lado, la mayoría de los edificios o aparatos mecánicos que dibujó Dr. Seuss evitaban las líneas rectas. Asimismo, ninguna caricatura tiene una sola línea recta, a pesar de que la figura pueda tener piezas rectas en la realidad. Él disfrutaba dibujar objetos muy elaborados arquitectónicamente, lo cual se ve en su amplia gama de palacios, rampas, plataformas y escaleras eléctricas, que están entre las más recordadas de sus creaciones. Todo esto conforma su estilo, que ha sido reflejado en las películas que vemos hoy, realizadas con tecnología digital.
http://ciberestetica.blogspot.com/2016/01/el-lorax.html
domingo, 16 de julio de 2017
Arte y Estética Digital según Roncoroni
El profesor peruano de origen italiano Umberto Roncoroni, miembro docente de la Universidad de Lima, ha trabajado el tema de la tecnología, el mundo digital y la cultura cibernética, desde una óptica filosófica comunicacional, sin perder de vista el cómo la informática nos está cambiando muy rápidamente, sobre todo en Latinoamérica. Se preocupa por carácter universal y globalizado que han alcanzado los diferentes softwares, con tal velocidad que no ha dejado que se produzcan trabajos teóricos que delineen a cabalidad la esencia y los alcances de esta herramienta.
En su libro de 2009, Arte y Estética Digital. Estudios y críticas desde Latinoamérica, analiza la forma en que los medios digitales están modificando la forma de crear y comunicar. Las tecnologías de información obligan a ver estos cambios desde una perspectiva cultural. Sin embargo, la naturaleza de esta influencia se ha explorado solo superficialmente: es que la comprensión de lo digital, nublada por la sombra de sus efectos especiales, requiere un dominio coordinado de lo científico, de lo tecnológico y de lo estético; con una estética que, además, tiene que ser radicalmente diferente a la del pasado.
Roncoroni, que es el organizador de “Artware”, la bienal de arte digital de Lima, trabaja la relación de las computadoras con el arte y la educación, y demuestra que solamente una aproximación interdisciplinaria puede enfrentar con éxito las manipulaciones de los superpoderes de la tecnología digital, que parecen anunciar una crisis irreversible de la creatividad humana. Por lo tanto, él invita a plantearse una serie de cuestiones, que van de la muerte del arte a la vida artificial, con el fin de diseñar una "arquitectura de la interacción", entendida no tanto como concepto informático sino, más bien, como comunicación e intercambio entre sujetos y conocimientos.
Afirmó en 2012, en una ponencia en la Universidad de Medellín, Colombia: "Dentro estas dinámicas el arte digital no debe considerarse un nicho, o un nuevo “ismo” artificial e innecesario, más bien se presenta como posibilidad de un nuevo paradigma artístico (al mismo modo de lo que pasó con la fotografía). A pesar de esto, no estoy del todo seguro que el arte digital alcanzará realmente su potencial de ruptura cultural, estética y filosófica. Hay demasiados intereses corporativos e institucionales que hacen que los conceptos de arte, de artista, de obra, de autor, de lector, de museo etcétera, se mantengan en los dominios tradicionales, aunque estos se encuentren desde hace tiempo sin sentido". Como se ve, es todo un tema para discusión, que hoy está en plena evolución.
En su libro de 2009, Arte y Estética Digital. Estudios y críticas desde Latinoamérica, analiza la forma en que los medios digitales están modificando la forma de crear y comunicar. Las tecnologías de información obligan a ver estos cambios desde una perspectiva cultural. Sin embargo, la naturaleza de esta influencia se ha explorado solo superficialmente: es que la comprensión de lo digital, nublada por la sombra de sus efectos especiales, requiere un dominio coordinado de lo científico, de lo tecnológico y de lo estético; con una estética que, además, tiene que ser radicalmente diferente a la del pasado.
Roncoroni, que es el organizador de “Artware”, la bienal de arte digital de Lima, trabaja la relación de las computadoras con el arte y la educación, y demuestra que solamente una aproximación interdisciplinaria puede enfrentar con éxito las manipulaciones de los superpoderes de la tecnología digital, que parecen anunciar una crisis irreversible de la creatividad humana. Por lo tanto, él invita a plantearse una serie de cuestiones, que van de la muerte del arte a la vida artificial, con el fin de diseñar una "arquitectura de la interacción", entendida no tanto como concepto informático sino, más bien, como comunicación e intercambio entre sujetos y conocimientos.
Afirmó en 2012, en una ponencia en la Universidad de Medellín, Colombia: "Dentro estas dinámicas el arte digital no debe considerarse un nicho, o un nuevo “ismo” artificial e innecesario, más bien se presenta como posibilidad de un nuevo paradigma artístico (al mismo modo de lo que pasó con la fotografía). A pesar de esto, no estoy del todo seguro que el arte digital alcanzará realmente su potencial de ruptura cultural, estética y filosófica. Hay demasiados intereses corporativos e institucionales que hacen que los conceptos de arte, de artista, de obra, de autor, de lector, de museo etcétera, se mantengan en los dominios tradicionales, aunque estos se encuentren desde hace tiempo sin sentido". Como se ve, es todo un tema para discusión, que hoy está en plena evolución.
sábado, 15 de julio de 2017
El trabajo multimedia de Yugo Nakamura
El diseñador japonés Yugo Nakamura, nacido en Nara en 1970, estudió ingeniería, arquitectura y diseño paisajístico en la Universidad de Tokyo, pero luego se especializó en el campo de la gráfica, aunque sin abandonar sus raices como ingeniero (se destaca en el área de construcción de puentes). Actualmente es director creativo de algunas agencias gráficas y trabaja por su cuenta en la interacción de ambientes digitales conectados.
Hacia la década de 1990, aún estudiando, comenzó a interesarse por los productos interactivos y la internet, por lo que empezó a crear interfaces sencillas con efectos basados en la memoria, el tiempo y la aleatoriedad. Fue desarrollando su estilo, y hacia 2003 formó parte del movimiento Los nuevos amos del Flash, en alusión a ese programa de animación por computadora. Nakamura habia ideado imágenes fluidas, naturalistas, que demostró cuan poderosa herramienta de creación Flash 4 podría ser. Diseñó un sitio Web que llamó "MONOcrafts" y que fue el producto de casi una década de experimentación y trabajo informático.
Yugo Nakamura ha ganado premios internacionales, tanto en el campo del diseño como en el de la publicidad. Es conocido también como Yugop, y así se llama si sitio Web. Como se desempeña en diversos campos, se ha adaptado a la tecnología multimedia, y es por eso que varias de sus obras tienen esas cualidades, incorporando sonido, animación e interactividad. Algunas de sus propuestas, acá:
Design: una aplicación que ayuda a realizar una composición en forma de collage con el nombre que se ha ingresado en el campo de búsquedas.
Ecotonoha: un libro de visitas virtual, en forma de árbol ramificado, que crece a medida que los usuarios lo firman.
Nagoya Website: el sitio Web del Instituto de diseño de Nagoya, Japón. Un sitio virtual conformado por dos "ruedas" dinámicas que permiten hacer coincidir a cada diseñador sobre su obra realizada.
Dropclock: un salvapantalla en cámara lenta, que se desenvuelve dinámicamente mientras la pantalla no está en uso, con la hora variable y otros datos.
En su sitio Web hay aún más de sus obras y sus experiencias, así como el currículo y algunas de sus novedosas ideas. Ver: http://yugop.net/info/
Hacia la década de 1990, aún estudiando, comenzó a interesarse por los productos interactivos y la internet, por lo que empezó a crear interfaces sencillas con efectos basados en la memoria, el tiempo y la aleatoriedad. Fue desarrollando su estilo, y hacia 2003 formó parte del movimiento Los nuevos amos del Flash, en alusión a ese programa de animación por computadora. Nakamura habia ideado imágenes fluidas, naturalistas, que demostró cuan poderosa herramienta de creación Flash 4 podría ser. Diseñó un sitio Web que llamó "MONOcrafts" y que fue el producto de casi una década de experimentación y trabajo informático.
Yugo Nakamura ha ganado premios internacionales, tanto en el campo del diseño como en el de la publicidad. Es conocido también como Yugop, y así se llama si sitio Web. Como se desempeña en diversos campos, se ha adaptado a la tecnología multimedia, y es por eso que varias de sus obras tienen esas cualidades, incorporando sonido, animación e interactividad. Algunas de sus propuestas, acá:
Design: una aplicación que ayuda a realizar una composición en forma de collage con el nombre que se ha ingresado en el campo de búsquedas.
Ecotonoha: un libro de visitas virtual, en forma de árbol ramificado, que crece a medida que los usuarios lo firman.
Nagoya Website: el sitio Web del Instituto de diseño de Nagoya, Japón. Un sitio virtual conformado por dos "ruedas" dinámicas que permiten hacer coincidir a cada diseñador sobre su obra realizada.
Dropclock: un salvapantalla en cámara lenta, que se desenvuelve dinámicamente mientras la pantalla no está en uso, con la hora variable y otros datos.
En su sitio Web hay aún más de sus obras y sus experiencias, así como el currículo y algunas de sus novedosas ideas. Ver: http://yugop.net/info/
Gracias a Diarelys Oviedo por sus datos sobre la obra de Yugo Nakamura
viernes, 14 de julio de 2017
Objetivismo y experiencialismo (y 4)
Tal como vimos en las tres publicaciones anteriores, las concepciones filosóficas objetivistas y experiencialistas son formas de abordar la comprensión del conocimiento, y en particular, los teóricos de la Lingüística Cognitiva, ya explicada, asumen la posición experiencialista sobre la objetivista para sustentar su análisis del estudio de lenguas y lenguajes. Naturalmente, estas no son las únicas formas de enfocar el problema, pero para los más notables cognitivistas (por ejemplo Ronald Langacker y George Lakoff), esta es la metodología más adecuada. Según los autores María Joseph Cuenca y Joseph Hilferty, que hacen una introducción a estas teorías, lo que define la diferencia entre una metodología y otra son ciertos aspectos básicos del enfoque, tal como lo señalé en la publicación anterior, como algunos que a continuación describo.
Para los objetivistas, según este análisis, el pensamiento es atomístico, es decir que puede ser descompuesto en bloques de construcción semiótica (por ejemplo, los símbolos utilizados para pensar), que se combinan en unidades más complejas que se manejan por principios de manipulación semántica. Para los experiencialistas, el pensamiento tiene propiedades gestálticas, y por lo tanto no sea atomizado sino holístico. Los conceptos mentales tienen, en consecuencia, una estructura global que es más que la suma de los bloques de construcción conceptual.
El objetivismo mantiene la postura de que todo pensamiento es lógico, en el sentido filosófico del término; es decir, puede ser formalizado de manera precisa por sistemas como la matemática. Para el experiencialismo el pensamiento es imaginativo, lo cual explica la capacidad de nuestro pensamiento para entender abstracciones más allá de lo que podemos percibir. En resumen, la estructura conceptual sólo puede describirse usando modelos cognitivos (relativos al conocimiento) y no a partir de valores de verdad como los utilizados en la lógica proposicional.
Estas ideas son las que ayudan a abordar el concepto de lingüística cognitiva como modelo funcional, no formal y basado en el uso del lenguaje. Por supuesto que esta propuesta está respaldada por diferente enfoques teóricos, prácticos y demostrativos, que escapan al inetrés de este blog, pero su extrapolación semiótica es interesante porque permite entender los lenguajes más que como procesos lógicos, como hechos sociales, de aprendizaje y conocimiento. Hecho fundamental en este ciberespacio tecnologizado de hoy.
Para los objetivistas, según este análisis, el pensamiento es atomístico, es decir que puede ser descompuesto en bloques de construcción semiótica (por ejemplo, los símbolos utilizados para pensar), que se combinan en unidades más complejas que se manejan por principios de manipulación semántica. Para los experiencialistas, el pensamiento tiene propiedades gestálticas, y por lo tanto no sea atomizado sino holístico. Los conceptos mentales tienen, en consecuencia, una estructura global que es más que la suma de los bloques de construcción conceptual.
El objetivismo mantiene la postura de que todo pensamiento es lógico, en el sentido filosófico del término; es decir, puede ser formalizado de manera precisa por sistemas como la matemática. Para el experiencialismo el pensamiento es imaginativo, lo cual explica la capacidad de nuestro pensamiento para entender abstracciones más allá de lo que podemos percibir. En resumen, la estructura conceptual sólo puede describirse usando modelos cognitivos (relativos al conocimiento) y no a partir de valores de verdad como los utilizados en la lógica proposicional.
Estas ideas son las que ayudan a abordar el concepto de lingüística cognitiva como modelo funcional, no formal y basado en el uso del lenguaje. Por supuesto que esta propuesta está respaldada por diferente enfoques teóricos, prácticos y demostrativos, que escapan al inetrés de este blog, pero su extrapolación semiótica es interesante porque permite entender los lenguajes más que como procesos lógicos, como hechos sociales, de aprendizaje y conocimiento. Hecho fundamental en este ciberespacio tecnologizado de hoy.
jueves, 13 de julio de 2017
Objetivismo y experiencialismo (3)
Continuando con el tema de las dos publicaciones anteriores sobre objetivismo y experiencialismo en la lingüística cognitiva, tal como lo explican los autores María Josep Cuenca y Joseph Hilferty, tenemos que para su definición se ha tomado un análisis de la naturaleza cognitiva del lenguaje que adopta un punto de vista experiencialista, en lugar de uno objetivista. Los teóricos estadounidenses George Lakoff y Ronald Langacker hablan de realismo experiencial. Para diferenciar ambas formas de pensamiento, se pueden destacar algunas consideraciones:
Para los teóricos objetivistas, el pensamiento implica un manejo mecánico de símbolos abstractos, que adquieren su significado por correspondencia directa con el mundo exterior. En cambio para los experiencialistas, el pensamiento va más allá de una manipulación de signos abstractos. Tiene una estructura "ecológica", en el sentido de que la eficiencia del pensamiento cognitivo depende de la estructura general del sistema conceptual, y no simplemente operaciones entre símbolos aislados.
Como consecuencia de esto, desde la posición objetivista la mente humana es una especie de "espejo de la naturaleza", por lo que el pensamiento es abstracto e independiente de las limitaciones físicas humanas (y sus sistemas perceptuales o nerviosos). Por el contrario, para el experiencialismo, las estructuras que constituyen nuestros sistemas conceptuales de pensamiento, surgen de la experiencia del cuerpo humano y tienen sentido según ellas se producen y acumulan. Lakoff y Langacker remarcan el "carácter corpóreo" del lenguaje. El centro de nuestros sistemas conceptuales se basa directamente en la percepción, en el movimiento, en la experiencia física y en la socialización.
En la próxima publicación veremos qué implicaciones tiene esto en la definición del pensamiento, y cómo el objetivismo y el experiencialismo ven la cognición del lenguaje.
Para los teóricos objetivistas, el pensamiento implica un manejo mecánico de símbolos abstractos, que adquieren su significado por correspondencia directa con el mundo exterior. En cambio para los experiencialistas, el pensamiento va más allá de una manipulación de signos abstractos. Tiene una estructura "ecológica", en el sentido de que la eficiencia del pensamiento cognitivo depende de la estructura general del sistema conceptual, y no simplemente operaciones entre símbolos aislados.
Como consecuencia de esto, desde la posición objetivista la mente humana es una especie de "espejo de la naturaleza", por lo que el pensamiento es abstracto e independiente de las limitaciones físicas humanas (y sus sistemas perceptuales o nerviosos). Por el contrario, para el experiencialismo, las estructuras que constituyen nuestros sistemas conceptuales de pensamiento, surgen de la experiencia del cuerpo humano y tienen sentido según ellas se producen y acumulan. Lakoff y Langacker remarcan el "carácter corpóreo" del lenguaje. El centro de nuestros sistemas conceptuales se basa directamente en la percepción, en el movimiento, en la experiencia física y en la socialización.
En la próxima publicación veremos qué implicaciones tiene esto en la definición del pensamiento, y cómo el objetivismo y el experiencialismo ven la cognición del lenguaje.
miércoles, 12 de julio de 2017
Objetivismo y experiencialismo (2)
En el libro Introducción a la lingüística cognitiva, los profesores María Josep Cuenca y Joseph Hilferty explican los modelos y contenidos que definen la llamada Lingüística Cognitiva, que es aquella que entiende al estudio de las lenguas y lenguajes como formas ligadas al conocimiento individual, y no autónomas respecto a los mecanismos de procesamiento conceptual expresivo. Ahora bien, esta aproximación se liga de alguna manera a los conceptos de ciencias cognitivas, que son aquellas cuyos paradigmas intentan conjugar campos existentes del saber actual (como la psicología, la antropología, la filosofía, la informática, la neurología y la misma lingüística) en un conjunto que explique el complejo proceso de relación entre conocimiento y pensamiento durante la resolución de problemas de representación mental: aprendizaje, lenguaje, razonamiento e intelectualización.
Las vías para abordar esta metodización, tienen que ver con dos ramas del pensamiento filosófico que se conocen como objetivismo y experiencialismo. En particular, las formas más reconocidas de lingüística cognitiva recurren al experiencialismo. Para diferenciar ambas, Cuenca y Hilferty hacen la siguiente comparación:
Las vías para abordar esta metodización, tienen que ver con dos ramas del pensamiento filosófico que se conocen como objetivismo y experiencialismo. En particular, las formas más reconocidas de lingüística cognitiva recurren al experiencialismo. Para diferenciar ambas, Cuenca y Hilferty hacen la siguiente comparación:
CONCEPCIONES DEL PENSAMIENTO
En las siguientes dos publicaciones, haré la descripción y análisis de cada una y su aplicación a la lingüística cognitiva.
martes, 11 de julio de 2017
Objetivismo y experiencialismo (1)
En el campo de la lingüística, se maneja una teoría que se denomina la Lingüística Cognitiva, que formulada hace ya unos 30 años, significa una propuesta original para el estudio del pensamiento y sus expresiones, en particular a través del lenguaje. Si bien esta proposición asume algunas de las formas de escuelas de análisis precedentes, como el estructuralismo o el generativismo, considera al lenguaje como una facultad inherente al individuo y que como tal, debe aludir a los aspectos neurolingüísticos, psicolingüísticos, sociolingüísticos y antropolingüísticos que hacen posible el funcionamiento del lenguaje como una herramienta de cognición, representación, comunicación e interacción entre las personas.
Partiendo de la idea de que la Lingüística es la disciplina o ciencia que estudia el lengiaje humano y las lenguas (habladas o escritas), un grupo de teóricos de los años 1980 y 1990 propusieron un enfoque de análisis basado en el conocimiento como eje de estudio. La Lingüística Cognitiva es, entonces, un movimiento de lingüística que concibe el lenguaje como un fenómeno integrado dentro de las capacidades cognitivas humanas. Curiosamente los pioneros de esta tendencia vienen del mundo anglosajón: Mark Turner, George Lakoff, Mark Johnson, Ronald Langacker, Leonard Talmy, y el francés Gilles Fauconnier. Dos autores importantes más recientes, Joseph Hilferty y María Josep Cuenca también han aportado a la difusión de esta escuela. En el libro de ambos autores, Introducción a la lingüística cognitiva, de 1999, se explican muchos de los aspectos que esta escuela propone, siendo el primero el que corresponde a la distinción entre la corriente objetivista y la experiencialista de manejo del pensamiento. Sobre el sentido de ambos puntos de vista, es a lo que se dedicarán las próximas tres publicaciones de este blog.
Partiendo de la idea de que la Lingüística es la disciplina o ciencia que estudia el lengiaje humano y las lenguas (habladas o escritas), un grupo de teóricos de los años 1980 y 1990 propusieron un enfoque de análisis basado en el conocimiento como eje de estudio. La Lingüística Cognitiva es, entonces, un movimiento de lingüística que concibe el lenguaje como un fenómeno integrado dentro de las capacidades cognitivas humanas. Curiosamente los pioneros de esta tendencia vienen del mundo anglosajón: Mark Turner, George Lakoff, Mark Johnson, Ronald Langacker, Leonard Talmy, y el francés Gilles Fauconnier. Dos autores importantes más recientes, Joseph Hilferty y María Josep Cuenca también han aportado a la difusión de esta escuela. En el libro de ambos autores, Introducción a la lingüística cognitiva, de 1999, se explican muchos de los aspectos que esta escuela propone, siendo el primero el que corresponde a la distinción entre la corriente objetivista y la experiencialista de manejo del pensamiento. Sobre el sentido de ambos puntos de vista, es a lo que se dedicarán las próximas tres publicaciones de este blog.
domingo, 9 de julio de 2017
Pantallas estirables
La empresa coreana de tecnología Samsung, está desarrollando unas nuevas pantallas para sus equipos electrónicos con una muy curiosa novedad: son estirables. Hace algunas semanas fue presentada la Stretchable OLED display, que es la primera pantalla elástica por ambas caras, capaz de mantener un alto grado de resolución aún en la zona de deformación. Esta es única en su tipo, ya que puede ser doblada de ambos lados, dejando "obsoletas" a las que pueden hacerlo en una sola dirección. El panel puede ser estirado hasta 12 mm cuando es presionado y aún así mantener una alta resolución.
El prototipo que Samsung ha presentado es de 9,1 pulgadas y si bien todavía no existe un producto sobre el cual emplear el desarrollo final, abre un nuevo camino en el diseño de cualquier tipo de dispositivo. Hasta ahora, la esperanza de la industria móvil está depositada sobre las pantallas flexibles. De hecho, Samsung puso 2019 como fecha tentativa para que la tecnología esté lo suficientemente desarrollada como para poder llevarla al mundo de los celulares. Esto seguramente traerá consecuencias inesperadas, aunque tampoco se puede esperar que haya cambios mayores en los próximos años en el uso de los teléfonos inteligentes.
El prototipo que Samsung ha presentado es de 9,1 pulgadas y si bien todavía no existe un producto sobre el cual emplear el desarrollo final, abre un nuevo camino en el diseño de cualquier tipo de dispositivo. Hasta ahora, la esperanza de la industria móvil está depositada sobre las pantallas flexibles. De hecho, Samsung puso 2019 como fecha tentativa para que la tecnología esté lo suficientemente desarrollada como para poder llevarla al mundo de los celulares. Esto seguramente traerá consecuencias inesperadas, aunque tampoco se puede esperar que haya cambios mayores en los próximos años en el uso de los teléfonos inteligentes.
sábado, 8 de julio de 2017
Foucault sobre la locura
“La locura no se puede encontrar en estado salvaje. La locura no existe sino en una sociedad, ella no existe por fuera de las formas de la sensibilidad que la aíslan y de las formas de repulsión que la excluyen o la capturan”.
Paul-Michel Foucault (1926-1984) psicólogo, filósofo, teórico social e historiador de las ideas francés.
Paul-Michel Foucault (1926-1984) psicólogo, filósofo, teórico social e historiador de las ideas francés.
viernes, 7 de julio de 2017
Dos animales marinos vectorizados
Aquí coloco un par de imágenes de dos animales marinos (un pez y un cangrejo) dibujados mediante vectores informáticos. Otra curiosa muestra de estética digital hallada en la Web.
jueves, 6 de julio de 2017
El "Geist" en Hegel según John Durham Peters
En su libro de 1999, Hablar al aire: una historia de la idea de comunicación (editado en 2014 por el Fondo de Cultura Económica de México), el comunicólogo estadounidense John Durham Peters aborda una de las ideas del filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) que es clave para entender su pensamiento, y que se conecta con una de las nociones contemporáneas de la comunicación: el Geist, o Espíritu. Ya en otras publicaciones he referido a Hegel, pero aquí transcribo un párrafo del libro de Peters en el que hace un intesante análisis de las posiciones del sabio germano, a la luz de una visión contemporánea. En la página 154 leemos:
Puesto que no hay subjetividad significativa que no esté reconciliada con sus condiciones objetivas, el Geist o Espíritu tiene a la par una forma material y espiritual. Pero no hay nada de fantasmal acerca del Geist. Hegel lo sitúa claramente en las formas culturales. Los logros más altos del Espíritu -la ley, el Estado, el arte, la poesía, la religión y la filosofía- existen en formas materiales (en los textos, las ciudades, las comunidades, la piedra, la pintura, el lenguaje, etc.); pero no existen como Espíritu sin que se reconozca que tienen un significado que trasciende su encarnación. El reconocimiento siempre implica interpretación. Por ejemplo, un animal puede ver una escultura como un pedazo de piedra útil para su cobijo u otros fines, pero no puede reconocerla como "escultura", como un objeto que goza de un prestigio y significado que no se agota en sus usos animales. y que pertenece a una determinada comunidad o momento de la historia de la especie humana. Reconocerla como una obra de arte o expresión humana es ser miembro de un mundo en el que la escultura tiene un sentido, y ser capaz de participación inteligente.
El Geist, entonces, consiste tanto en las inscripciones materiales de la cultura como en la comunidad encarnada de intérpretes. Las obras de arte o filosofía tienen una diensión interna subjetiva, tal como los intérpretes humanos tienen un carácter objetivo.Si bien el libro de Peters abarca también otras posiciones filosóficas, este análisis hegeliano aclara mucho lo que él va a considerar como un antecedente a la idea de comunicación actual: el espíritu de lo que se comunica.
miércoles, 5 de julio de 2017
La mendiga y las bolsas: un corto de animación digital
Creado hace ya más de diez años, este cortometraje realizado con técnicas informáticas en 3D, tiene no solo una calidad visual muy buena, sino un contenido que lleva a una reflexión sobre la forma de ver el mundo. Dirigido y producido en España por Eduardo Suazo López, este film ganó el Primer Premio del Festivit 2007 de La Rioja. El autor ha trabajado después en otras producciones y se le reconoce como un excelente diseñador de animaciones. Este es su sitio Web: www.suazo3d.com
martes, 4 de julio de 2017
La espiral del silencio (y 2)
Como señalé en la publicación anterior, la teoría de la "Espiral del Silencio", propuesta por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann hacia 1977, es uno de los modelos sobre opinión pública más importantes del siglo XX. Trata de definír el mecanismo que permite captar los cambios en lo que se conoce como opinión pública, esto es, la manera de pensar que es común a una mayoría de personas acerca de un asunto.
Se parte de la idea de que los individuos temen permanecer aislados del entorno social y, por este motivo, prestan una atención continua a las opiniones y comportamiento, supuestos por las mayorías, que se producen a su alrededor, para seguirlos y decidir al respecto. Y en este sentido, los medios de comunicación juegan un papel fundamental. Este fenómeno es calificado como espiral de silencio, porque la lógica en que se sostiene es que cuanto más se difunde la versión dominante por los medios, más guardarán silencio las voces individuales contrarias, con lo que se produce un proceso en espiral, un bucle de reafirmación positiva o un círculo vicioso.
Ello no quiere decir que desaparezcan o se eliminen las voces disidentes o en contrario a ciertas opiniones, pero el peso de la comunicación masiva hace que siempre destaquen aquellas que resultan mayoritarias. Según la opinión de Noelle-Neumann, el hecho de que una persona hable o se quede callado, depende de las observaciones que éste ha hecho sobre la mayoría pública y entonces decida cuál será su posición. Los medios de comunicación influyen en que la gente se exprese o prefiera callar. En primer lugar las personas son más valientes para apoyar públicamente una opinión, si esta aparece como dominante en los medios de comunicación. En segundo lugar, los medios ofrecen a los ciudadanos, las palabras, los textos, los medios, los argumentos e ideas con las que defender las opiniones en debate. Es siempre más dificil generar, defender y argumentar sobre ideas propias poco difundidas.
Los métodos de análisis e investigación de Elisabeth Noelle-Neumann, explicados en su libro La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social , le llevaron a formular estos postulados:
*Una mayoría vista como minoría declinará en el futuro, mientras la minoría vista como la dominante, crecerá, si los medios contribuyen a esto.
*Una mayoría que no espera ser capaz de mantener esa superioridad, disminuirá.
*Si los grupos están unidos en una expectación favorable a futuro, tomará mucho tiempo imponer una opinión contraria.
*Si la incertidumbre sobre la fuerza prevaleciente actualmente o en el futuro se incrementa, se anticipa un cambio en la opinión dominante.
*Si dos posturas difieren claramente una de otra en su disposición a exponerse en público, la que muestre más inclinación a exponerse claramente, es la que probablemente tenga el futuro a su favor.
Se concluye que una minoría convencida de que en un futuro será dominante, y por ello, decidida a exponerse, se convertirá en la mayoría cuya opinión será la dominante frente a una mayoría dubitativa y poco dispuesta a la exposición mediática. Por lo tanto, la influencia de estos medios será clave en la definición de esas opiniones. Estos postulados fueron criticados por sus métodos por algunos estudiosos, pero es innegable que buscan una explicación sustamtiva a un fenómeno cada vez más trascendente: la opinión colectiva.
Se parte de la idea de que los individuos temen permanecer aislados del entorno social y, por este motivo, prestan una atención continua a las opiniones y comportamiento, supuestos por las mayorías, que se producen a su alrededor, para seguirlos y decidir al respecto. Y en este sentido, los medios de comunicación juegan un papel fundamental. Este fenómeno es calificado como espiral de silencio, porque la lógica en que se sostiene es que cuanto más se difunde la versión dominante por los medios, más guardarán silencio las voces individuales contrarias, con lo que se produce un proceso en espiral, un bucle de reafirmación positiva o un círculo vicioso.
Ello no quiere decir que desaparezcan o se eliminen las voces disidentes o en contrario a ciertas opiniones, pero el peso de la comunicación masiva hace que siempre destaquen aquellas que resultan mayoritarias. Según la opinión de Noelle-Neumann, el hecho de que una persona hable o se quede callado, depende de las observaciones que éste ha hecho sobre la mayoría pública y entonces decida cuál será su posición. Los medios de comunicación influyen en que la gente se exprese o prefiera callar. En primer lugar las personas son más valientes para apoyar públicamente una opinión, si esta aparece como dominante en los medios de comunicación. En segundo lugar, los medios ofrecen a los ciudadanos, las palabras, los textos, los medios, los argumentos e ideas con las que defender las opiniones en debate. Es siempre más dificil generar, defender y argumentar sobre ideas propias poco difundidas.
Los métodos de análisis e investigación de Elisabeth Noelle-Neumann, explicados en su libro La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social , le llevaron a formular estos postulados:
*Una mayoría vista como minoría declinará en el futuro, mientras la minoría vista como la dominante, crecerá, si los medios contribuyen a esto.
*Una mayoría que no espera ser capaz de mantener esa superioridad, disminuirá.
*Si los grupos están unidos en una expectación favorable a futuro, tomará mucho tiempo imponer una opinión contraria.
*Si la incertidumbre sobre la fuerza prevaleciente actualmente o en el futuro se incrementa, se anticipa un cambio en la opinión dominante.
*Si dos posturas difieren claramente una de otra en su disposición a exponerse en público, la que muestre más inclinación a exponerse claramente, es la que probablemente tenga el futuro a su favor.
Se concluye que una minoría convencida de que en un futuro será dominante, y por ello, decidida a exponerse, se convertirá en la mayoría cuya opinión será la dominante frente a una mayoría dubitativa y poco dispuesta a la exposición mediática. Por lo tanto, la influencia de estos medios será clave en la definición de esas opiniones. Estos postulados fueron criticados por sus métodos por algunos estudiosos, pero es innegable que buscan una explicación sustamtiva a un fenómeno cada vez más trascendente: la opinión colectiva.
lunes, 3 de julio de 2017
La espiral del silencio (1)
No es el nombre de una película. Es la denominación de una interesante teoría en ciencias políticas y comunicación, postulada por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann (1916-2010), en su libro de 1977 titulado, justamente, La espiral del silencio. Aquí estudia la opinión pública como una forma de control social. La opinión pública es, para Noelle Neumann, algo como una cubierta que da cohesión a la sociedad, bajo la cual las personas adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes sobre lo que es aceptable y lo que no.
Como consecuencia, los individuos sienten el "clima de opinión" con una especie de "sentido cuasiestadístico", observando qué relación relaitiva tienen sus opiniones individuales con las del espacio público. Esto les afecta de una forma o de otra, bien si se acercan al consenso mayoritario (lo que acrecienta su percepión de cohesión) o si se alejan de él (entonces detectan que pueden formar parte de una minoría, quiérase o no). La teoría de la espiral del silencio parte del supuesto básico de que la mayor parte de las personas tienen miedo al aislamiento. Por ello al manifestar sus opiniones, primero tratan de identificar las ideas circulantes, para luego sumarse a la opinión mayoritaria o consensuada. Claro, hay casos en los que se busca una diferenciación como forma de oposición. En esta disyuntiva, la principal fuente de información serán los medios de comunicación y estos definirían el clima de opinión sobre los asuntos de que se trate, tal como había asomado en los años 1940 el investigador austríaco Paul Lazarsfeld.
El hecho de que alguien no se sienta identificado con algún grupo de opinión, produce, según esta propuesta, un temor al aislamiento social, que al final forma parte de todos los procesos de conformación de la opinión pública. Sentirse parte de un sector se relaciona con el concepto que tiene que ver con las senaciones de sanción y castigo: con quien estoy, con quien no estoy. Noelle-Neuman sostiene que un clima de opinión actúa como un fenómeno de contagio ya que la opción aparentemente mayoritaria se extiende rápidamente por toda la sociedad, que evalúa esas sanciones como forma de aislamiento. Esto justifica el nombre de "espiral del silencio", como veremos en la próxima publicación.
Como consecuencia, los individuos sienten el "clima de opinión" con una especie de "sentido cuasiestadístico", observando qué relación relaitiva tienen sus opiniones individuales con las del espacio público. Esto les afecta de una forma o de otra, bien si se acercan al consenso mayoritario (lo que acrecienta su percepión de cohesión) o si se alejan de él (entonces detectan que pueden formar parte de una minoría, quiérase o no). La teoría de la espiral del silencio parte del supuesto básico de que la mayor parte de las personas tienen miedo al aislamiento. Por ello al manifestar sus opiniones, primero tratan de identificar las ideas circulantes, para luego sumarse a la opinión mayoritaria o consensuada. Claro, hay casos en los que se busca una diferenciación como forma de oposición. En esta disyuntiva, la principal fuente de información serán los medios de comunicación y estos definirían el clima de opinión sobre los asuntos de que se trate, tal como había asomado en los años 1940 el investigador austríaco Paul Lazarsfeld.
El hecho de que alguien no se sienta identificado con algún grupo de opinión, produce, según esta propuesta, un temor al aislamiento social, que al final forma parte de todos los procesos de conformación de la opinión pública. Sentirse parte de un sector se relaciona con el concepto que tiene que ver con las senaciones de sanción y castigo: con quien estoy, con quien no estoy. Noelle-Neuman sostiene que un clima de opinión actúa como un fenómeno de contagio ya que la opción aparentemente mayoritaria se extiende rápidamente por toda la sociedad, que evalúa esas sanciones como forma de aislamiento. Esto justifica el nombre de "espiral del silencio", como veremos en la próxima publicación.
domingo, 2 de julio de 2017
Gladiadores en animación
Los pequeños gladiadores de Roma es una película italiana animada escrita y dirigida por Iginio Straffi, estrenada en Italia en el año 2012, y en el año 2014 en Latinoamérica y los EE.UU. De título original Gladiatori di Roma, es una producción original con una trama novedosa, y una estética que hace referencia al imperio romano y a cierta mitología clásica, pero con elementos visuales contemporáneos.
En una Roma muy particular, un aspirante a gladiador se enamora de la hija de su instructor. Pero antes de poder salir con ella, deberá vencer en un gran torneo que se celebrará en el Coliseo Romano, que presenta una magnificencia especial. Timo, Lucilla, Diana, Chirone, Casio, y otra serie de personajes animan la acción de este film, que muestra un muy buen trabajo gráfico y que responde a las intenciones recreativas que se propone.
En una Roma muy particular, un aspirante a gladiador se enamora de la hija de su instructor. Pero antes de poder salir con ella, deberá vencer en un gran torneo que se celebrará en el Coliseo Romano, que presenta una magnificencia especial. Timo, Lucilla, Diana, Chirone, Casio, y otra serie de personajes animan la acción de este film, que muestra un muy buen trabajo gráfico y que responde a las intenciones recreativas que se propone.
sábado, 1 de julio de 2017
Una frase de John Von Neumann sobre tecnología informática
"Podría parecer que hemos llegado al límite de lo que es posible lograr con la tecnología informática, aunque hay que tener cuidado con tales declaraciones, ya que tienden a sonar bastante tontas en cinco años."
Esta frase fue dicha por el científico húngaro John Von Neumann (1903-1957) en los EE.UU. en la década de 1950, y sigue tanto o más válida hoy, 60 años después.
Esta frase fue dicha por el científico húngaro John Von Neumann (1903-1957) en los EE.UU. en la década de 1950, y sigue tanto o más válida hoy, 60 años después.
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