La trama se acerca a un escenario diferente a los usuales del estudio: hace unos dos mil años, la diosa todopoderosa Te Fiti creó todas las islas del Océano Pacifico y con ellas, la flora, la fauna y los aborígenes locales. Cansada de su labor, la diosa decide dormir y se convierte en una isla; pero el semidiós Maui quería El Corazón de Te Fiti, el cual creaba las islas, para entregárselo a los hombres. Con su cetro de anzuelo podía convertirse en cualquier forma animal, así que entro en Te Fiti y robó el corazón de la Diosa. Pero Maui no era el único que lo deseaba pues los Monstruos Marinos también estaban detrás de él. Maui decide abandonar el corazón de Te Fiti, causando que todas las islas empiecen a desaparecer. Años después en una isla del océano Pacífico, Moana, una joven de 16 años de edad, hija única de un importante jefe de un largo linaje de navegantes, se da cuenta que es el turno de su isla de desaparecer y que las leyendas de su abuela son ciertas. Desde que era una niña tenía conexión con el océano y ella podía disponer del corazón de Te Fiti que le había sido entregado, por lo que decide embarcarse en una aventura épica a través del océano con la ayuda de su abuela en el espíritu de una Mantarraya y el semidiós Maui, a fin de encontrar una isla legendaria y entregar el Corazón de Te Fiti y así salvar a su pueblo.
Naturalmente, el final es predecible y satisfactorio, pero no deja de tener su encanto. Se valora el aporte femenino en toda la trama, se hace un guiño al "empoderamiento" de la mujer y su importancia en la sociedad, y también se resalta el tema ecológico, haciendo énfasis en la preservación del ecosistema y la naturaleza. Son 104 minutos de belleza visual, con excelente producción y un notable sentido del ritmo. Digna de las mejores obras de este famoso estudio y de la industria cultural que representa.