Desde hace unos meses se ha intensificado la idea de que mucho del tránsito en internet no es realizado por humanos sino generado por robots (conocidos como "bots"). Esta sensación reafirma una noción que empezó a gestarse hacia 2016 y que se llamó la "internet muerta". Esta es una teoría que es también conocida como teoría del "internet moribundo", y que se basa en una hipótesis no comprobada que sugiere que la mayor parte de la actividad y el contenido en internet, especialmente en las redes sociales, ya no son creados por humanos, sino por bots, inteligencia artificial y algoritmos.
Esta teoría propone que desde hace unos 10 años, la interacción y el contenido en línea han sido manejados por sistemas automatizados, lo que significa que gran parte del contenido que vemos, noticias, artículos, publicaciones en redes sociales y demás, son generados por IA en lugar de ser escritos por personas. Eso mismo se aplicaría a las tendencias y las discusiones en línea, que estarían siendo manipuladas por algoritmos para dirigir la opinión pública y promover agendas específicas. También se estima que este método interviene en las interacciones en redes sociales, que podrían ser en su mayoría bots o cuentas falsas que imitan a usuarios reales.
Las implicaciones de la teoría de la internet muerta son graves. Estaríamos hablando de una pérdida de autenticidad ya que si la IA genera la mayor parte del contenido, se vuelve difícil discernir qué es real y qué es falso, lo que erosiona la confianza en la información en línea. También intervendría en una manipulación de la opinión pública; los algoritmos que controlan lo que vemos podrían usarse para influir en nuestras opiniones y creencias sin que nos demos cuenta. Más tremendo aún es la idea de una deshumanización de internet: si la interacción humana se reduce, internet podría convertirse en un lugar menos auténtico y significativo para la conexión y el intercambio de ideas.
Veamos las evidencias a favor y en contra de esta teoría:
Evidencias a favor:
- Aumento del uso de IA en la creación de contenido: la tecnología de IA como GPT-3 es capaz de generar texto de calidad humana, lo que facilita la creación de contenido falso o engañoso.
- Prevalencia de bots y cuentas falsas: se estima que hay miles de millones de bots y cuentas falsas en las redes sociales, que pueden usarse para difundir información errónea o amplificar mensajes específicos.
- Filtros burbuja y cámaras de eco: los algoritmos de las redes sociales a menudo nos muestran contenido que confirma nuestras creencias existentes, lo que nos aísla de diferentes perspectivas.
- Falta de evidencia concreta: no hay pruebas definitivas que respalden la afirmación de que la mayoría de internet está "muerta" o controlada por IA.
- Exageración del impacto de la IA: si bien la IA se está utilizando para crear contenido, los humanos todavía juegan un papel importante en la creación, edición y verificación de la información.
- Subestimación de la resiliencia humana: a pesar de los desafíos, los humanos siempre encuentran formas de adaptarse y usar la tecnología de manera creativa y significativa.
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